Por primera vez, Buenos Aires es sede del Premio Formentor de las Letras

Que la capital argentina sea la elegida para anunciar al ganador del Premio Formentor tiene un significado simbólico para Argentina, ya que es un premio fuertemente vinculado a nuestro país: Adan Diehl construyó el Hotel Formentor, sede de tertulias literarias que luego derivarían en el premio; Jorge Luis Borges fue el primer premiado y Witold Gombrowicz el último de la primera época. En esta segunda fase, han sido premiados Ricardo Piglia y Alberto Manguel, actual director de la Biblioteca Nacional.

"Por primera vez se reune el jurado y se anuncia el Premio Formentor de las Letras fuera de España. Que sea en Argentina tiene que ver con la historia del premio, pero además, con el valor simbólico de este país en el ámbito cultural y literario. En pocos lugares del mundo la lectura tiene tanta importancia simbólica para la sociedad como acá, especialmente después de la dictadura militar. Aquí, la lectura es la libertad ciudadana, y en Argentina tenemos grandes escritores, pero por sobre todo tenemos muy buenos lectores. Me parece una idea excelente que el Formentor se anuncie en la Biblioteca Nacional, precisamente un lugar que simboliza la identidad argentina en el mundo", dijo Manguel.

La casa de Victoria Ocampo -donde se fundó la legendaria revista Sur, una de las publicaciones literarias más importantes de la época y de la región- abrió sus puertas el fin de semana del 7 y 8 de abril al jurado del Premio Formentor 2018, para decidir el próximo ganador del galardón: se trata del poeta y escritor rumano Mircea Cărtărescu, de 61 años. El comité está compuesto por Basilio Baltasar, presidente del Premio Formentor, escritor, editor y periodista; Alberto Manguel, director de la Biblioteca Nacional, escritor, doctor honoris causa de las universidades de Liège (Bélgica), Anglia Ruskin (Cambridge, Inglaterra), Ottawa y York (Canadá); Andrés Ibañez, uno de los escritores españoles más representativos de su generación; Francisco Ferrer Lerín, poeta, narrador, filólogo y ornitólogo; y Aline Schulman, escritora, traductora, profesora en la Sorbona.

La historia del Premio Formentor

En la década de los 20, el poeta y millonario argentino Adán Diehl construyó e inauguró el Hotel Formentor, centro de cultura y ocio de la clase alta europea. El sueño de Diehl duró siete años y ocasionó la pérdida de su fortuna, razón por la que regresó a Buenos Aires sin llegar a ver el brillo que luego adquirió su proyecto. En la década del '50 resurgió de la mano de Tomeu Buadas, nuevo propietario que lo volvió a inscribir en la agenda turística internacional sin olvidar su primera vocación artística y literaria. El hotel se convirtió así en anfitrión de los foros y tertulias más importantes y reconocidas del continente y del Premio Formentor de las Letras.

Hay dos períodos en los que se divide la historia de este galardón, separados por una interrupción de 43 años. La primera etapa se extendió de 1961 a 1967 -impulsado por editores europeos icónicos como Carlos Barral y Antoine Gallimard- y se entregaba en dos categorías que podían quedar vacantes, Internacional y Formentor; y en 2011 fue retomado en una única categoría, con motivo del 50° aniversario de su creación, bajo el mecenazgo de las familias Barceló y Buadas. El Premio Formentor reconoce la obra de grandes autores que han dedicado su vida a la literatura resguardando su esencia y herencia cultural.