![Oliverio Girondo y sus 365 maneras de cocinar huevos](/media/uploads/31561634223_4c22bda8af_c.jpg)
Oliverio Girondo y sus 365 maneras de cocinar huevos
Siete poemas ingeniosos de Oliverio Girondo
A 129 años de su nacimiento, homenajeamos al escritor argentino de la mejor manera: leyendo sus poemas.13 poemas para recordar a Alejandra Pizarnik
Flora Alejandra Pizarnik nació el 29 de abril 1936, y murió el 25 de Septiembre de 1972. A 83 años de su nacimiento, recordamos a la artista con 13 poemas de su autoríaLa historia detrás de Girondo y su espantapájaros de papel maché
En 1932, el poeta construyó una escultura —que ahora se exhibe en la Biblioteca Nacional— y la paseó por Buenos Aires en una carroza, pero el gesto no fue bien recibido por algunos escritores; enterate por qué14 desconocidos se juntan a escuchar un poema de Oliverio Girondo y mirá cómo reaccionan
En homenaje al autor de Espantapájaros, de cuya muerte se cumplieron 50 años el 24 de enero, invitamos a 14 personas a escuchar el poema "12" recitado por Gonzalo Heredia. El único requisito era que se miraran a los ojos y reaccionaran espontáneamente. ¡Éstos fueron los resultados!Homenaje a Girondo en la Biblioteca Nacional
La muestra incluye dibujos e ilustraciones, grabaciones de sus lecturas y la gran escultura del Espantapájaros, con la que el artista promocionó su obra maestra en 1932Es por todos conocido que Oliverio Girondo fue un poeta argentino vinculado a la vanguardia porteña de los años 1920. También que se casó con la escritora Norah Lange, que fue un viajero incansable y un anfitrión destacado. Sin embargo, hay aspectos desconocidos de la vida del autor de Veinte poemas para ser leídos en el tranvía, Calcomanías, Espantapájaros y En la masmédula, entre otras obras. Te contamos algunos de ellos.
Nacimiento apócrifo. Oliverio declaraba haber nacido en 1891, pero su documento de identidad lo desmiente. Octavio José Oliverio Girondo nació el 17 de agosto de 1890, pero por coquetería o simple diversión, decidió “rejuvenecer” un año.
De huevos, omelette y otras yerbas. Girondo comía huevos todos los días de su vida y su biblioteca ostentaba un libro con 365 maneras de cocinarlos. Pero su pasión iba un poco más allá: cada vez que tomaba a una cocinera para trabajar en su casa le hacía “la prueba del omelette”. La aspirante debía preparar ese plato para el escritor y si él lo encontraba sabroso, la cocinera ingresaba a sus cocinas.
Un libro de recetas. El escritor también se interesaba por la cocina. Además de los libros de recetas con huevos, Girondo tenía en su biblioteca ejemplares sobre cortes y técnicas de cocción. También colaboró en la realización de El gran libro de cocina de la cocinera Marta Beines, aunque prefirió no figurar en los créditos de la publicación.
Girondo bailaba el tango como ninguno. Oliverio era un gran bailarín de tango. A la hora de la danza, en las tertulias que organizaba, el escritor calzaba unos zapatos de charol con un moñito de raso e implementaba una técnica de baile particular que consistía en moverse dentro de los límites de una baldosa.
Oliverio, el coleccionista. Girondo coleccionaba piezas de arte, libros y objetos particulares. En sus constantes viajes por el mundo adquiría estos objetos y los exhibía en su casa. Entre sus tesoros había un barco en nácar con luces, una mesa con textiles precolombinos, cofres, cajas de música, escafandras y hasta un caballo de calesita. Además, contaba con 6000 libros, entre los que se destacaban un ejemplar que había pertenecido a Oscar Wilde, libros de viajeros del siglo XVIII y volúmenes sobre el mundo precolombino.
Dibujos de amor. Oliverio era aficionado al dibujo y dibujaba a diario. Sobre todo para su amada Norah, a quien le dejaba dedicatorias amorosas con dibujos sobre los muebles de la casa. “Todo era amor… amor!/No había nada más que amor”, en palabras del propio Girondo.
Fuente: Susana Lange/Herederos de Oliverio Girondo y Norah Lange.