Arte Precolombino en el Museo Histórico Nacional
Arte Precolombino en el Museo Histórico Nacional

Arte Precolombino en el Museo Histórico Nacional

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El Museo Histórico Nacional inauguró una sala con 1033 piezas de arte precolombino, proveniente de la colección privada de Nicolás García Uriburu, y cedida al Estado por su hija Azul.
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Antes de la llegada de los españoles a América, en 1492, distintas culturas ya se habían desarrollado desde México hasta el Cono Sur, dejando huellas premanentes en lo que hace a escultura, arquitectura, arte rupestre, cerámica, textil, metalista y pintura. Pero más allá de las expresiones artísticas, sus creaciones nos permiten tener conocimiento de la vida cotidiana de nuestras civilizaciones originarias. A esas realizaciones artísticas e intelectuales, desde una perspectiva eurocéntrica, se las conoce como Arte Precolombino.

El período precolombino abarca 20 mil años antes de Cristo, y en Argentina 12 mil años de antiguedad. Son las primeras poblaciones que ingresaron en lo que hoy es la República Argentina. Las culturas son infinitas y algunas ni siquiera tienen nombre. Hay diferentes maneras de estudiarlas. Antes de Argentina, Perú, Chile, Bolivia, no había estas divisiones, había divisiones políticas que eran transversales. Todo este pasado andino es también pasado argentino, en cuanto que somos Argentina como parte de una historia continental.

Vida y Belleza en los Andes Prehispánicos

Así bautizó el Museo Histórico Nacional a la nueva sala de Arte Precolombino: Vida y Belleza en los Andes Prehispánicos. La nueva muestra permanente alberga piezas que pertenecieron al artista plástico Nicolás García Uriburu, y que fueron cedidas al Estado por su hija Azul. El conjunto de piezas reúne una gran variedad de reliquias arqueológicas que se representan la cosmovisión andina, los saberes, creencias y formas de organización política de los pueblos que habitaron la Sudamérica antes de la llegada del español.

Para poner a punto la nueva exhibición, fueron convocados por el Museo un equipo de arqueólogos y especialistas del Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano, para trabajar en la catalogación de las piezas y colaborar en la curaduría. El equipo está integrado por Gabriela Guraieb, María Pía Falchi, Malena Vázquez y Gustavo Àlvarez Rodríguez, actual director del Museo Histórico Malvinas e Islas del Atlántico Sur.

El mundo andino y sus cosmologías

La licenciada en Arqueología, María Pía Falchi, cuenta que "la exposición describe al mundo andino como un todo: incluye materiales de varias culturas, que compartieron creencias y cosmologías, y que permiten hacer una muestra no por cultura en particular, sino como mundo andino en general".

Y agregó: "El noroeste argentino formó parte de ese mundo y se nutrió de saberes y tecnologías. Las piezas fueron adquiridas como objetos bellos, por eso la mirada del artista plástico tuvo tanto que ver en la conformación de esta colección. A nosotros, como arqueólogos, nos interesa no solo la belleza del objeto sino también qué función cumplió dentro del entramado social en la conducta humana que le dio vida a ese objeto".

En esa misma línea, la licenciada explica que "el objeto por sí mismo no es el fin, sino el medio para comprender cómo vivía la gente del pasado. Los contextos funerarios son los que reúnen los objetos de mayor belleza y de mayor calidad técnica. El tejido es un arte muy desarrollado en el mundo andino y se lo denomina el arte mayor de Los Andes por la variedad de técnicas y la perfección con la que fueron realizadas las piezas".

Las técnicas ancestrales

"Lo que queremos", dice María Pía, "es que el público entienda que no toda la cerámica es la misma, no todo el textil es lo mismo, no toda la metalúrica es la misma. Detrás de cada materialidad hay toda una trayectoria de saberes, de cientos de años, que se resumen en cada objeto. La música también formó parte muy importante en las ceremonias, en las celebraciones, por eso hay tanta cantidad de objetos de viento como flautas de pan, cikus, quenas, silbatos, vasijas silbadoras, cascabeles", resalta la especialista.

Gustavo Álvarez Rodríguez, actual director del Museo Malvinas e Islas del Atlántico Sur e integrante del equipo que participa del proyecto, agrega que "el público podrá conocer la cosmovisión andina desde su tecnología. Encontramos materiales como cerámica, lítico, metal y textil representado en un universo muy amplio que abarca desde un instrumento musical hasta una pieza textil hecha con plumas".

