"Breccia decidió romper con todo lo que parecía correcto para la historieta"

A un siglo del nacimiento del uruguayo Alberto Breccia, la Casa Nacional del Bicentenario inauguró “Breccia 100. El dibujo mutante”, una muestra que recorre y celebra vida y obra de uno de los historietistas más importantes de la región.

Con la curaduría de Laura Caraballo y Thomas Dassance, se exponen por primera vez en el país más de setenta originales de su autoría, entre ellos: ilustraciones, planchas, revistas, libros, fotografías, videos, proyecciones y entrevistas filmadas, que se pueden visitar hasta el 23 de junio en la calle Riobamba 985 (CABA).

El inventor de formas

Mediante sus características ficciones, trazos y viñetas, Alberto Breccia fue un autor pionero, un inventor de formas que, con un estilo único y personal, logró una proyección internacional. Algunas de sus producciones más famosas fueron Sherlock Time, Ernie Pike, Mort Cinder, Vida del Che Guevara, y una adaptación de El Eternauta. Todas ellas, claro, con guiones del gran Héctor Oesterheld. Perramus, de Juan Sasturain, también forma parte de su producción.

Los curadores de la muestra, Laura Caraballo y Thomas Dassance, nos acercan al universo de Breccia y nos explican, desde una perspectiva más profesional, en dónde poner el foco para para disfrutar la exhibición de manera olísitca y sacarle más provecho.

-¿Cuál es la propuesta curatorial sobre la obra de Alberto Breccia?

Thomas Dassance: Con Laura nos propusimos armar una muestra que permita entender la obra de Alberto Breccia no solo desde el punto de vista cronológico, sino también de sus ejes temáticos y estéticos más importantes. Como tal, la muestra empieza por los inicios de Alberto, su encuentro con Oesterheld hasta llegar al punto de inflexión en su carrera en la que decide romper con todo lo que parecía "lo correcto" para la historieta y el dibujo de historieta en aquel entonces. A partir de ahí, el visitante ingresa en distintas secciones que ya no dan cuenta de una transformación gradual o por "acumulación", sino de los ejes que fue desarrollando a lo largo de su carrera, con idas y vueltas y que atraviesan varias obras que hizo a partir de los 80.

Laura Caraballo: Con la selección de obras se buscó también poner de manifiesto la increíble diversidad estilística de Breccia: cuando visitamos la muestra pensamos que bien podría tratarse de una exposición colectiva. Breccia tenía un gran desapego con respecto al estilo, para él lo más importante era el relato y también la expresión. Breccia fue un expresionista metódico, con un crudo trabajo de mancha, salpicado, acumulación de texturas y de colores (en su obra a color). Pero todo eso entraba en el “orden” estricto de la página de historieta. En cada viñeta, Breccia crea un mundo absolutamente cautivante.

-¿Cuál es la importancia de su trabajo, a cien años de su nacimiento?

Thomas Dassance: Los 100 años de su nacimiento son la excusa perfecta para volver sobre la inmensidad y diversidad de su obra. Hoy más que nunca, Breccia es una figura primordial en lo que fue y es el desarrollo de otro tipo de historieta "adulta". Una historieta arriesgada, con elecciones gráficas y narrativas precursoras y que tendían a usar la experimentación para ir más allá de lo que se conocía habitualmente en el noveno arte. Por eso, Alberto sigue siendo una fuente de inspiración para todas las nuevas generaciones de autores que se nutren de sus experimentaciones y de su compromiso con la narración más adecuada para cada historia para poder realizar sus propias obras.

Laura Caraballo: Exactamente. Breccia es un gran maestro de la historieta universal. Después de haber hecho dos exposiciones en Francia, festejar sus cien años con una gran exposición en Buenos Aires era un paso realmente obligado.

-¿Cuál es la estética brecciana y su influencia en el arte de la historieta?

Thomas Dassance: La estética brecciana es, a mi entender, el compromiso de no "casarse" con un estilo único y reconocible por todos. Breccia decía que el estilo es la firma del dibujante que quiere que la gente no reconozca a primera vista. Para él, el estilo tenía que ser puesto al servicio de la historia, y como tal, renovarse con cada nuevo relato y los desafíos que planteaba.  

Laura Caraballo: Breccia es un precursor en el uso de recursos de la plástica aplicados a la historieta. Desde la pintura hasta el collage, pasando por el uso de materiales no convencionales como la hoja de afeitar para dibujar, Breccia hacía de la experimentación un protocolo de trabajo. También se puede ver el uso de pegamento para dar textura táctil, que desde ya, no se veía en la reproducción pero que daba un efecto visual- e incluso la nafta, que él mezclaba con agua y tinta para crear todo tipo de texturas visuales.

-¿Qué obras podrían destacar para que nadie se las pierda?

Thomas Dassance: En la muestra la gente va a poder ver originales de Mort Cinder y descubrir por primera vez que no estaba previsto que sea editado con negros plenos, sino con matices de grises. Se van a poder ver, también por primera vez (o casi), originales de Perramus, la obra que realizó con los guiones de Juan Sasturain; originales bellísimos y con un nivel de detalle increíbles, donde se pueden ver los papeles pintados que Alberto preparaba para hacer fondos y darle textura a sus viñetas. Hay también toda una sección a color con obras menos conocidas, pero que muestran el trabajo único que Alberto realizaba con sus formas de color casi sin trazo, entre tantas otras obras que hay para admirar.

Laura Caraballo: El impresionante trabajo pictórico de Breccia se puede ver en la muestra, justamente con esta creación de formas a través de la mancha y sin la presencia de línea, de la que habla Thomas. Por eso recomendamos acercarse mucho a las obras, para observar los detalles de este tipo de construcción de la imagen, tan pictórica. A simple vista, parece que hubiera líneas, pero Breccia no hace un solo trazo en toda la plancha; sus imágenes son resultado de puros volúmenes de color yuxtapuestos y superpuestos. También se puede observar el trabajo de blancos en pintura, que también es muy característico, por ejemplo, en las planchas de El Extraño caso del señor Valdemar, adaptación del cuento homónimo de Poe.

-¿Qué cosas se deberían tener en cuenta para entrar al universo brecciano? ¿Tiene recomendaciones para disfrutar más de la muestra?

Thomas Dassance: Una cosa que hay que tener en cuenta es la época en la que se hicieron todas las obras expuestas. Hoy, nuestro ojo puede estar más acostumbrado a ver dibujos experimentales, narración en historieta que rompe los códigos. Pero verlo, pensando que esto se remonta a 30, 40 y hasta 50 años atrás, te vuelve a poner en el contexto inicial en el que Alberto Breccia fue un verdadero motor de cambio y una inspiración para muchos otros autores que no se atrevían a hacer lo mismo. La otra recomendación es ir con tiempo, para poder detenerse en los detalles de cada original, ver sus texturas, sus trazos y collage. Es una oportunidad que no se tuvo en años, ya que toda la obra estaba en Francia.

Laura Caraballo: Absolutamente. Por un lado, tener en cuenta el contexto en que estos trabajos fueron realizados, y por otro, la observación del detalle. Es muy útil también comparar con algunas planchas editadas que vemos en vitrina, ya que, como ya dijo Thomas, la diferencia entre original y edición es sencillamente abismal.