¿Quién fue William Turner y por qué visitar su muestra?
¿Quién fue William Turner y por qué visitar su muestra?

¿Quién fue William Turner y por qué visitar su muestra?

Por primera vez en el país, se presenta una muestra con 85 acuarelas del gran exponente del Romanticismo inglés.
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Llega a la Argentina y al Museo Nacional de Bellas Artes una exposición inédita de uno de los artistas británicos más importantes del siglo XVIII y XIX, conocido como “el pintor de la luz”: William Turner. Curada por David Blayney Brown, experto en la obra del artista romántico a nivel mundial, “J. M. W. Turner. Acuarelas” reúne 85 de estas obras que provienen de la prestigiosa Tate Collection de Londres. La exhibición permanecerá abierta hasta el 19 de febrero de 2019.

¿Quién fue William Turner?

Joseph Mallord William Turner nació en Londres en 1775 y murió en la misma ciudad en 1851. Si bien la capital inglesa fue su lugar en el mundo, también viajó muchísimo por otros países y pueblos para capturar la esencia de los paisajes y lugares que quería representar. Ese fue el espíritu de su creación y parte de lo que hoy se expone en el MNBA. Con solo 14 años, ya había logrado ingresar a la prestigiosa Real Academia de Arte de su ciudad natal, y un año después expuso una de sus acuarelas en la muestra de verano de esa institución. Esta exhibición, que se presenta por primera vez en el país, es un gran ejemplo de aquel talento que nunca lo abandonó.

Si bien los óleos representan una parte muy fuerte de su producción, son las acuarelas con las que empieza a formar su enorme acervo plástico y a deslumbrar al público conocedor del siglo XVIII.

“Hacia fines de la década de 1780 y principios de 1790, Turner empieza a trabajar con las acuarelas. Con los óleos comenzó mucho más tarde. De hecho, su primera exposición con esta técnica fue en 1796. Para ese momento, ya tenía una reputación bastante sólida como acuarelista y dibujante”, comentó el curador David Blayney Brown.

Sobre “J. M. W. Turner. Acuarelas”, Brown explicó: Esta exhibición es cronológica y temática, porque lo que nos muestra es la evolución del estilo y la técnica de Turner, en relación con las acuarelas. Hay un gran cambio en el tratamiento del color, hay un movimiento que van de lo más oscuro a lo más brillantes, a lo más claro. Por otro lado, también hay un movimiento que va desde las representaciones convencionales, el paisajismo más de composición, hacia un foco cada vez mayor que es lo esencial del paisaje para el artista. Me refiero a la predominancia de la luz, la atmósfera, las condiciones climáticas y las formas, por ejemplo de los árboles y las montañas, además de todo aquello que lo rodea”.

La curaduría está dividida en una serie de seis núcleos que exponen, de alguna manera, distintas etapas de la vida del artista. Esto permite ver las obras de Turner de una forma diferente, para que el espectador tenga la oportunidad de ir hacia adelante y entender qué viene después en su carrera, o bien, mirar en retrospectiva.

En cuanto a la temática, es cierto que las sublimes atmósferas que recreó en cada paisaje, tanto de sol como de lluvia, fueron su sello indiscutible. Sin embargo, también se destacan otras pinturas que tienen que ver con monumentos o piezas arquitectónicas, como Una Villa. Claro de luna (Una villa en la noche de la Festa di Ballo), para “Italia” de Rogers (1826-1827) o El foro, para Rogers "Italia" (1826-1827), y algunos momentos de la historia con cierta carga política, como La elección de Northampton, 6 de diciembre de 1830 (c. 1830-1831), en la que se observan parte de la manifestación popular y los aires de tensión social.

Técnica de la acuarela

El curador explicó que “Turner utiliza todo el potencial de la acuarela como medio expresivo en su máximo esplendor, porque trabaja con distintos elementos como la transparencia, la luminosidad, incluso, con el color del papel para que este se muestre en sus representaciones. Así, estas obras de Turner muestran la naturaleza en su plenitud: las nubes, la niebla, neblinas, la luz del sol, los juegos de luces y sombras. Es decir, todo elementos naturales que crean un ambiente y empiezan a cobrar una importancia suprema, hasta tal punto, que terminan siendo los protagonistas”

En 1815, un crítico dijo que “las obras de William Turner son obras de la nada”. Lejos de entenderse de forma peyorativa, en realidad, se trataba de un gran elogio: pocos artistas tuvieron el talento y la sensibilidad para trabajar y pintar esa nada, el aire y aquella atmósfera que el artista londinense produjo en cada una de sus piezas, para crear una experiencia estética única. Turner supo elevar el género del paisaje gracias a la maestría expresiva con que representó el poder de la naturaleza: su calma, sus tormentas, su belleza.

Actualmente, distintos expertos lo consideran como un gran precursor del arte impresionista: aquel estilo en el que luz, forma y movimiento cambió para siempre los modos de ver la pintura. Tal vez, esta sea su mayor importancia en el escenario pictórico mundial.

La muestra

La inauguración será el 26 de septiembre, a las 19, con entrada gratuita. A partir del 27 de septiembre (y hasta el 17 de febrero de 2019) podrá visitarse de martes a viernes, de 11 a 20, y sábados y domingos, de 10 a 20. El valor de la entrada será de 100 pesos, exceptuando de su pago a jubilados, menores de 12 años, personas discapacitadas y grupos educativos. Los martes el ingreso será libre y gratuito para todo público.

La muestra, producida y organizada por el Museo Nacional de Bellas Artes, en asociación con Tate, Londres, cuenta con la colaboración de la Asociación Amigos del Museo Nacional de Bellas Artes y la Secretaría de Cultura de la Nación, el auspicio de Fundación Medifé y Galicia Èminent, y el apoyo de Knauf Argentina.