¿Cómo se construyen un teatro y una sociedad accesible?
¿Cómo se construyen un teatro y una sociedad accesible?

¿Cómo se construyen un teatro y una sociedad accesible?

Teatro
#CulturaAccesible
El Programa de Accesibilidad Cultural y el área de Gestión de públicos del Teatro Cervantes trabajan juntos para brindar acceso a la cultura a todos los públicos. Para ello, se han incorporado recursos técnicos y humanos para que las personas con distintas discapacidades puedan disfrutar del teatro en igualdad de condiciones según sus necesidades
Otros artículos que te pueden interesar

Con el propósito de hacer posible una práctica comprometida, centrada en la ley, los derechos ciudadanos y la convivencia social, el concepto de accesibilidad y su aplicación se viene trabajando con énfasis en distintos espacios culturales. De la mano de un equipo de profesionales, el Teatro Nacional Argentino - Teatro Cervantes (TNA-TC) muestra en concreto el trabajo mancomunado en políticas públicas culturales diseñadas sin restricciones para todos los públicos.

Herramientas accesibles

En abril de 2018 el espacio comenzó a sumar recursos técnicos y humanos para que las personas con discapacidad sensorial (visual, auditiva y la comunidad Sorda) puedan disfrutar de las obras en igualdad de condiciones según sus necesidades. Para eso, durante el 2019, la institución incorporó dos funciones accesibles en todas sus reposiciones. La iniciativa contempla visitas táctiles y funciones con recursos accesibles para garantizar un acceso igualitario a la cultura para todos los públicos. Servicios de audio-descripción introductoria, visitas táctiles, intérpretes de LSA (Lengua de Señas Argentina), programa de mano con código QR, aro magnético, asistencia con perros guía, y un trabajo comprometido del Área Gestión de Públicos del teatro y la Dirección Nacional de Innovación Cultural (DNINC) de la Secretaría de Cultura de la Nación.

Accesibilidad Cultural como política

Viviana Susena es parte del Programa de Accesibilidad Cultural en la Dirección Nacional de Innovación Cultural, de la Secretaría de Cultura de la Nación. Sonia Jaroslavsky la acompaña en la entrevista, trabaja en Gestión de Públicos del Teatro Cervantes. Con ellas conversamos sobre recursos y espacios accesibles, cómo es el cambio de mentalidad que acompaña y precede la implementación de políticas públicas, cómo son las creencias erróneas más comunes al hablar de discapacidad y cuál es el camino a seguir.

La entrevista

-¿Creen que hay una mayor conciencia en los públicos cuando hablamos de accesibilidad?

-Viviana: Se viene trabajando hace mucho. Tal vez sean movimientos aislados o acciones que no alcanzan la difusión que deberían. En lo que hace a contenidos culturales, accesibles, sí podemos decir que estamos dando los primeros pasos importantes. El foco ha estado puesto en lo que hace a infraestructura, a la arquitectura de los espacios, que es lo primero que viene a la mente cuando una persona habla de accesibilidad. Esos han sido espacios donde se ha trabajado y donde es más visible. En términos de empezar a pensar en contenidos accesibles, sí podemos decir que la Argentina está dando sus primeros pasos, con la visibilidad que nos da, en este caso, un teatro nacional como el Cervantes.

-Sonia: En otros países como en España están más avanzados. Si hacemos una retrospectiva, tanto del Teatro Cervantes como de otros espacios, en realidad a las personas discapacitadas se las escondía, no se las sacaba de la casa. De eso hace muchísimo tiempo. Ahora, con las escuelas especializadas, las pedagogías, y con años de recorridos, esto se fue modificando, incluso con la salida de las leyes. Pero aún con diversas leyes promulgadas muchas cuestiones no se estaban poniendo en acto. Las leyes tiene años y sin embargo no sucedía nada.

