Conocé los instrumentos latinoamericanos autóctonos más curiosos
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La Orquesta de Instrumentos Autóctonos y Nuevas Tecnologías cruza lo tradicional de los instrumentos autóctonos con lo novedoso de las tecnologías aplicadas a la música
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La Orquesta de Instrumentos Autóctonos y Nuevas Tecnologías se fundó en 2004, en la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF), de la mano de Alejandro Iglesias Rossi y Susana Ferreres. La propuesta es interdisciplinar: atraviesa tanto la investigación y la composición musical como el mundo de la luthería y el de la creación de máscaras. En las performances intervienen en vivo sonoridades ancestrales mediante el empleo de tecnologías electrónicas, con una propuesta que comprende desde música popular de América hasta música electroacústica contemporánea. Rossi, su director, describe a la orquesta bajo dos vectores:

“Uno, el vector artístico; el otro, el vector académico. El vector académico lo podría definir como el retorno a la universidad primigenia, la universidad tal como se concibió en el Medioevo, como espacio para formar seres de conocimiento. Esto es lo que tratamos de transmitir: volver a una visión en la que el músico está inserto en lo académico desde otro lugar. Por su parte, el vector artístico es el que nos permite mostrar y chequear con el público si lo que estamos haciendo tiene el impacto que buscamos. La lógica es romper esa compartición entre lo académico y el artista. Desde la búsqueda profunda del artista, es también una declaración de principios de lo que es ser americano”.

Estos son algunos de los tesoros que componen la Orquesta:

  1. Ocarinas gigantes aztecas y mayas: instrumentos de barro cocido de un profundo contenido simbólico y estético, que poseen una tímbrica singular. Pertenecen a una tradición desaparecida hace siglos, recuperada por la Orquesta y transmitida en el ámbito académico.
  2. Vasijas silbadoras dobles: instrumento de barro que se destaca por una sonoridad distintiva debido a la utilización de líquido en su interior. Compuesta por dos esferas unidas por un tubo conector que actúan como cuencos donde se coloca el agua; una de las esferas está unida a un silbato y la otra a un tubo de insuflación. El líquido genera un burbujeo a la vez que una modulación a través de su compleja estructura sonora interna.
  3. Ehécatl (aerófonos aztecas): pertenece a la infinita riqueza de los instrumentos de arcilla mesoamericanos. Reconstruidos a partir del análisis de rayos x de piezas arqueológicas, este instrumento es un generador de sonido acoplado a una cámara resonadora. Su diseño interno posee una estructura altamente compleja que produce sonidos de espectros muy ricos, con variaciones en altura y timbre, dependiendo de la forma de su excitación y la configuración de las cavidades bucales durante su interpretación. Su sonido se asocia a la travesía final de nuestro recorrido por este mundo.
  4. Sahumadores sonoros: propios de la tradición Azteca y Maya, instrumento que se utilizaba para la purificación de los espacios sagrados. Está compuesto por un generador de sonido unido a un resonador y un incensario, en el que se coloca carbón y copal, generando el sonido del viento al mismo tiempo que el copal se eleva.
  5. Huehuetls y Teponaztlis: propios de la cultura Azteca, son tambores construidos a partir de troncos ahuecados. Los Huehuetls se tañen sobre un parche de cuero y los Teponaztlis sobre las lengüetas talladas en su propio cuerpo. Llevan grabados diferentes secciones del Amoxtli Yoalli Ehecatl, el Libro-Códice del Viento Nocturno, escritura ritual mesoamericana.
  6. Zumbador amazónico: se encuentra tanto en la Selva Amazónica como en el Gran Chaco argentino. Constituido por una placa de madera en forma de pez, sujeta en un extremo a una cuerda de fibra animal, por medio de la cual se hace girar a la manera de una honda. Su altura varía en función de su tamaño y su forma. La velocidad del giro produce la sonoridad característica del viento.