Cómo funciona Puntos de Cultura
Convocatoria 2020 del Programa Puntos de Cultura
Se encuentra abierta la 2ª instancia de la convocatoria de Puntos de Cultura. En esta nota te contamos de qué se trata y cuáles son las bases para inscribirse6 Puntos de Cultura que transforman la vida de sus comunidades
La cultura viva comunitaria se siente y se respira en cada punto. Seis organizaciones de Cultura y Diversidad de distintas regiones nos cuentan cómo es el trabajo que realizan.Qué es IberCultura Viva
Argentina preside esta iniciativ intergubernamental, que tiene como objetivo potenciar la creación y el desarrollo de redes de actores culturales en la regiónPuntos de Cultura es un programa del Ministerio de Cultura de la Nación creado para acompañar proyectos culturales que llevan adelante organizaciones y redes comunitarias en el territorio nacional, tomando como modelo el programa Cultura Viva que funciona en Brasil desde 2004.
En la Argentina, la Red Nacional de Puntos de Cultura, que nació en 2011, cuenta con casi 700 organizaciones que trabajan con diferentes poblaciones y transforman la vida de sus comunidades a través de la cultura y el arte. El programa no solo brinda subsidios para llevar adelante los proyectos, sino también asesoramiento en la presentación y ejecución de los mismos; herramientas de capacitación; y la posibilidad de trabajar en red junto a los Puntos de todo el país, lo que busca fortalecer y multiplicar las políticas culturales comunitarias.
Este año, además, se sumó la línea Fondo para redes, para organizaciones que trabajan colectivamente con un proyecto común.
De cara a la quinta convocatoria del programa, algunos Puntos nos contaron su experiencia.
Alberto Ingold, Asociación Civil La Fragua,Villa Elisa (Entre Ríos)
“Somos un centro educativo cultural que nació entre 2002 y 2003 con el proyecto de construir un espacio que pudiera reflejar las diversidades culturales de la región desde distintas expresiones artísticas y, además, recibir las expresiones culturales de otros lugares de la Argentina y de otros países. Ese intercambio de saberes, de culturas y de miradas nos enriquece y hace crecer la comunidad. Desde distintas áreas de trabajo, un centro de producción audiovisual; un Espacio INCAA; un cine ambulante; talleres de música, pintura, teatro, danza; espacios de capacitación y educación presencial y a distancia, intentamos llevar adelante ese objetivo. Somos parte de Puntos de Cultura desde que nació. El programa nos brindó, en el comienzo, recursos de infraestructura, porque necesitábamos ampliar el edificio en función del crecimiento de la organización, y a partir de ahí fuimos formando parte de esto, que fue una primera mirada que tuvo el Estado hacia las organizaciones comunitarias. Yo lo defino como un vaso de agua en medio de ese desierto y esa soledad que muchas veces tienen nuestras agrupaciones de cultura comunitaria. Puntos de Cultura se fue convirtiendo en un espacio cada vez más importante para poder pensarnos, gestionar recursos económicos, tener interlocutores con quienes discutir programas de capacitación y políticas públicas, para articular con otros programas del Ministerio de Cultura, para ser referencia y construir hacia nuestro propio territorio, porque ser un Punto de Cultura nos permite poder hablar en otros términos con el municipio, con la provincia, poder trabajar con otras organizaciones. Claramente nos ayudó a consolidar nuestro trabajo”.
