LATE: La historia de la selección argentina en figuritas

LATE llegó al Museo Casa Rosada para emocionar a sus visitantes con una muestra que reune álbumes de figuritas, camisetas, muñecos, bocetos, y piezas únicas relacionadas a los mundiales en los que participó la Selección.

Como instantáneas de su época, las figuras de Kempes, Maradona, Houseman o el gauchito del mundial ‘86, invitan a los más grandes a iniciar un viaje retrospectivo a una infancia donde las bolitas, el yo-yo, el balero y el álbum no faltaban entre sus tardes de juego.

Matías Bauso, el curador de la muestra, cuenta que las prácticas respecto a las figuritas cambiaron mucho. “Antes los álbumes de fútbol eran populares entre niños, varones, de escuela primaria. Esa costumbre se modificó y hoy son hombres y mujeres de hasta más de 40 años los que coleccionan. Y si “nola” se consigue por internet” indicó.

“Ídolos del deporte” es el primer álbum donde aparece por primera vez el plantel mundialista argentino. Fue para el mundial de Chile ‘62, y si bien era un álbum del fútbol local, ese año incorporó dos páginas dedicadas a los jugadores de la selección. 

“Mi preferida es la de Rogelio Domínguez, arquero suplente del Mundial  de Chile de 1962. Tiene un valor sentimental porque fue el ídolo de mi papá y porque es parte del primer álbum que trajo un plantel mundialista”, afirma el curador sin dudar. 

Éste y muchos de los álbumes que se exhiben en LATE pertenecen al mayor coleccionista de figuritas del fútbol de la Argentina: Rafael Bitrán. Las tiene todas, desde el mundial 1962 en adelante. Otros fanáticos que prestaron sus tesoros fueron Guillermo Andino, Gonzalo Bonadeo y el coleccionista de camisetas, Hernan Girald.

Las ilustraciones de Jorge de los Ríos fueron vistas por generaciones enteras a través de la revista “Anteojito”. Trabajó durante 45 años con García Ferré e ilustró casi el 80% de las tapas. También fue el dibujante de las figuritas de los álbumes de la década del ‘60 y ‘70.

Cree que a lo largo de su vida habrá dibujado más de 2500 figuritas – sabe con exactitud que 1700 son de River, el club de sus amores-. No sólo dibuja, sino que hasta 1021 días atrás, antes que su esposa Delma abandone el mundo terrenal, pasaban tardes enteras pegando figuritas, celebrando cada página completa y peleando con su imposibilidad de sacar el papel autoadhesivo.

“Mis dibujos son caricaturas porque cuando vos dibujás para los chicos no tenés que perder el parecido, ese estilo identificable. Olguin era un tipo lindo, tenia buenas cejas, ojos grandes;  Guido tenía una dentadura tremenda y lo hice bien morrudo y a los otros mas flaquitos; Pasarella cabeceaba muy bien por eso lo destaqué en esa posición.  Y con Gatti me deje llevar por la pasión de la tribuna que cantaba: tenemos un arquero / que es una maravilla / ataja los penales / sentado en una silla" ,destaca el dibujante. 

“Una de mis preferidas es la figurita del Pato Filliol. ¡Todo el mundo quedó enamorado de las dos que hice de él! El Pato era un ídolo de multitudes y es una persona extraordinaria. Lo dibujé con una gracia, con ese patito. Cada figurita de ese álbum las hice con tinta china y coloreado con temperas y acuarelas”, Recuerda con detalle.

“La difícil” parece ser la debilidad, tanto de Jorge De Los Ríos como Bustos. Coinciden en que la de Jorge Carrascosa, del Mundial ‘76 es magnifica. Es una creación de De Los Ríos y se convirtió en la figurita más difícil de la historia. Si la conseguías y llenabas el álbum, la editorial Crack te regalaba una pelota de cuero. Hoy sigue siendo una pieza preciada que se cotiza a un altísimo valor entre los coleccionsitas.

“Los grandes como Maradona o en la actualidad, Messi, nunca fueron figuritas difíciles porque la gracia y la emoción está en que circule, en que te toque en el paquete, en la tengas. En el mundial de 1974 por ejemplo, la figurita difícil fue de un jugador de Zaire y en el 1978 fue la del arquero de Alemania, Sepp Maier”, señala Bauso.

Únicos

Una de las joyas que se exhiben en LATE es el álbum Raspagol. Hasta 1982 la empresa Crack tuvo los derechos sobre los álbumes. La empresa cerró y en 1986, sin álbum oficial editado en Argentina, apareció el Raspagol. Nadie sabe quién editó esas figuritas redondas, de cartón, elaboradas casi de forma artesanal en las que había que escribir a mano el nombre de los jugadores.

Jorge De Los Ríos mira con nostalgia a través de la vitrina el álbum inconcluso del mundial 2002. “Con García Ferré empezamos a preparar un álbum para el Mundial de Corea,  pero finalmente la editorial cerró y el álbum quedó inconcluso", recuerda.

Una imagen gigante de Messi se destaca en el salón. Esta formada por la multiplicación de las más de 600 figuritas que componen la exposición: cientos de Batistutas, Valdanos, Luques, Tarantinis, Rattinis, se fusionan para renovar la ilusión y la esperanza mundialista. A todas ellas las podes sentir en LATE, palpitando en el corazón de los y las que aman el fútbol.