Vida, obra y 11 frases de Roberto Arlt
Vida, obra y 11 frases de Roberto Arlt

Vida, obra y 11 frases de Roberto Arlt

Letras
A 77 años de su partida (nos dejó el 26 de julio de 1942), recordamos la vida y obra del novelista, cuentista, dramaturgo y periodista argentino del barrio de Flores​
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En 1926, apareció la primera novela de Roberto Arlt: El juguete rabioso, el mismo año que Ricardo Güiraldes publicó Don segundo sombra. Este hecho, con el tiempo, se entendió como un hito en la literatura argentina, ya que representó una bipolaridad no solo entre dos ficciones, sino también entre dos tipos de país: el rural y el urbano.

La gran crisis de los treinta, conocida como la Gran Depresión, afectó la actividad agraria argentina, y fue un proceso que agotó el campo tal como se lo conocía. Comenzó a despoblarse y, en las artes, por añadidura, a desdramatizarse. La figura del chacarero, por ejemplo, como personaje principal dentro del teatro de Florencio Sánchez, deja de tener importancia y esperanzas. El drama empieza a estar en la ciudad, sus relaciones y convivencias.


(Foto: Archivo La Gaceta).

Biografía

Roberto Emilio Gofredo Arlt, nacido -según su hija, Mirta Arlt- el 2 de abril de 1900, es uno de los primeros escritores en tomar lo urbano como semillero de conflictos. La novela de Güiraldes, entonces, fue el canto del cisne de la literatura rural, mientras que la primera obra de Arlt dio comienzo a una literatura urbana con toda una poética narrativa extraordinaria y original.

Hijo de inmigrantes, vivió en el barrio porteño de Flores, y a los ocho años de edad fue expulsado de la escuela; pero continuó su educación de manera autodidacta. Se dedicó al periodismo y enseguida destacó con su pluma. Entre la década del veinte y el treinta participó del mítico grupo literario de Boedo, en el que -junto con otros escritores, como Raúl González Tuñón, César Tiempo, Elías Castelnuovo, Álvaro Yunque, entre muchos otros- ejercitaron una literatura de vanguardia, en la que predominaban la temática social y las ideas de izquierda. Murió en Buenos Aires, el 26 de julio de 1942.

En un nuevo aniversario de su fallecimiento, compartimos once frases de algunos de sus libros más icónicos, entre ellos El juguete rabioso (1926); Los siete locos (1929); Los lanzallamas (1931).

  1.  “¿Por qué motivo la felicidad humana ocupa tan poco espacio?”.

  2. “Perder un sueño es como perder una fortuna, qué digo, es peor. Nuestro peor pecado es haber perdido nuestros sueños. Sin embargo hay que ser fuertes y aunque uno se sienta cansado decirse: 'Estoy cansado ahora, estoy arrepentido ahora, pero no lo estaré mañana'”.

  3. “Creo que en el corazón de cada uno de nosotros hay una longitud de destino. Es como una adivinación de las cosas por intermedio de un misterioso instinto”.

  4. “Estoy muerto y quiero vivir. Esa es la verdad”.

  5. “Sin embargo, se tolera, y se sonríe y se saluda... porque 'así es la vida'”.

  6. “No mire lo que hagan los demás. No se le importe un pepino de lo que opine el prójimo. Sea usted, usted mismo sobre todas las cosas, sobre el bien y el mal, sobre el placer y sobre el dolor, sobre la vida y la muerte. Usted y usted. Nada más. Y será fuerte como un demonio entonces”.

  7. “Amor, piedad, gratitud a la vida, a los libros y al mundo me galvanizaban el nervio azul del alma”.

  8. “Yo creía que el alma me había sido dada para gozar de las bellezas del mundo, la luz de la luna sobre la anaranjada cresta de la nube, y la gota de rocío temblando encima de una rosa. Mas, cuando fui pequeño creí siempre que la vida reservaba para mí un acontecimiento sublime y hermoso. Pero a medida que examinaba la vida de los otros hombres, descubrí que vivían aburridos, como si habitaran en un país siempre lluvioso, donde los rayos de la lluvia les dejaran en el fondo de las pupilas tabiques de agua que les deformaban la visión de las cosas”.

  9. “Al otro lado de los verdinosos muros de vidrio estaba la hermosa vida cantante y altísima, donde todo sería distinto, fuerte y múltiple, donde los seres nuevos de una creación más perfecta, con sus bellos cuerpos saltarían en una atmósfera elástica. Es inútil, tengo que escaparme de la tierra”.

  10. “Los hombres eran locos. Sufrían cuando eran felices por miedo a perder la felicidad”.

  11. “Yo no creo que estés loco. Lo que hay en vos es exceso de vida”.