Manuel Belgrano y la carrera militar
Manuel Belgrano y la carrera militar

Manuel Belgrano y la carrera militar

Historia
2020 "Año de Manuel Belgrano"
A pesar de haber elegido el camino del Derecho, título que obtuvo en España a sus 22 años, la vida de Manuel Belgrano también estuvo marcada por la carrera militar. Primero, por orden de los virreyes Pedro Melo y Sobremonte, en las Invasiones Inglesas, y más adelante por decisión de la Primera Junta.
Otros artículos que te pueden interesar

El 6 de febrero de 1793 Manuel Belgrano se recibió de abogado en España, país que habitó desde sus 16 años cuando zarpó de Buenos Aires con su hermano Francisco para completar sus estudios iniciados en el Real Colegio de San Carlos. Al año siguiente, un día antes de su cumpleaños, fue nombrado Secretario Perpetuo del Real Consulado de Buenos Aires, un órgano económico creado para mediar con la región. En su honor, el 2 de junio se celebra el Día del Graduado en Ciencias Económicas.

Ya en Argentina, durante el desempeño de ese rol y por posibles amenazas externas (de 1796 al 1802 se llevó a cabo la guerra anglo española, que continuó en 1804 hasta 1809), Belgrano fue designado capitán de las milicias urbanas de Buenos Aires en 1797, por el quinto Virrey del Río de la Plata: Pedro Melo de Portugal. Conociendo sus limitaciones, años después el prócer escribía en su autobiografía:

"Si el virrey Melo me confirió el despacho de capitán de milicias urbanas de la capital, más bien lo recibí para tener un vestido más que ponerme, que para tomar conocimientos en semejante carrera".

Su primera vez en la guerra

Según cuenta Carlos Roberts, en su libro "Las invasiones inglesas"*, fue Rafael de Sobremonte, el noveno Virrey, quien le encomendó a Belgrano "la formación de una milicia en previsión de algún ataque inglés, pero no tomó el encargo muy en serio. Esto lo llevó a su primera participación en un conflicto armado, cuando el 25 de junio de 1806 desembarcó una expedición de 1600 soldados ingleses al mando de William Carr Beresford, lo cual inició las Invasiones Inglesas. Belgrano marchó al fuerte de Buenos Aires apenas escuchó la alarma general, donde reunió a numerosos hombres para enfrentar la invasión. Sin conocimientos de milicia, marcharon desordenadamente hacia el Riachuelo. Tras un único cañonazo inglés, debió obedecer las indicaciones de su jefe de mando y ordenar la retirada. Más tarde escribiría: "Nunca sentí más haber ignorado hasta los rudimentos de la milicia".

"Tras tomar la ciudad, los ingleses exigieron a todas las autoridades que prestaran juramento de lealtad. El Consulado en pleno accedió a la demanda inglesa, exceptuando a Belgrano que sostuvo que 'Queremos al antiguo amo, o a ninguno'. Se exilió de Buenos Aires y buscó refugio en la capilla de Mercedes, en la Banda Oriental".

Sargento mayor y renuncia

Luego del primer ataque, una expedición al mando de Santiago de Liniers expulsó a los ingleses del territorio. En "Las milicias criollas", Félix Luna explica: "Belgrano regresó después de la reconquista y se unió a las fuerzas organizadas por Liniers. Fue nombrado sargento mayor del Regimiento de Patricios, a las órdenes de Cornelio Saavedra, y profundizó sus estudios de táctica militar. Tras tener conflictos con otros oficiales, Belgrano renunció al cargo de Sargento Mayor y se puso a las órdenes de Liniers. Durante el combate que tuvo lugar poco después, sirvió como ayudante de campo de una de las divisiones del ejército al mando del coronel Balviani".

