Proyecto de Accesibilidad en el Museo del Cabildo, en marcha
Proyecto de Accesibilidad en el Museo del Cabildo, en marcha

Proyecto de Accesibilidad en el Museo del Cabildo, en marcha

#CulturaAccesible
A partir de una serie de dispositivos de fabricación digital que acompañará la nueva puesta museográfica del Museo Nacional del Cabildo y la Revolución de Mayo, te contamos qué se entiende por accesibilidad cultural
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La Dirección Nacional de Innovación Cultural del Ministerio de Cultura de la Nación, en el marco de sus acciones de Accesibilidad Cultural, en articulación con la Dirección Nacional de Museos, trabaja en la implementación de una serie de dispositivos de fabricación digital, que acompañará la nueva puesta museográfica del Museo Nacional del Cabildo y la Revolución de Mayo.

La propuesta, con mirada inclusiva, social y experiencial, tiene como objetivo complementar la visita al Museo ofreciendo al usuario con discapacidad visual y al público en general, acceso al patrimonio mediante una experiencia innovadora y multisensorial.

El proyecto contempla dos líneas de trabajo: por un lado, propone una línea funcional con planos hápticos -en relieve-, que permiten al visitante con discapacidad visual tener un conocimiento espacial del edificio, para poder recorrerlo con la mayor autonomía posible; por otro, una línea vinculada con los contenidos de la puesta museográfica mediante la impresión 3D de objetos patrimoniales y un encastre modular que permite reconocer las diferentes fachadas que ha tenido el Cabildo durante la historia.

Con el objetivo de proveer igualdad de oportunidades en el acceso a la cultura en nuestros Museos Nacionales, el proyecto “Accesibilidad y Cultura, un binomio eficaz y posible” , que se desarrolla en el marco del Plan Nacional de Discapacidad 2017-2019-, lleva adelante políticas innovadoras que incorporan a la tecnología como recurso inclusivo.

El Proyecto de Accesibilidad en el Museo del Cabildo, en marcha

De acuerdo con la Guía sobre Accesibilidad Cultural (elaborado por la Dirección Nacional de Innovación Cultural), “la accesibilidad cultural implica brindar iguales condiciones de participación a todas las personas que forman parte de una sociedad determinada, que por alguna razón física o cognitiva se ven imposibilitadas para el pleno disfrute de sus derechos, teniendo en cuenta las barreras provocadas por las actitudes y por el ambiente que los rodea. En este sentido, brindar igualdad de condiciones de participación implica repensar los formatos y los contenidos culturales utilizando diferentes recursos y herramientas que contemplen la diversidad y multiplicidad de lenguajes”.

Alejandrina D' Elía es la Directora Nacional de Innovación Cultural. Con gran entusiasmo y un equipo de trabajo que lo respalda, explica que “cuando se habla de inclusión o de accesibilidad, en general se piensa en temas de infraestructura. Por eso necesitamos instalar el concepto de accesibilidad cultural".

"Desde el área de Innovación aportamos el escaneo de piezas, la reproducción en 3D y la producción de planos hápticos. El primer proyecto de accesibilidad cultural de la Dirección fue en la Casa Histórica de la Independencia, en Tucumán, donde trabajamos de manera articulada con ProDIS, el Programa de Discapacidad e Inclusión Social de la Universidad Nacional de Tucumán. Es curioso lo que sucede ante este tipo de propuestas. Nos encontramos con un público que no se animaba a tocar. Entonces decidimos poner un nomenclador que indica: 'Por favor, tocar'”, detalla.

Preservación del patrimonio

Respecto a la preservación de patrimonio, D' Elía subraya la importancia de trabajar en forma interdisciplinaria: “Este tipo de recursos tecnológicos permite mostrar que las técnicas no son invasivas y que el patrimonio se preserva”. Y además subraya lo fundamental de “desacralizar el ámbito del museo y permitir que quien ingresa a una sala sienta que todos pueden acceder a la historia, al patrimonio, a los espacios”.

En junio último comenzó en el Museo Nacional del Cabildo y la Revolución de Mayo el proceso de accesibilidad para personas con discapacidad visual a partir de un escaner manual, óptico, y una impresora 3D de piezas patrimoniales. Esta primera etapa implica la impresión de prototipos que serán testeados por personas con discapacidad visual, previos a la versión final.

Se pone el foco, de este modo, en igualar oportunidades en tanto conocer y sentir los relieves en obras bidimensionales. En esta primera etapa, se está trabajando en la impresión 3D de los siguientes objetos patrimoniales:

  • Pava de hornillo. La pava de hornillo del siglo XVII es un objeto colonial de la vida cotidiana usado para tomar mate, una costumbre que se trasladó al Río de la Plata. Se presume que este ejemplar perteneció a los Álzaga, una familia de acaudalados comerciantes porteños. Se llama pava de hornillo porque dispone de una cavidad para colocar brasas y mantener de ese modo el agua caliente al momento de cebar mate. Es una artesanía de plata pura, y tiene varios motivos zoomorfos. Además de animales, aparece simbología lunar y solar. Se trata de un objeto sincrético, que mixtura varias culturas, simbolismos y costumbres.

  • Retrato miniatura Cornelio Saavedra. Durante los siglos XVIII y XIX se difundieron, entre los sectores pudientes de la sociedad, retratos en miniatura. En algunos casos estaban pintados sobre superficies delicadas, como material vítreo o marfil. En otros, se realizaban sobre madera o cobre. En el Río de la Plata estos retratos comenzaron a confeccionarse con el arribo de artistas europeos a estas tierras, en la década de 1780. Pintado al óleo sobre marfil, perteneció a Cornelio Saavedra, Presidente de la Primera Junta. Hoy se encuentra exhibido en la Sala Capitular del Cabildo.

  • El escudo de armas de Buenos Aires. En 1744 las actas del Cabildo registran que el dosel y las armas de la Ciudad de Buenos Aires que presidía la Sala Capitular donde se reunían los miembros del Cabildo se encontraban “poco decentes”. Acordaron entonces “retocar las armas”, y el cuadro al óleo que se conserva hoy en el Museo es el nuevo que se dispuso rehacer en aquella sesión. En él aparecen el escudo monárquico español, el escudo de Buenos Aires, la Virgen Santa María del Buen Aire, y San Martín de Tours, patrones de la ciudad. Se trata de una típica representación barroca, de horror vacui -horror al vacío-, profusa en elementos y simbolismos.