Pablo Riveros, Semillas del Sur, Villa Ciudad Parque (Córdoba)
“Somos Puntos de Cultura desde 2011. Empezamos con un proyecto integral que se llamó 'Entrelazarte', y buscaba generar un puente entre la comunidad originaria –que hoy ya son criollos– de Villa Ciudad Parque y todos los que fueron llegando. Queríamos unificar eso culturalmente a través de talleres artísticos que pusieran en valor los conocimientos y saberes que había en el lugar y todo lo que se fue incorporando a medida que diferentes generaciones de familias fueron a vivir ahí. Puntos fue muy importante, no solo desde el recurso económico, si no para destacar el trabajo del Estado con las organizaciones y magnificar la importancia de estos espacios en el territorio. En el centro cultural, tenemos talleres que van desde hilado y yoga, hasta audiovisuales y locución. También trabajamos mucho con lo que es capacitación en oficios: albañilería, electricidad, mantenimiento, huerta comunitaria, costura, corte y confección. Es un lugar donde muchos vecinos encuentran contención. Ahora estamos construyendo un taller de artesanía comunitaria; y también funciona la radio 'El brote', que es la primera del pueblo. Semillas trabaja bastante en lo social y, por las tensiones propias de un territorio que hacer hincapié en cuestiones que tienen que ver con la cultura del lugar, nos hizo muy bien tener una relación con el Estado nacional. Nos puso en valor el trabajo que quizás territorialmente se estigmatizaba por algún sector de la población. Después, en términos de recursos fue fundamental, somos una organización autogestionada, por lo tanto nos sirvió muchísimo para estimular el trabajo, para equiparnos. También nos ayudó en la articulación con otras organizaciones y, fundamentalmente, con el objetivo del proyecto que fue la vinculación entre esos sectores que formaron la población que hoy es Villa Ciudad Parque. Puntos de Cultura vino a fortalecer nuestro trabajo como organización y nuestros vínculos con el exterior. Nos sacó de nuestro espacio a la casa del vecino y trajo el vecino a nuestro espacio”.
María Emilia de la Iglesia, Cooperativa La Comunitaria, Rivadavia (Buenos Aires) y General Pico (La Pampa)
“La Cooperativa La Comunitaria es una organización cultural y social que está en el límite de dos provincias: en el noroeste de Buenos Aires y en el este de La Pampa, comprende lo que es el distrito de Rivadavia, y General Pico. Son comunidades rurales. Hace diez años venimos haciendo un trabajo cultural con dos patas fuertes: una en lo comunitario; y la otra con talleres de oficio más vinculados a la economía social, festivales, encuentros. En cada uno de los lugares, trabajamos en diferentes espacios culturales y realizamos muchas actividades que tienen influencia en la comunidad. Es una organización bastante fuerte en la zona. Desde 2016, somos Puntos de Cultura y estamos muy contentos porque eso nos da un recurso para poder mejorar nuestro espacio cultural. Ahora estamos comprando sillas, materiales para armar un escenario móvil a través de los talleres de oficio, varias cosas que podemos hacer gracias al apoyo y el financiamiento del programa. Es muy auspicioso poder pensar políticas públicas, la incidencia en el territorio, en nuestras comunidades, para que puedan crecer y que cada vez haya más diálogo real entre las organizaciones y el Estado que permita que nuestros trabajos culturales comunitarios se desarrollen y se potencien. Nosotros festejamos mucho que esto sea una política de Estado y que no se perdiera con el cambio de gestión, porque el programa es una herramienta muy importante y tiene que crecer. Es una política pública que sale de la ciudad de Buenos Aires y se federaliza, y creo que esa federalización de la cultura es lo más importante que tiene Puntos”.
Moisés Rioja, Wayruro, Jujuy
“Formo parte del colectivo de comunicación popular Wayruro. Nuestra organización, que este año cumple 23 años, surgió como un espacio de comunicación alternativa. A partir de ahí, Wayruro se posicionó como un espacio de producción audiovisual. En la actualidad, llevamos realizados casi 150 productos entre series, cortos, y toda la gama, con temáticas variadas: derechos humanos, pueblos originarios, desocupados y más. Desde 2011 a esta parte hemos producido mucho para Canal Encuentro, Paka-Paka, Acua Mayor. Wayruro está dividido en tres espacios: el área de producción, que es donde hacemos los documentales; un espacio de fomento; y uno de capacitación, desde el que gestionamos un centro de formación profesional que se llama 'Kallpa TV: Canal/Escuela'. Este es, por un lado, una red de organizaciones de Jujuy y del NOA; por otro es un espacio formativo; y finalmente, es un canal comunitario. Eso es Wayruro. Formamos parte de Puntos de Cultura desde la primera convocatoria, en 2011. El proyecto que ejecutamos durante todo el 2012 se llamaba “Barrio-cine”, y desde ahí estamos muy vinculados al programa. Para nosotros es un espacio muy importante en cuanto a la articulación con otras organizaciones. Es un espacio en el que se entiende que somos trabajadores de la cultura y, específicamente, trabajamos sobre la construcción del sentido y lo que cada uno es, relacionado a la comunicación popular. Puntos de Cultura fue un empujón para comenzar a construir esto que hoy tenemos como un lugar de capacitación, de formación, que es un enorme semillero de comunicadores”.