Día Nacional del Bandoneón, vida y obra del instrumento
Día Nacional del Bandoneón, vida y obra del instrumento

Día Nacional del Bandoneón, vida y obra del instrumento

Música
Historia
Hace ya catorce años, se declaró por ley al 11 de julio como el Día Nacional del Bandoneón, en homenaje al nacimiento de Aníbal Troilo, el “Bandoneón mayor de Buenos Aires”. Te contamos la historia de la curiosa evolución de este mítico instrumento y sus múltiples versiones
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Desde 2005, el 11 de julio se conmemora el Día Nacional del bandoneón, declarado por el Congreso Nacional mediante ley 26.035 y sancionada el 18 de mayo de ese mismo año. La fecha no fue arbitraria: se eligió por el nacimiento de Aníbal Troilo, el "Bandoneón Mayor de Buenos Aires", más conocido como “Pichuco”, compositor y director de orquesta y emblema de nuestro tango. Esta ley fue impulsada por Francisco Torné (nieto de Zita Troilo) y el poeta Horacio Ferrer, presidente de la Academia Nacional del Tango.


(Aníbal troilo, el "Bandoneón Mayor de Buenos Aires", nacido el 11 de julio).

¿Qué es un Aerófono portátil?

El bandoneón, según la clasificación de los musicólogos Eric von Hombostel y Curt Sachs, es un aerófono portátil con botones, accionado a fuelle, con ejecución simultánea de ambas manos, por acción del aire a presión con un sistema de lengüetas metálicas. Del lado derecho se encuentran los denominados cantos afinados y del lado izquierdo, en una octava más baja, los graves.

Los bandoneones pueden ser cromáticos o acromáticos. Los cromáticos emiten la misma nota abriendo o cerrando el bandoneón, los primeros en fabricarse, y que continuaron usándose en Europa. En los acromáticos, abriendo emite una nota y cerrando emite otra diferente, pudiendo así obtener disonancias o asonancias. Los acromáticos fueron adoptados por los intérpretes del tango. 

Los supuestos orígenes del instrumento

Los orígenes de este instrumento se remontan a la Alemania del siglo XIX, cuando apenas era un órgano de iglesia portátil. Se trata de una evolución del acordeón (acordion, en alemán). Se le suele atribuir su autoría al luthier Heinrich Band, que creó un instrumento portátil inspirado en la concertina, para proveer de música a las pequeñas iglesias que no podían comprar ni mantener órganos o armonios.

Otra versión afirma que Cyrill Demian, inventor armenio, fabricante de órganos y pianos, patentó el bandoneón el 6 de mayo de 1829 en Viena.

Por último, se atribuye su invención a Carl Friedrich (o Herman) “Uhlig”, lo presentó en 1830 en la Feria de Liepzig modificando la concertina inglesa de cajas hexagonales.

Bandoneones de oro

La época de oro de la construcción de bandoneones data de 1864, cuando Alfred Arnold, de Sajonia, encara la producción y fabricación a escala industrial, lanzando al mercado su marca A-A. En 1911 fundó la Alfred Arnold Bandonion, Konzertina und Piano Accordion Spezlal Fabrik, la cual fabricó hasta 1949 (con interrupciones durante las Guerras Mundiales) las marcas Premier y América. Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, las matrices originales fueron destruidas y las nuevas nunca lograron la misma calidad de los originales. Se fabricaron hasta 1970. 

Ernst Louis Arnold fundó el mismo año que Arnold la fábrica Ernest Louis Arnold Babdonion und Konzertina Fabrik, cuyos modelos  fueron comercializados en nuestro país bajo la marca ELA.

Rioplatenses

El bandoneón llegó al Río de la Plata entre 1870 y 1880, formando parte estable de las orquestas de tango entrado el siglo XX. No está claro quién lo introdujo primero. Algunos historiadores sostienen que fue Tomas Moor, un marinero inglés, otros, en cambio, que fue un brasileño y también existe la versión de que fue un tropero alemán. Otros opinan que un hijo de Band vino con su instrumento que había fabricado su padre y dio las primeras lecciones sobre su uso a un nativo, José Santa Cruz, quien luego transmitió sus conocimientos a sus seguidores.

Los primeros instrumentistas porteños fueron, entre otros, El Pardo Sebastián Ramos Mejía, Antonio Chiappe, Mazzuchelli, Zambrano. Le siguieron El Tano Genaro Expósito, Vicente Greco, Juan Maglio Pacho, Eduardo Arolas, Manuel Pizarro y otros nombres legendarios y famosos en la historia del tango, quienes lo incorporaron en sus rodillas en lugar de interpretarlo de pie. El bandoneón cobró protagonismo en la Generación de 1910, en la denominada por Vicente Greco Orquesta típica criolla.

Otros nombres fundamentales del tango fueron De Leone, Minotto, Laurenz. Posteriormente, Troilo, Scorticasti, Portier, Ríos, Ahumada. Por último, Piazzolla, Leopoldo Federico, Medero y Rovira

Alejandro Barletta, creador de la primera escuela de bandoneón, incorporó al bandoneón a la música académica, ejecutando por primera vez en la historia de la música el concierto Nº 4 para órgano y orquesta de G.E. Händel acompañado por la orquesta de París en 1951.

Mujer de bandoneón 

Francisca "Paquita" Bernardo, conocida como La Flor de Villa Crespo, fue la primera bandoneonista profesional de nuestro país. Fundó en 1921 la Orquesta Paquita, un sexteto cuyo pianista era un adolescente Osvaldo Pugliese. Paquita obtuvo su reconocimiento, participó de la Gran Fiesta del Tango organizada por la Sociedad de Compositores en el Teatro Coliseo, en el que, de cien músicos ella era fue única mujer. Lamentablemente no hay grabaciones registradas de su obra. Paquita falleció antes de cumplir los veinticinco años. Luego vendrían otras mujeres bandoneonistas como Fermina Maristany y Celia Maldonado.


(Francisca "Paquita" Bernardo, la Flor de Villa Crespo).

Aires del Litoral

El bandoneón es muy popular en Corrientes, cuna del chamamé. En la provincia alrededor de los años cuarenta, cuando ya estaba establecido el uso del bandoneón, el instrumento se ejecutaba en las polcas rurales, que pasaron a llamarse, para diferenciarse de las músicas del Paraguay, chamamé correntino. Baltazar Estol, oriundo de la provincia, es fabricante de bandoneones diatónicos de 142 tonos, utilizados por músicos de la región.

En Brasil se construyeron algunos bandoneones de la marca Danielson, actualmente utilizados en el sur de ese país y en nuestra región litoral se sigue usando para interpretar música folklórica.

El futuro

Juan Pablo Fredes, jubilado bonaerense, fabricó los primeros bandoneones para niños, de bajo costo y materiales livianos. Además, creó junto al ingeniero Carlos Amoresano, el primer bandoneón electrónico del país, un sintetizador que reproduce el sonido original del instrumento, con la posibilidad de conexión y transcripción de la música a una computadora.