Rubén D’Audia: “Se viene un Teatro Cervantes muy federal, con diversidad de estéticas y narrativas”

A pocos tiempo de asumir como director del Teatro Cervantes-Teatro Nacional Argentino, en diciembre pasado, Rubén D’ Audia fue otro de los tantos que tuvo que repensar y replanificar -junto con Sebastián Blutrach, el nuevo asesor de contenidos de programación y producción artística, y todo su equipo-, la propuesta teatral para 2020.

Mientras tanto, ante la pandemia y el aislamiento social, preventivo y obligatorio, y la imposibilidad de acceder a las salas, las propuestas teatrales comenzaron a circular de forma digital mediante los canales de Youtube del propio Teatro Cervantes y del sitio Compartir Cultura. 

Sin embargo, ¿el teatro digitalizado es teatro?, ¿es solo información de teatro?, ¿qué ocurre con las instancias de representación y expectación en vivo? D’Audia nos cuenta más sobre los cambios en las artes escénicas durante la cuarentena y los proyectos e ilusiones de su flamante gestión.

^{Sebastián Blutrach y Rubén D'Audia} 

-¿Cómo fue tu recorrido profesional y la llegada al Teatro Cervantes-Teatro Nacional Argentino?

-Mi formación es un poco ecléctica. Por un lado, en cuanto a lo formal, egresé de la Licenciatura en Ciencias de la Educación de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Por otro, tengo toda una trayectoria laboral y de experiencia en relación con el teatro. Comencé a formarme y a trabajar en el Teatro Payró, a través de sus talleres y también mediante varias obras a las que asistí desde la dirección. Luego lo hice también en otros teatros. Ejercí, en otro momento, como Stage & tour manager del Ballet Teatro Argentino Julio Bocca (1998-2003) y trabajé en productoras audiovisuales. En 2006, participé y colaboré en los comienzos de Canal Encuentro, con la dirección de Bauer, hasta 2015. Allí fue donde conocí al hoy Ministro de Cultura de la Nación; y gracias a toda esa experiencia técnica y laboral, cuando Bauer asumió su cargo actual, me convocó para colaborar y estar al frente del Teatro Cervantes-Teatro Nacional Argentino.     

-¿Cuáles son las perspectivas o reformulaciones que habrá en la dirección del Teatro?

-La idea general es que el Teatro Cervantes-Teatro Nacional Argentino pueda generar un ambiente que sea proclive a la producción, al trabajo, a que pueda plasmar su misión social que es brindar contenidos culturales a toda la sociedad. Dentro de esta línea, entendemos que las producciones que tiene que llevar adelante el Teatro serán posibles y de gran calidad, en la medida en que todos los trabajadores y trabajadoras estén mancomunados con ese objetivo. Con lo cual, una de las directivas que tenemos en esta gestión es incorporar y poner en valor el capital humano que el Teatro ya tiene en su dotación: gente con mucha experiencia, muy valiosa y con talento. Queremos poner en funcionamiento a todos esos equipos para lograr la misión que tiene el Teatro Cervantes en la cultura argentina: distribuir capital cultural a través de las artes escénicas y en cada lugar del país. Porque, además, tenemos una mirada bien federal que le estamos imprimiendo a la programación teatral. Estamos seguros de que va a rendir muy buenos frutos.

-¿Cómo es trabajar hoy en tiempos de emergencia sanitaria?

-La verdad es que es muy complejo, como todas las áreas, pero sobre todo las de cultura, que fueron las más golpeadas. Es muy complicado porque nuestra razón de ser es que el público acceda a las salas para ver los espectáculos. Y, claro, eso por ahora es imposible. Pero no quita que estemos invirtiendo los esfuerzos de todos los trabajadores y trabajadoras del Teatro, cada uno desde casa, en pensar y diseñar todo el trabajo de programación artística para el año que viene. Además, en este presente, lo aprovechamos para hacernos cargo de lo que tiene que ver con la infraestructura y la puesta a punto de situaciones técnicas. El Teatro estaba muy desmejorado en cuestiones de infraestructura. Así que este momento, en que el público no hace uso de las salas, es apto para hacer para trabajar en aquellas cuestiones que permitirán que todo esté en condiciones, cuando se abran las puertas y el teatro suceda.   