A las órdenes del primer gobierno patrio

En 1810, la Primera Junta nombró a Manuel Belgrano jefe de la expedición militar a la provincia del Paraguay, y así lo recordó el prócer en su autobiografía:

"Me hallaba de vocal de la Junta Provisoria cuando en el mes de agosto de 1810, se determinó mandar una expedición al Paraguay. La Junta puso las miras en mí para mandarme con la expedición auxiliadora, como representante y general en jefe de ella; admití porque no se creyese que repugnaba los riesgos, que sólo quería disfrutar de la Capital, y también porque entreveía una semilla de desunión entre los vocales mismos, que yo no podía atajar, y deseaba hallarme en un servicio activo, sin embargo de que mis conocimientos militares eran muy cortos".

Más tarde sería designado como Jefe de las Expediciones libertadoras a la Banda Oriental, para coordinar las acciones de José Gervasio Artigas, y el 13 de febrero de 1812, el mismo día que hizo flamear la bandera argentina por primera vez, fue nombrado jefe del Ejército del Norte por el Primer Triunvirato, formado por Feliciano Antonio Chiclana, Manuel de Sarratea y Juan José Paso.

Belgrano se encontraba en Rosario, Santa Fe, fortificando las orillas del Paraná ante posibles enfrentamientos, cuando debió partir hacia el Alto Perú para brindar auxilio a las provincias norteñas, reemplazar a Juan Martín de Pueyrredón y reforzar el ejército con su regimiento. Junto al creador de la bandera fue designado como su mayor general Eustoquio Díaz Vélez, militar que lo secundó durante la Segunda Campaña Auxiliadora al Alto Perú.

En esta expedición tuvo lugar la Batalla de Salta, un episodio de la guerra por la independencia que sirvió para definir los dominios de la región. La contienda comenzó el 20 de febrero de 1813 y se llevó a cabo en los campos de Castañares del norte argentino, enfrentando a las tropas españolas del Virreinato del Perú comandadas por el brigadier Juan Pío Tristán.

El triunfo fue imprescindible, aunque más tarde sería duramente derrotado en Vilcapugio (en octubre de 1813) y en Ayohuma (en noviembre del mismo año) y debió dejar el cargo. En su reemplazo llegó el entonces coronel José de San Martín, uno de los jefes de la revolución del 8 de octubre de 1812 que terminó con el Primer Triunvirato. La dos derrotas hirieron a Belgrano de muchas maneras.


Cuadro de Augusto Ballerini: el encuentro entre Belgrano y San Martín en la Posta de Yatasto.

Belgrano entregó la jefatura a San Martín en la Posta de Yatasto y regresó a Buenos Aires enfermo. A pesar de los malos resultados y el proceso judicial que debió enfrentar, el padre de la patria reconoció su admiración por el prócer y la gran labor libertadora que desempeñó como patriota.

En 1814, recuperado, Belgrano fue a una misión diplomática a Europa acompañado por Bernardino Rivadavia. Fue en esos años cuando presentó un proyecto de instalar una monarquía constitucional como forma de gobierno, proponiendo a un descendiente de los incas como candidato al trono: Juan Bautista Túpac Amaru. Sin embargo, la idea fue ridiculizada.

Volver al Norte

En 1816, luego de que el 9 de julio se declarase la Independecia, el Congreso volvió a designar a Belgrano como General en Jefe del Ejército del Norte, en reemplazo de José Rondeau, cargo que desempeñó durante tres años, hasta que tuvo que regresar a Buenos Aires por su estado de salud.

El 20 de junio de 1820, a las siete de la mañana, Belgrano murió diagnosticado de hidropesía, en la misma casa donde había nacido medio siglo antes. A pesar del caos en que se encontraba Buenos Aires, época conocida como la Anarquía del Año XX, el prócer fue uno de los grandes responsables de la incipiente nación argentina.


Mausoleo de Manuel Belgrano, en el convento de Santo Domingo, en la Ciudad de Buenos Aires
Fuentes: Luna, Félix. "Las milicias criollas. Grandes protagonistas de la historia argentina: Manuel Belgrano". La Nación, julio de 2004 / Roberts, Carlos, "Las invasiones inglesas", Editorial Emecé, Bs. As., 1999 / Moresi, Alejandro. "Manuel Belgrano, el Militar"