-Viviana: Exacto. La Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad específicamente habla de la cultura; el artículo 30, del acceso a la cultura, a los espacios culturales, al patrimonio a través de formatos accesibles. De acuerdo a la ley de accesibilidad web, por ejemplo, todos los organismos oficiales tendrían que tener sus páginas accesibles hace muchos años. Esto recién está empezando a suceder.

-Sonia: Tampoco existían la Agencia Nacional de Discapacidad o el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI); no existían un montón de instituciones que están velando y trabajando por las personas con alguna discapacidad o por los derechos de la población LGBTTTIQ+.

-¿La accesibilidad universal implica mucho más que la adaptación de espacios físicos, no es así?

-Viviana: El punto está en no pensar la accesibilidad solamente para personas con discapacidad. El concepto es mucho más amplio. En realidad todos en algún momento de nuestras vidas podemos pasar por alguna limitación de movimiento, por ejemplo, incluso en una situación saludable como puede ser un embarazo. Entender esto es pararse en otro lugar; es entender el mundo desde otro lugar.

-Sonia: Con Ana Durán, también del área de Gestión de públicos, fuimos convocadas por Alejandro Tantanian con la misión de trabajar con las personas que ya vienen al teatro y facilitarles la experiencia, desde la compra de entradas, por ejemplo. Pero también con la misión de trabajar con los que no vienen. Me refiero a la gente que no viene por distintos motivos: desde una persona que tiene recursos económicos pero elije el teatro comercial, hasta las personas que no tienen ese acceso por cuestiones económicas o culturales. Hicimos todo un trabajo de incluir niños, jóvenes y poblaciones que no estaban viniendo. Y un trabajo muy fuerte también con la población trans. Es fundamental ver qué materiales, y qué de su programación, sería una buena primera experiencia, para que después haya una segunda y una tercera buena experiencia en el mismo año.

Se trata de un trabajo que implica todo un proceso de continuidad. Pasar de “el teatro no es para mí” a “este lugar también es para mí”. Todo el trabajo es romper esa frontera. La primera frontera grande era el propio edificio tapeado, lleno de andamios. Se trabajó mucho para sacar andamios que estuvieron 15 años ahí. Y hacer procesos de trabajo, de repetir la experiencia para generar el famoso “habitus”, a lo Pierre Bourdieu, que en la repetición de la experiencia me empiezo a apropiar del espacio. Pero para que eso ocurra tiene que ser una programación que no me expulse. Pensar el qué y el para quién, siempre. Por eso trabajamos muy artesanal. Pero el trabajo es así. Hay que pensar qué materiales están buenos, para quién y hacer mucho trabajo de mediación. Es necesario pensar la idea del espectador pero en un sentido completo, que empieza mucho antes de venir al teatro y sigue mucho tiempo después de la visita.

-Es decir que el espíritu que subyace al concepto de la accesibilidad es incluir a todo colectivo que por algún motivo no se sienta parte.

-Viviana: Esa es la mirada. El encuentro puntual de trabajo -en conjunto, el Programa de Accesibilidad Cultural de la Dirección Nacional de Innovación Cultural y Gestión de públicos del Teatro Cervantes- fue pensando en la población de personas con discapacidad. Pero este es el espíritu y la misión de trabajo de gestión de públicos, de accesibilidad hacia la diversidad, hacia diferentes colectivos. Había varias poblaciones más que incluir. Una suerte de “que no me expulse”, y ese “que no me expulse” es lo que de alguna manera limita a la persona con discapacidad; discapacidad definida en torno a las barreras que impone el medio. La misión es generar un espacio que convoque, porque dentro de estas poblaciones nos encontramos con gente que tiene 30 o 40 años y que es la primera vez que va a un teatro. La primera vez. Es fundamental que el entorno habilite. En el caso de las personas con discapacidad, muchas veces la barrera en realidad la pone el entorno.

