Tulio Romano. Máquina del tiempo, en el Palais de Glace
Tulio Romano. Máquina del tiempo, en el Palais de Glace

Tulio Romano. Máquina del tiempo, en el Palais de Glace

Arte
Museos
Las obras del artista cordobés pueden visitarse de martes a domingo

Hasta el 4 de julio, se podrá disfrutar de la muestra retrospectiva Tulio Romano. Máquina del tiempo, que presenta el Palais de Glace para homenajear la obra del artista cordobés. Se trata de más de treinta esculturas, tres instalaciones, dibujos y bocetos que conforman 32 años de la producción de Romano, desde 1985 hasta 2016.

En el centro –donde alguna vez hubo una pista de patinaje– se emplaza Elástico (1999), una escultura  de talla y ensamble en madera que parece estar a punto de ser desmembrada por cuatro cuerdas que sostienen las extremidades de la obra, desde las columnas macizas. A partir de allí, parecen bailar el resto de las piezas que se ordenan u organizan a su alrededor, como si se tratara de un remolino que presenta cada una de las piezas de estas más de tres décadas de labor del artista, o de una suerte de laberinto que arriesga aristas para comenzar a recorrer el espacio.

Las representaciones de remolinos y laberintos están muy presentes en la producción de Romano, desde sus tempranos bocetos hasta ciertas extrapolaciones a la materia que dan forma a las esculturas, casi siempre de madera. Estos dibujos –presentados hoy en impresiones digitales láser– también conservan el espíritu minimalista que puede observarse en su producción de tres dimensiones, con pocos colores planos y siempre figurativa.

“Se trata de un conjunto de esculturas y dibujos de muchas épocas diferentes, sin un sentido cronológico, sino aleatorio. Por eso también el título de ‘máquina del tiempo’, porque en cierto modo es un recorrido de lo que hice desde 1985 a hoy. También hay muchas cuestiones que aluden al propio contexto histórico, más allá de la obra en sí”, compartió Tulio Romano. Y agregó: “Casi todo lo expuesto es un trabajo figurativo de talla en madera, menos una piedra y algunas partes en metal, además de los bocetos que presento”.

Además, Romano compartió parte de su proceso creativo y cómo es la experiencia de producir sus obras: “El comienzo de mis piezas, en general, es a partir de un dibujo o muchos dibujos sin ninguna idea previa. Simplemente, dibujo por el placer de dibujar. Luego, a partir de eso, si surge alguna imagen que me interesa llevarla a tres dimensiones, la empiezo a estudiar para una futura escultura y, entonces sí, tallar la materia. Antes de eso puede haber algún proceso intermedio en otro material como arcilla o plastilina”.

En esta exposición, las obras de Tulio Romano parecen disfrutar con solo mirar un poco, casi no hay elementos crípticos o misteriosos, sino que se abren al público con sencillez y propia luz. Quizá esta sea la clave para abordar sus piezas y abrazar un momento estético único. “Por supuesto que siempre hay una idea que se puede llegar a explicar con palabras, pero creo que mi obra habla por sí sola, a través de la experiencia sensible”, concluye el artista.

Por su parte, el director del Palais de Glace, Oscar Smoje, señaló: “Es notable el continuum estético del escultor. De un mismo bloque de madera genera una escultura: la materia torneada, sumamente trabajada, límpida, suele presentar mojones de color y, generalmente, de una misma tonalidad. Las características apuntadas logran un realce mayúsculo al combinar formas duras y blandas: es en la tensión allí producida que la obra de Tulio adquiere singularidad”.

La muestra podrá visitarse los sábados, domingos y feriados de 10 a 20, y de martes a viernes de 12 a 20, en el Palacio Nacional de las Artes (Posadas 1725, Ciudad de Buenos Aires). Visitas guiadas: sábados a las 17 y 18 h, con entrada libre y gratuita.

Tulio Romano

Nació en Córdoba en 1960. Estudió en la Escuela Provincial de Bellas Artes Figueroa Alcorta y en la Escuela de Artes de la Universidad Nacional de Córdoba. En 1980, comenzó a exponer en su ciudad natal y, en 1991, hizo su primera exposición individual en la Ciudad de Buenos Aires. A las exposiciones individuales y colectivas realizadas en la Argentina, Estados Unidos y distintos países de Europa, durante las décadas de 1980 y 1990, se suma la presencia de su obra en las principales ferias internacionales de arte contemporáneo: ArteBA, Art Chicago, ARCO, Art Miami y FIAC, entre otras.

En 1993, fue invitado a la Bienal de Valparaíso (Chile) y, en 1994, a la de La Habana (Cuba). Además, en 2015 participó de los Eventos Colaterales de la Bienal de Venecia. Recibió distintos premios, entre ellos: Primer Premio de Escultura Becas Miró (1993); Primer Premio Escultura Joven de la Fundación Banco Crédito Argentino (1994); Tercer Premio en el Salón Municipal Manuel Belgrano (1999). También participó en la Bienal de Bahía Blanca en 2001, del Premio Fortabat (1999) y en el Premio Trabucco (1998, 2007, 2010). Fue becario del Fondo Nacional de las Artes en 1989, de la Fundación Antorchas en 1990, de la Fundación Llorens i Artigas en 1994 y de la Krasner-Pollock Foundation en 2002. En 2002, recibió el Diploma al Mérito Artístico de la Fundación Konex en Escultura, Quinquenio 1997-2002.