Charles Darwin, el naturalista que cambió el pensamiento
Charles Darwin, el naturalista que cambió el pensamiento

Charles Darwin, el naturalista que cambió el pensamiento

Efemérides
Vivió 73 años y tuvo diez hijos, fue coleccionista de escarabajos desde su niñez y uno de los tripulantes de la expedición del Beagle, donde comenzó a recopilar información para más tarde publicar su obra célebre: El origen de las especies, libro precursor de la literatura científica y el fundamento de la teoría de la biología evolutiva.
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Charles Darwin nació el 12 de febrero de 1809 en Sherewsbury, una ciudad inglesa ubicada a 79 kilómetros de Liverpool y a 77 de Birmingham. Fue el quinto de los seis hijos de Robert Waring Darwin y Susannah Wedgwood, un matrimonio formalizado el 18 de abril de 1796. Su padre era médico, al igual que su abuelo paterno, Erasmus, tradición que intentaría continuar sin éxito en la Universidad de Edimburgo, como estudiante y asistente de otros médicos. Fue en el año 1825 cuando comprobó que la medicina no era lo suyo. Salió corriendo, literalmente, como las dos veces que intentó presenciar una operación en el hospital y tuvo que escapar de la sala. Ya en ese entonces se inclinaba y leía sobre la historia natural.

Fe, Cambridge y geología

Volvió a su casa. El ocio le duró tres años, lapso que le sirvió para elegir una nueva carrera y dar un vuelco a su vida. Lo decidió a los 19 años, con la previa sugerencia de su padre y con la idea de obtener un grado en letras, primero, y ordenarse como pastor anglicano más tarde. Con ese fin ingresó el Christ's College de Cambridge, a principios de 1828, y en esa universidad pudo profundizar sus pasiones y conocer nuevos pasatiempos, como la equitación, el tiro y la geología. Precisamente, el profesor de botánica y clérigo John Stevens Henslow, de quien Charles se hizo amigo íntimo, fue el primero que le habló del trabajo científico como una teología natural. Desde esa perspectiva religiosa, el joven estudiante se deleitó leyendo a William Paley, con sus obra Demostración del Cristianismo y Teología Natural, o Un discurso preliminar en el estudio de la filosofía natural, de John Herschel (a quién conocería tiempo después), así como el Viaje a las regiones equinocciales del Nuevo Continente, de Alexander von Humboldt.


Retrato de Charles Darwin, de George Richmond, 1840.

En su último año de cursada, en 1831, el joven de 22 años se inscribió en el curso que dictaba el catedrático Adam Sedgwick, un inglés nacido en Dent considerado como uno de los fundadores de la geología moderna. Al finalizar los estudios lo acompañó en un barco junto a otros estudiantes a trazar mapas de estratos por la región de Gales.

Al regresar, quince días después, lo recibió una carta escrita por John Henslow, que le proponía un puesto sin paga como naturalista para el capitán Robert FitzRoy. Sería un acompañante y recolector de materiales del bergantín de la marina británica llamado HMS Beagle (27,5 metros de largo, 7,5 metros de ancho, diez cañones, 235 toneladas de carga y una capacidad para 120 tripulantes).


Retrado de John Collier

El buque de guerra zarparía al mes, con un itinerario de dos años de duración y el objetivo de cartografiar la costa de América del Sur. Charles Darwin, a pesar de la oposición de su padre, aceptaría la propuesta y el viaje cambiaría el curso de la historia.

Viaje del Beagle

A pesar de los dos años que pronosticaron antes de zarpar, el viaje del HMS Beagle duró casi cinco años: partió de Plymouth el 27 de diciembre de 1831 y arribó a Falmouth el 2 de octubre de 1836. Tal lo acordado, Darwin recopiló ejemplares en tierra firme para sus estudios geológicos mientras el Beagle se encargaba de medir corrientes oceánicas y cartografiar la costa.

En su tiempo libre, Charles escribía correspondencias que más tarde se transformarían en sus diarios de viaje, alternando cartas con descubrimientos que enviaba a Cambridge y otras tantas para su familia compartiendo sus emociones. La mayoría de sus notas zoológicas versaban sobre invertebrados marinos, contando con una notable colección de plancton. En cada parada del buque algo lo sorprendía, desde el bosque tropical de Brasil o los fósiles de enormes mamíferos ya extintos que descubrió muy cerca de Bahía Blanca, en la costa argentina. Ese hallazgo, ocurrido el 24 de septiembre de 1832, fue la primera prueba que encontró sobre la mutabilidad de las especies. El hecho marcó el inicio de la posterior elaboración de su teoría más célebre.

Regresó a Inglaterra lleno de prestigio, organizó sus escritos y a los pocos años publicó su primer éxito en ventas: Diario del viaje del Beagle. La década siguiente la dedicó a realizar pruebas de cruce de animales y experimentos con plantas, para obtener evidencia de que las especies no eran realidades inmutables. Esas implicaciones formarían parte de su teoría.

El origen de las especies

Veintitrés años del viaje que cambió su vida, el 24 de noviembre de 1859 Charles Darwin publicó El origen de las especies por medio de la selección natural, o la preservación de las razas favorecidas en la lucha por la vida, donde introduce la teoría científica de que las poblaciones evolucionan durante el transcurso de las generaciones mediante un proceso conocido como la selección natural. Las pruebas incluían evidencia de la expedición en el Beagle así como sus descubrimientos posteriores.

La teoría de Darwin, según el biólogo Ernst Mayr:

  1. Cada especie es suficientemente fértil para que, si sobreviven todos los descendientes para reproducirse, la población crezca.
  2. Aunque hay fluctuaciones periódicas, las poblaciones siguen siendo aproximadamente del mismo tamaño.
  3. Los recursos, como los alimentos, son limitados y son relativamente estables en el tiempo. Sobreviene una lucha por la supervivencia.
  4. Los individuos de una población varían considerablemente de unos a otros. Gran parte de esta variación es hereditaria.
  5. Los individuos menos adaptados al medio ambiente tienen menos probabilidades de sobrevivir y menos probabilidades de reproducirse; los individuos más aptos tienen más probabilidades de sobrevivir y más posibilidades de reproducirse y de dejar sus rasgos hereditarios a las generaciones futuras, lo que produce el proceso de selección natural.
  6. Este proceso lento da como resultado cambios en las poblaciones para adaptarse a sus entornos, y en última instancia, estas variaciones se acumulan con el tiempo para formar nuevas especies.

Vida personal

Se casó con Emma Wedgwood el 29 de enero de 1839, en la iglesia St Peter's, en Maer. Luego se mudaron a Londres y tuvieron diez hijos, aunque dos de ellos murieron en la infancia.


Emma y Charles

Charles Robert Darwin murió el 19 de abril de 1882, a los 73 años. Está enterrado en la Abadía de Westminster, con celebridades científicas como Gregorio Mendel, el padre de la genética.

Foto de Portada: www.elciudadanoweb.com