-Sonia: Por eso la importancia de trabajar el concepto de accesibilidad cultural en sentido amplio, siempre integrando a las personas. Y por eso nunca vamos a hacer una función cerrada, especial, para personas de la comunidad Sorda, por ejemplo. Son funciones abiertas al público en general, con la distinción de que el teatro está esperando a determinado público y lo espera con las condiciones que necesita para que todos disfruten con igualdad, con equidad.

-Las denominaciones suelen cambiar. Para ser exactos, ¿lo correcto es hablar de personas con discapacidad, verdad?

-Viviana: Sí, hablamos de personas con discapacidad, y esto viene desde la Convención. Ahora, ¿qué nos pasa? A lo largo de los años y de la vida, la gente ha nombrado de diferentes maneras. Por eso insistimos tanto en el vocabulario. El colectivo de personas con discapacidad se nombra a sí mismo de esa manera. Primero está la persona; la discapacidad es una condición. Ese es el criterio.

-Hasta hace no mucho se hablaba de personas con capacidades diferentes.

-Viviana: Sí, y también se hablaba de minusválido, paralítico, sordomudo, todos términos que están totalmente fuera de lugar y caducos. Hablamos de personas. Personas. Hablamos de una persona Sorda. Y está bueno distinguirlo porque las personas Sordas son un colectivo y una comunidad muy fuerte que tiene su lengua propia. Esta distinción es importante porque es cultural, es su primera lengua, y se identifican a través de la lengua de señas. En el material escrito que entrega el Teatro Cervantes está hecha la distinción de personas con discapacidad auditiva y comunidad Sorda. No hay forma de equivocarse si, ante todo, uno habla de persona.

-Sonia: Hay mucha confusión en relación a todo esto. Incluso para nosotros fue un gran aprendizaje. Hicimos muchas capacitaciones, por desconocimiento o ignorancia sobre el tema. Hacemos adaptaciones y ajustes permanentes, con el personal de sala, de boletería, para recibir bien a todas las personas. En paralelo, estamos haciendo una especie de campaña educativa, de difusión, en pictogramas. Lo hacemos desde el Facebook del área de Educación del TC, poniendo los pictogramas de a poco, explicando qué significa una visita táctil, las leyes en vigencia, etc.

-Viviana: También explicamos el derecho a contar con la presencia del perro guía en espacios públicos y privados, porque es ley. De este modo, el teatro está visibilizando la existencia de la ley. Son leyes que están y que hay que ponerlas en valor y mostrarlas. Todo esto hace a la convivencia.

-Sonia: El bebedero para el perro guía lo ponemos en general en las funciones con recursos accesibles, lo mismo que los programas de mano. Hay dos tipos de programas para las funciones accesibles: video con LSA, lengua de señas y subtitulado, pero en general todos programas de mano tienen código QR, con punteado en relieve.

-Viviana: El QR es un recurso muy importante dentro de todo este proceso que está haciendo el Teatro Cervantes: es un recurso de accesibilidad por excelencia; lo incorporan todos los programas. A una persona extranjera, por ejemplo, escuchar ese QR le va a facilitar la lectura. Es decir que no está pensado solo para personas con discapacidad.

-Sonia: Es muy lindo, también, porque participan el director y un actor o una actriz del elenco. La idea que trabajamos es que todo sea de excelencia. Entonces no es solo un recurso accesible, sino que estás grabando los audios con la voz de Diego Capusotto o de Cristina Banegas, por ejemplo. Esto es un material hermoso en sí mismo. Escuchas el programa de mano por los artistas de la obra; ya como archivo histórico, teatral, es hermoso.

-¿Qué entienden ustedes por accesibilidad cultural?

-Sonia: El derecho de cualquier persona a asistir a cualquier espacio, pero también a ser recibido con las condiciones apropiadas.

