Manuel Belgrano, periodista
Manuel Belgrano, periodista

Manuel Belgrano, periodista

Historia
2020 "Año de Manuel Belgrano"
En sus facetas como cronista, periodista y biógrafo, dejó plasmados sus pensamientos, reflexiones y contradicciones. A 250 años de su nacimiento recordamos algunos aspectos fundamentales de su legado.
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Manuel Belgrano fue un ideólogo de la soberanía y la libertad. Tuvo participación en todos los asuntos que se dirimieron en los orígenes de la patria esbozando sus ideas y sembrando la discusión: soberanía, educación, relaciones exteriores, economía, derecho, pueblos originarios, recursos naturales, religión, Estado, entre otras.

Al comprender varios idiomas, como el inglés, francés e italiano, Manuel Belgrano accedió a la lectura de diarios, periódicos y enciclopedias de diferentes partes del mundo. Durante su formación en Europa pudo observar el desarrollo de los periódicos y su incidencia en los asuntos de gobierno. En 1758 vio nacer el Diario de Madrid, el primero de habla hispana. Fue testigo de cómo Carlos IV prohibió la salida de nuevos semanarios por temor a que se propagaran los idearios de la Revolución Francesa. 


Litografía de Manuel Belgrano en su juventud.

"No entraremos a manifestar la necesidad y utilidad de los periódicos, porque éstos son puntos demasiado ventilados y en que no hay persona que tenga sentido común que no esté de acuerdo, de resultas de lo que la experiencia ha demostrado en todas las naciones que han sabido aprovecharse del feliz descubrimiento de la imprenta para semejante objeto", Manuel Belgrano, 24 de enero de 1810.

 

Belgrano y su participación en los periódicos del Virreynato

En su vuelta a Buenos Aires, Manuel Belgrano convence al militar, abogado y escritor Francisco Antonio Cabello y Mesa de fundar un periódico. En abril de 1801 apareció el Telégrafo Mercantil, Rural, Político, Económico e Historiográfico del Río de la Plata.

Junto a Juan José Castelli y Domingo de Azcuénaga, los hombres que más tarde conformarían el primer gobierno patrio, publican artículos sobre agricultura, debaten sobre recursos provinciales y los nuevos horizontes del comercio. El periódico logró publicar 110 números y fue clausurado por orden del Virrey del Pino el 17 de octubre de 1802.

Sin embargo, un mes antes de su cierre Juan Hipólito Vieytes, el hombre de la jabonería, lanzó el Semanario de Agricultura, Industria y Comercio.

En este semanario Manuel Belgrano plasmó varias de sus ideas sobre educación. En los archivos del Instituto Nacional Belgraniano consta que en los artículos publicados en 1802 titulados "Educación Moral" o "Educación político-moral" se dirige a los jóvenes destacando la importancia de formar una población de "hombres industriosos y ocupados" con una sólida formación moral y cristiana: "el único molde en que pueden vaciarse los hombres grandes".

También se ocupa de la enseñanza de los niños y aconseja a sus padres para instruirlos en el conocimiento de la geometría, la geografía, la práctica y teoría de la agricultura, además de la lectura y escritura. 

"El amor a nuestros semejantes es obra de la naturaleza; pero el dirigirnos hacia los deberes de verdaderos ciudadanos es una sagrada obligación que nos impone la sociedad".

La publicación cuenta con el fuerte apoyo del Real Consulado de Buenos Aires, donde Manuel Belgrano ejerció como Secretario desde 1794 hasta 1809. Debido a la participación de Belgrano, el semanario se transforma casi en un vocero del Real Consulado difundiendo los beneficios de las teorías económicas vigentes en Europa y defendidas por Belgrano. Propicia el fomento de la industria, del libre comercio y, sobre todo, de la agricultura. Se publican 218 números entre septiembre de 1802 y febrero de 1807, cuando la amenaza de una nueva invasión inglesa comienza a circular por el Río de La Plata.


Memoria consular del año 1796.

Manuel Belgrano y su doble rol en el Consulado

En su rol como Secretario del Consulado de Buenos Aires, Manuel Belgrano contó con la información propicia para continuar desarrollando sus ideas y divulgarlas de la mano de la incipiente prensa que nacía en el Río de la Plata. Año a año, el Consulado solicitaba elaborar una memoria donde se desarrollaban temas económicos o sociales con el objetivo de ser debatidos al año siguiente. Belgrano aprovechó esa herramienta para exponer sus teorías y análisis económicos y sociales.

"La lectura de la memoria anual fue convertida por Belgrano en una verdadera cátedra de economía política, en la que se exponía lo más selecto de las novedades en la materia, cada vez mejor adaptado a la circunstancia regional", analizan desde el Instituto Belgraniano. 

Para las Memorias Consulares elaboró ensayos sobre los medios y técnicas para fomentar la agricultura, animar la industria, proteger el comercio en un país agricultor. Estudió las tierras más convenientes para desarrollar cultivos; analizó las ventajas del acercamiento entre hacendados y comerciantes, debatió sobre la libertad de comercio y sobre la dependencia mutua entre agricultura y comercio, entre otros temas.

En paralelo, semanas previas a la Revolución de Mayo, Manuel Belgrano e Hipólito Vieytes editan el periódico Correo de Comercio. Su tirada abarcó 58 números, siendo el último ejemplar el del 5 de abril de 1811. Dejaron de editar sin previo aviso.

Para los investigadores del Instituto Nacional Belgraniano varios de los temas desarrollados por Belgrano en el Correo de Comercio coinciden con los expuestos en las Memorias Consulares, guardando una apariencia conciliadora con las autoridades virreinales para ocultar el verdadero sentido revolucionario de sus artículos.


Cronista de viaje

Otro factor importante en el desarrollo de las ideas de Manuel Belgrano fue que mantuvo una fluida correspondencia con los diputados en las distintos provincias, a quienes solicitaba información detallada sobre las características geográficas y de las producciones locales. También realizó decenas de viajes de reconocimiento a los diferentes territorios, hecho que le permitió conocer las condiciones económicas y sociales de las poblaciones. Belgrano elaboró para el Consulado un detallado registro de cada una de sus experiencias y recorridos, por lo que hoy podemos decir que fue nuestro primer cronista de viajes.

Esas expediciones a las provincias también tuvieron su eco en los periódicos. En ejemplares del Correo de Comercio, publicados entre  marzo y abril de 1810, Belgrano hizo referencia a las numerosas dificultades que afectaban las tareas de los labradores, el poco amor de los usureros "que tragan sustancia del pobre y aniquilan al ciudadano" y propuso iniciar campañas de empadronamiento del ganado para evitar el cuatrerismo. También elaboró artículos sobre reparación de caminos, creación de puentes, establecimiento de riegos, introducción de máquinas para facilitar la labranza y el transporte de los productos.

Tras el triunfo de la Revolución de Mayo, el Cabildo de Buenos Aires lo designó como responsable para la Junta Protectora de la Libertad de Imprenta.

La vocación periodística de Manuel Belgrano continuó durante sus labores militares posteriores a la Revolución. Entre el 10 de julio de 1817 y el 31 de diciembre de 1818 publicó el semanario Diario Militar del Ejército Auxiliador del Perú. Allí se divulgaban las noticias referentes a las alternativas de la campaña y los principios morales que debía seguir el Ejército. 

 

 
 
Fuentes: Instituto Nacional Belgraniano/Autobiografía Manuel Belgrano/ Valenzuela D. y Sanguinetti M. en "Biografía de Belgrano".