Por su parte, Malena Vazquez, licenciada en Arqueología del INAPL, nos transporta en el tiempo y cuenta que "Los Andes ha tenido un desarrollo estético impresionante. Antes de que empezaran a trabajar la cerámica estaba el arte rupestre, hasta épocas mucho más reciente. La colección tiene piezas mapuches, que casi conviven con nuestra vida republicana".

Y agrega: "Fue una grata sorpresa ver la cantidad y variedad de piezas que hay en esta colección, de todas partes de América, desde Chile al sur hasta Colombia o México más al norte. Un primer paso fue el registro de las piezas, su determinación cultural, su adscripción temporal y una descripción del estado de conservación al momento de recibirlas. Todo este trabajo es previo al proceso de conservación y limpieza, que hizo personal de conservación del Museo. Una vez terminada la limpieza y la puesta en estabilización de los objetos colaboramos con la selección de las piezas para la muestra y lo que la muestra contaría, más allá de los bellos objetos. Uno de nuestros objetivos era darle significado social y cultural a los objetos".

"Los arqueólogos trabajamos siempre por relación a otras investigaciones que se han hecho, en las que se ha podido contextualizar objetos como ollas, muñecas, colgantes, flautas, etc. Quisimos mostrar la tecnología, la vida cotidiana, los animales, el mundo de los muertos y lo sobrenatural en la cosmovisión andina, la definición del hombre andino y la mujer andina en cuanto a su vestimenta y lugar de origen", continúa Malena.

1033 nuevas piezas

Viviana Melloni de Mallol, directora del Museo Histórico Nacional, expresa con alegría que la llegada de la colección arqueológica de Nicolás García Uriburu "representa un momento paradigmático para la historia del coleccionismo de esta institución. El Museo, en los primeros años de su formación, recibió algunas piezas arqueológicas aisladas, pero, recién en 1949, después de casi medio siglo de fundado, adquirió una pequeña colección de 50 piezas. Es ahora cuando podemos custodiar, en nuestro acervo, más de 1033 piezas cedidas por Azul García Uriburu. En este sentido, cambia absolutamente todo lo que es el relato de la historia nacional en el Museo y, principalmente, la misión que tenía el Museo de la que ahora tiene".

"La exposición va a despertar la curiosidad de los especialistas, arqueólogos, antropólogos e historiadores, y podrán, a partir de ahora, en un lugar público investigarlas y poner todos sus conocimientos para el abordaje de estas piezas", concluyó Viviana.

Reliquias

La licenciada Malena Vázquez nos cuenta detalles de algunas de las piezas que integran la colección y que podés visitar en la nueva sala de Arte Precolombino en el Museo Histórico Nacional.

Metalurgia: Brazalete


"Es importante la calidad y cantidad de metalurgia andina (plata, oro y bronce) que hay en esta muestra y en esta colección. Maestros del trabajo en bronce fueron los Moches, que estuvieron en el norte peruano entre el 100 y el 700 después de Cristo. Un ejemplo es el brazalete que representa un jaguar, animal muy respetado y muy involucrado en todas las creencias andinas y muy relacionado con los grandes señores, los gobernantes y sacerdotes. El felino tiene las fauces abiertas y unas medallitas que hacían ruido cuando la persona lo usaba. La sonoridad en las ceremonias era muy importante. Demuestra mucha destreza".

Cerámica


"La cerámica en Los Andes fue una de las tecnologías más extendidas, se usó para hacer desde ollas hasta colgantes y representar a los gobernantes o personas importantes. En la muestra hay ejemplos de cerámica Chancay, cultura previa a Los Incas, que se desarrolló al sur de Perú, entre el 1100 y el 1470 después de Cristo.

Una pieza representa a un guerrero con sus atributos. Tiene un gorro que está marcando su pertenencia étnica, una pechera, un fal de jean, un tocado y un hacha en la mano. Se construyeron, en cerámica, vasijas silbadoras o musicales, no son funcionales, tienen picos muy chicos. Se usaron para hacer música, para reproducir sonidos, de aves, de personas.

Otro ejemplo es una cerámica Moche que representa un señor en una actitud muy cotidiana, para contrastar con los guerreros que se ven en otras piezas.

Parte del atuendo de los grandes señores y de los guerreros eran los gorros de plumas, para identificar que importantes eran y de donde venían.

La muestra estará abierta de miércoles a domingos, de 11 a 18, durante el año 2019.
Entrada libre y gratuita