-Viviana: La accesibilidad cultural es mucho trabajo, y estamos haciendo tanto... Es darte cuenta de que había una mitad del público a la que no estabas mirando. Ahora estamos trabajando con reposiciones. Un paso más sería sentarnos con un director que pueda pensar su obra desde el origen con recursos accesibles. Es otra instancia. ¿Qué podemos pensar? Un teatro en el que estén dadas todas las condiciones como para convocar a elencos integrados y que puedan venir, transcurrir por el teatro, y puedan actuar. Es pensar a las personas con discapacidad, no solo como espectadores, sino también como hacedores. Y es que nada puede estar validado o hecho responsablemente si no tenemos la voz de los verdaderos destinatarios del producto.

-Sonia: Con las visitas táctiles, por ejemplo, nos estamos dando cuenta de que algunas escenografías no son accesibles. Es todo un terreno muy interesante para desarrollar en los lugares donde se enseña escenografía o arquitectura.

-Eso implica un cambio de mentalidad.

-Sonia: Sí, un cambio de mentalidad, y fuentes laborales para muchas personas también.

-Viviana: Eso es lo interesante. Dentro de la cadena de producción de las industrias culturales muchas veces se piensa que la accesibilidad implica un gasto mayor. En realidad, es un público que está esperando, son consumidores que están esperando, y toda una cadena que se agranda porque empiezan a aparecer nuevos puestos de trabajo. Nosotros trabajamos en equipo con una persona que es locutora y audio-descriptora, con intérpretes de lengua de señas, con gente que tiene que ocupar espacios para que todo este engranaje funcione. Para validar estas puestas es fundamental que participen directamente en el proceso personas con discapacidad. Es un diálogo que tiene que estar.

-Sonia: Este año se decidió trabajar con reposiciones. Todo el tiempo estamos haciendo ajustes y testeando con la Federación Argentina de Instituciones de Ciegos y Amblíopes (FAICA) y las chicas de Señas en Acción (SEA). Todo se ensaya. Poner todo a funcionar dentro de un engranaje con un sistema institucional también es parte del trabajo que hacemos en paralelo. En las funciones accesibles se involucra muchísimo el personal de escenografía, de vestuario; en realidad, se involucra todo el personal técnico del teatro. En el caso de los actores y las actrices, adaptar sus actuaciones con intérpretes paradas a centímetros de su espacio escénico. Es todo un proceso que no se ve pero que es muy intenso, profundo, y con muchas instancias de evaluación. Es un compromiso muy grande de todo el teatro.

-Viviana: Es un trabajo transversal con muchas áreas implicadas. Es un equilibrio que hay que hacer y ser muy cuidadosos con todas las partes. Para que se cumpla este participar y disfrutar de la obra tiene que estar cuidado el público para el que estamos trabajando, cuidada la ubicación de la intérprete, y seguir un montón de pautas para que la persona Sorda, por ejemplo, pueda entender claramente y no perderse en escena. También hay cuidar al director, a las actrices, a la técnica... Tenemos que acordar todos en una manera diferente de trabajar que nos requiere cierta flexibilidad. Cada uno en su rol cobra una nueva dimensión. Es difícil pero termina siendo fácil, porque las cosas dichas y explicadas, cuando uno ve los resultados... La visita táctil es un momento muy cercano con el público. Es interesante entender que uno va tejiendo una trama donde se tiene que dar este equilibro entre todas las partes.

-¿De qué manera van tras los púbicos?

-Sonia: A través de diversas vías: convocatorias abiertas por redes sociales, se trabaja con fundaciones y ONGs, llamados telefónicos. Parece difícil, pero levantas el teléfono, llamas, e invitas. En muchas de esas convocatorias tuvimos que hacer adaptaciones. Entonces hicimos video invitaciones, en lenguas de señas y con subtitulados, por mail y whatsapp. Usamos todos los canales y vamos evaluando qué pasa, por qué, etc. Tiene que ver con invitarlos de la mejor manera según la población.