-Se dice que el teatro es esencialmente presencial, aquello donde se da lo que Jorge Dubatti llama la “convivio”; y que la televisación o filmación no es teatro, sino información del teatro. ¿Qué pensás al respecto?

-Me parece que entre tantas cosas que han aparecido -y bienvenidas para discutir, debatir, pensar-, es esta situación en la que nos encontramos hoy, en la que se posibilitó -con los contenidos que el Teatro ya tenía registrado audiovisualmente- establecer el Cervantes Online, el canal de Youtube mediante el cual cientos de miles han accedido al registro de obras que ya habían sucedido arriba del escenario. Esta acción fue producto por la imposibilidad de llevar adelante el teatro tal cual lo entendemos. El teatro sucede dentro de un tiempo y espacio determinados. Comparto lo que dice dubatti, ya que entendemos la expresión artística que se da en las artes escénicas, a través de ese modo. Ahora bien, nos encontramos con que el Teatro Cervantes es el único Teatro Nacional y la gran mayoría de los habitantes de este país -y sobre todo quienes viven muy lejos de la Ciudad de Buenos Aires- tienen una posibilidad muy concreta para llegar a lo que Teatro Cervantes produce. Y en esta época de pandemia y aislamiento social, la información que nos transmitieron, desde las redes sociales, personas del norte, del sur, de distintas provincias, fue de gran agradecimiento por la posibilidad, aunque sea mediante una pantalla, de tener un contacto con el Teatro. Por supuesto, sabemos que nada reemplaza el hecho teatral, el evento que produce el teatro. Todo aquello que sucede en la representación y en la expectación es irremplazable. Ninguno de los que estamos en el Teatro Cervantes que eso pueda ser reemplazado por un contenido audiovisual. Sin embargo, como decíamos, tener este registro audiovisual puede ser un canal de distribución simbólico y de contenidos culturales para aquellos que no pueden ingresar a las salas.

-¿Creés que la situación sanitaria va a cambiar la expectación artística tal como la conocemos?

-La verdad es que la incertidumbre acerca de lo que se viene y, en cuanto a lo social, cómo deberemos comportarnos de ahora en más, todavía nadie lo sabe. Entendemos que esa misma incertidumbre genera mucha angustia, mucho temor; el hecho de que viene algo que, como decía, todavía no conocemos. No obstante, soy proclive a pensar que los cambios que habrá en la sociedad, si es que hemos logrado hacer algún aprendizaje en esta época, también van a tener que ver con la importancia de tener un Estado presente, activo, fuerte; un sistema de salud que pudo dar respuestas; una sociedad que ha demostrado estar a la altura de las circunstancias en cuanto a su propio cuidado. Ahora, en relación con todas las expresiones artísticas, ojalá que podamos seguir compartiéndolas en el aquí y ahora, junto con otros y frente a nuestros artistas.   

-¿Podés adelantarnos algunas de las propuestas artísticas que se vienen en tu gestión al frente del Cervantes?

-Nosotros, ahora, estamos atravesando una situación muy particular, porque comenzamos este año con una programación ya curada por la gestión anterior y la decisión fue respetarla. Sin embargo, casi no pudimos por la emergencia sanitaria y la necesidad de cesar con la actividad teatral. Nos imposibilitó poder ejecutar esa programación, solo hemos estrenado Teoría King Kong que fue en marzo. Con lo cual ahí hay un pendiente en cuanto a programación que tenemos y, por otro lado, más allá de que hay muchas ideas en marcha, estamos pensando en cuándo podrán abrirse las salas. En función de eso, veremos qué tenemos en cartel. Sí, claramente, nuestra intención es que la programación del Teatro Cervantes sea bien atractiva para el público, con la que podamos apreciar la diversidad estética, narrativa y experiencias escénicas, y con la que haya una fuerte vocación federal, a través de coproducciones, espectáculos que puedan salir de gira por todas las provincias, ya sea teatros, clubes, sociedades de fomento, escuelas, todos los lugares donde pueda llegar el teatro. En esa misma línea es que estamos pensando no solo la programación y las propuestas artísticas, sino también las políticas culturales del Teatro para todo lo que viene. Es decir, un Teatro con mayor presencia federal, inclusivo y diverso, y con un claro trabajo en que hace al sistema educativo. Ya que muchos y muchas de nosotros, el primer contacto que tuvieron con el teatro fue mediante las instituciones educativas.