Adolfo P. Carranza, fundador del Museo Histórico Nacional
Adolfo P. Carranza, fundador del Museo Histórico Nacional

Adolfo P. Carranza, fundador del Museo Histórico Nacional

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El historiador y coleccionista nació el 7 de agosto de 1857 y consagró su vida en pos de un sueño: homenajear a los próceres de la historia argentina. Repasamos su vida y sus obras, en el 163° aniversario de su nacimiento
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Aniversario del nacimiento de Adolfo P. Carranza, impulsor del Museo Histórico Nacional
Un 7 de agosto de 1857 nació el historiador y coleccionista Adolfo P. Carranza, fundador del Museo Histórico Nacional. Hoy, el museo es dirigido por Gabriel Di Meglio, quien nos cuenta acerca de la actualidad y proyección de la institución.

Adolfo Pedro Carranza era hijo de Adolfo Esteban Carranza, precursor del telégrafo, caminos y ferrocarriles, en el norte de nuestro país, y de María Eugenia del Mármol Demaría, nieta de María Eugenia Escalada de Demaría, hermana de Remedios de Escalada.

Retrato de Adolfo E. Carranza con su hijo Adolfo P. Carranza (Foto Museo Histórico Nacional)

Junto a sus catorce hermanos fue criado en un hogar en el que primó el amor a las tradiciones argentinas. En la casa familiar, ubicada en la calle Florida, entre Tucumán y Temple (hoy Viamonte), se realizaban tertulias de la que participaban reconocidos vecinos. Estas tertulias despertaron, en Adolfo P., el interés por temas históricos y patrióticos.   

A los 16 años integró la Sociedad de Ensayos Científicos y Literarios. Abandonó la  carrera de Derecho, la cual retomó veinte años después, recibiéndose de abogado y doctor en jurisprudencia en la Universidad de Córdoba.

Retrato de Adolfo P. a los 25 años (Foto Museo Histórico Nacional)

En 1886 fundó la Revista Nacional, una importante publicación mensual de historia americana, literatura y jurisprudencia. Escribió sobre numerosos temas históricos, entre ellos, una obra dedicada al Gral. San Martín.

Silvia Bayal Carranza es historiadora y sobrina nieta de Adolfo P. Carranza. Autora del libro El tutor de la patria, una biografía de su tío abuelo. Conversamos con ella sobre la vida y obra del coleccionista.

-¿Qué aspectos se destacan en la personalidad de Adolfo P.?

-Sin ninguna duda, se resalta el profundo amor a su patria y el deseo de investigar y conocer a fondo el pasado argentino y sus próceres.

-¿Qué lo motivó a crear el Museo Histórico Nacional (MHN)?

-El amor al pasado histórico argentino e investigar a los héroes, con amor y entusiasmo, lo llevó a tratar de encontrar los recuerdos de ese pasado y a investigar, con gran esfuerzo, hasta llegar a fundar La casa de nuestras glorias.

-¿Cómo obtenía los objetos que integraron el patrimonio del Museo?

-Fue incesante su don de gente y su paciencia sin límites, en reiteradas visitas a descendientes de los próceres para obtener la donación de los objetos históricos. Le daba mucho trabajo pedir pero era la forma de conseguir elementos para el museo.

Recreación del dormitorio del general San Martín en Boulogne Sur Mer, mobiliario original, en el Museo Histórico Nacional

Los dos objetos más importantes fueron obtenidos por su intermedio: el sable del General San Martín, que solicitó a Manuelita Rosas, y el dormitorio del prócer, que donó la nieta de San Martín.    

Sable corvo del General San Martín, en el Museo Histórico Nacional 

"Está definitivamente resuelto el envío del sable a Buenos Aires dentro de pocos días y así quedarán llenados sus deseos patrióticos al efecto, teniendo además la satisfacción de conocer que es a Ud. a quien le pertenece el mérito de haber iniciado la solicitud que ha dado por resultado la valiosa donación, que hoy ofrece mi esposo a la Nación argentina", le respondió Manuelita Rosas en una de sus cartas.

-¿Qué otras obras, tal vez desconocidas, impulsó Adolfo P. a lo largo de su vida?

-Fue el propulsor de una gran campaña para tratar de reproducir a los próceres con esculturas, con estatuas. Empezó a conversar con escultores famosos, por ejemplo, Gustav Eberlein, quien hizo la estatua de Nicolás Rodriguez Peña, de quien era bastante amigo. Se hacía amigo de todos esos personajes, que lo ayudaban a obtener el resultado de las estatuas y los recuerdos de los próceres.

Podemos decir que nos dio los rostros de la patria. Gracias a él sabemos cómo eran nuestros próceres. En los colegios había figuritas especiales para los niños, que habían sido ideadas por Adolfo P., para que ellos recordaran los rostros de la patria.

Escribió biografías históricas y no olvidó a las mujeres. En su obra Patricias Argentinas destaca el patriotismo de las damas, que también colaboraron con sus donaciones de objetos históricos.

 

La concreción de su gran sueño: El Museo Histórico  

"Si bien el Museo ha cambiado desde su creación, y lógicamente sigue actualizándose, es interesante conocer la marca de origen que dejó Carranza. Se puede ver su impronta tanto en la colección, como en la biblioteca y el archivo del Museo. Por eso es muy importante tener presente la figura de Carranza para poder comprender la historia institucional del Museo", expresó el actual director del Museo Histórico Nacional, Gabriel Di Meglio.  

Gabriel Di Meglio, director del Museo Histórico Nacional

En 1889, a los 32 años, Adolfo P. comenzó a luchar contra la apatía oficial y privada para alcanzar ese sueño y poder fundar el Museo.

El entonces intendente de la ciudad de Buenos Aires, Francisco Seeber, apoyó su idea, y el 24 de mayo de 1889 dictó el decreto por el cual se creaba el Museo Histórico de la Capital. En 1891 fue nacionalizado convirtiéndose en el Museo Histórico Nacional. Adolfo P. Carranza fue su director desde el año 1890.   

Adolfo P. Carranza en las primitivas salas del Museo (Foto Museo Histórico Nacional)

Decreto de nacionalización Museo Histórico   

Luego de cambiar varias sedes, en el año 1897, el Museo se estableció definitivamente en la antigua residencia de Gregorio Lezama (hoy Parque Lezama), donde se instaló Adolfo P. junto a su familia.

Talega, de uso personal, con sus iniciales (Foto Museo Histórico Nacional)

Dirigió el MHN durante 25 años. Falleció el 15 de agosto de 1914, a los 57 años, en la misma cama de bronce donde había nacido y en el solar que tanto quería.

 

Foto de portada Museo Histórico Nacional.