-Viviana: Y refuerzo: llamar e invitar, y llamar e invitar. Porque son poblaciones que no están acostumbradas a que las convoquen. Por eso, no desanimarse. Son primeras experiencias, entonces tenemos que estar ahí.

-¿Qué sucede con el miedo como barrera? ¿Qué sucede con ese “esto no es para mí”?

-Sonia: Algunos miedos aparecieron; yo también tuve miedo. Quería hacer la visita táctil pero hacerlo bien. Es muy importante el trabajo de las personas que median. Nosotras desde la institución mediamos entre la obra y el público, pero dentro de cada comunidad también hay mediadores y referentes, personas con las que nos podemos comunicar directamente y que retransmiten a su comunidad. Es importante generar vínculos y lazos de confianza a lo largo del tiempo a medida que concretas y respondes como se debe a las necesidades, los deseos, y las inquietudes. Estos mediadores tienen un rol fundamental. Hay que trabajar con ellos y ser fieles porque son los que tienen llegada.

-¿Cuáles son las creencias o los comportamientos erróneos más comunes al hablar de discapacidad?

-Viviana: La sobreprotección es muy frecuente. Lo mismo que el “pobrecito”.

-Sonia: Vincular todo esto a la solidaridad, al “seamos solidarios”. Eso lleva a una vía que se agota. Desde ese lugar se empobrece la mirada.

-¿Cuál es el balance del trabajo conjunto entre el Programa de Accesibilidad Cultural de la Secretaría de Cultura y del área Gestión de públicos del Teatro Cervantes?

-Viviana: Hasta hace poco el nombre de nuestro chat de trabajo era “Solo queremos una más”. Queremos muchas más, es eso, es sentir que estamos haciendo lo que queremos hacer, lo que por derecho se tiene que hacer, y estoy feliz de que siga creciendo. Con Pilar Amoia, también del equipo de Accesibilidad de la Secretaría, estamos haciendo un racconto de todo el proceso de trabajo. El nombre del chat cambió: ahora se llama “Siempre llegamos”. Cuando armamos el proyecto, en abril de 2018, nos preguntábamos qué queríamos para este 2019. Soñábamos con que la programación del Cervantes tuviera funciones accesibles. Estamos en 2019 y tenemos funciones accesibles programadas para todo el año.

-Sonia: Como dice Viviana, esto era impensado. Esto es soñado. Mi mayor deseo es que todo esto quede implementado como una forma de trabajar. Por eso es tan importante la capacitación interna, que se meta en el sistema de producción, como sucede en el Teatro Cervantes.

Próximas funciones con recursos accesibles:

  1. Gioconda. Viaje al interior de una mirada.

    Miércoles 12 de junio y jueves 13 de junio.
    Junio. TNA-TC Produce en el país.
    MACRO Museo de Arte Contemporáneo. Rosario.
    LSA.

  2. El hombre que perdió su sombra.

    Sábado 8 de junio y miércoles 12 de junio (para instituciones educativas).
    Teatro Cervantes.
    Visita táctil, LSA, material pedagógico accesible. Aro Magnético.

  3. Escritor fracasado.

    Jueves 1 y jueves 8 de agosto.
    Teatro Cervantes.
    Recursos accesibles en evaluación.

  4. Los descendientes.

    Agosto. TNA-TC Produce en el país.
    La Fábrica, Universidad Nacional del Centro, Tandil.
    Recursos accesibles en evaluación.

  5. La vida extraordinaria.

    Jueves 22 y jueves 29 de agosto.
    Teatro Cervantes.
    Vista táctil, audiointroducción, LSA. Aro Magnético.
  6. Los descendientes.

    Septiembre. TNA-TC Produce en el país.
    La Fábrica, Universidad Nacional del Centro, Tandil.
    Recursos accesibles en evaluación.
  7. Jamlet de Villa Elvira.

    Octubre. TNA-TC Produce en el país.
    Dínamo Teatro, La Plata.
    Recursos accesibles en evaluación.