Sofía Bozán, voz inconfundible del tango porteño
Sofía Isabel Bergero, más conocida como Sofía, "La Negra Bozán", comenzó su vida artística en 1925 en el Teatro Opera, donde formó parte del coro de la compañía Vittone-Pomar, en la revista de Manuel Romero “Los pronósticos de 1922”. Allí trabajaba junto a su prima Olinda Bozán, reconocida actriz, de quien adoptó el apellido con la intención de escalar rápidamente en el mundo del espectáculo, sin saber, por supuesto, que le esperaba un camino de gran éxito.
Años después, realizó pequeños papeles en sainetes en la compañía Muiño-Alippi y continuó en el teatro de revista pero como bailarina. Finalmente, en 1931 tuvo la oportunidad de desempeñarse como cancionista, siendo su primer tango “Canillita… Canillita”, con letra de Antonio Botta y música de Tomás De Bassi.
Canillita, canillita. Sofía Bozán. Letra de Antonio Botta y Música de Tomás De Bassi
"La Negra" continuó interpretando una gran cantidad de éxitos como Yira Yira, de Enrique Santos Discépolo, Qué Calamidad, de Pascual Contrusi, Un tropezón, Luis Bayón Herrera y, a pedido del mismísimo Discépolo, fue la primera persona que interpretó Cambalache, en la Revista “Esmeralda al cuatrocientos”, en el Teatro Maipo.
Pero para comprender el impacto que generó su carrera artística es necesario destacar que, por aquellos tiempos, los hombres eran quienes escribían las letras de los tangos y las mujeres las que interpretaban, por lo que el aporte principal de "La Bozán" fue quitarle al tango ese tinte melancólico y triste para pasar a cantarlo con picardía, sarcasmo, alegría y desenfado. Sofía Bozán fue entonces quien rompió con todo lo instaurado hasta el momento introduciendo el estilo picaresco al tango.
En el cine debutó el 23 de septiembre de 1931 con la exitosa película “Las Luces de Buenos Aires” junto a Carlos Gardel, con quien llegó a rivalizar en popularidad, motivo por el cual el "Zorzal Criollo" la definía como “mi equivalente en mujer”.
Afiche de la película "Luces de Buenos Aires" (1931) - Museo Casa Carlos Gardel.
Ese mismo año realizó una gira por España y Francia, donde participó en el teatro de la Zarzuela (Madrid) y en el Palace de París. En su vuelta a Buenos Aires, continuó trabajando hasta sus últimos días en el Teatro Maipo, convirtiéndose por su dedicación y permanencia en el “El Alma del Maipo”. Además, actuó en 30 películas, entre ellas se encuentran: Loco Lindo (1937), donde compartió pantalla con el actor cómico Luis Sandrini, Puerto Nuevo (1936), con Pepe Arias y Elvira Fernández, vendedora de tienda (1942), junto a Paulina Singerman.
"Cuando un viejo se enamora", interpretado por Sofía Bozán en la película "Elvira Fernández, vendedora de tienda" (1942).
Sofía Bozán abandonó definitivamente el escenario el 9 de julio de 1958. "La Negra" fue un ícono de la cultura popular de la época. Cautivó a los porteños y las porteñas por sus interpretaciones atrevidas, pícaras y traviesas, delineando una amplia cantidad de personajes como el haragán, el cargoso, el guapo, el viejo verde y el amarrete. Compusieron tangos cómicos y arrabaleros por ella y para ella. Todo lo que llevaba al escenario era un éxito. Dialogaba con el público, que la quería y respetaba por lo que transmitía. Mujer que se hizo camino, que instauró un estilo y revolucionó el tango. Sólo ella, “La Negra”, “La Bozán”, “La Reina de la Noche Porteña”, “El Alma del Maipo”, podía presentarse cantando así:
“Yo soy Sofía Bozán
Yo canto porque lo siento
Mi pelo lo peina el viento
Y me gusta el bataclán
Si quieren verle la hilacha
A mi estirpe de tanguera
No me venga con guarachas
A mí me gusta el Gotan”