Rosa Luxemburgo: "por un mundo donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres"
Rosa Luxemburgo: "por un mundo donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres"

Rosa Luxemburgo: "por un mundo donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres"

En el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, y a días de haberse cumplido un nuevo aniversario del nacimiento de la gran teórica marxista, el Ministerio de Cultura de la Nación rinde homenaje a una mujer fundamental.
Otros artículos que te pueden interesar
Elvira López: la primera filósofa argentina
Con su tesis sobre el movimiento feminista, en 1901, no solo se convirtió en la primera egresada en Filosofía de nuestro país, sino también en una de las pioneras de la revolución de las mujeres. Olvidada y solapada por la fama de su padre, el pintor Cándido López, recordamos y homenajeamos en esta nota, a quien supo tener “un cuarto propio” mucho antes del emblemático ensayo de Virginia Woolf

Rosa Luxemburgo nació el 5 de marzo de 1871 en Zamosc, Polonia, entonces ocupada por el imperio zarista ruso. Fue asesinada el 15 de enero de 1919, a los 47 años. Recientemente se cumplieron 101 años de lo que hoy, a las claras, puede denominarse un femicidio político.

Apoderada “Águila de la Revolución” por el líder soviético Vladimir Lenin fue una de las fundadoras del socialismo democrático y es considerada una de las grandes revolucionarias del siglo XX. En su producción teórica destacan los temas que forman parte de su legado y que constituyen lo que, post mortem, se conoció como “luxemburguismo”. Pacifista, defensora acérrima de la democracia en el seno de la revolución, luchadora incansable, feminista, una mujer imprescindible.

La vida por la transformación socialista

A los 16 años comenzó su militancia revolucionaria y exiliada en Suiza ingresó a la universidad, prohibido para las mujeres en su país. En 1889 conoció a los principales dirigentes socialistas, se hizo internacionalista y conoció al que sería su compañero de vida, Leo Jogiches. Juntos fundaron el Partido Socialdemócrata Polaco. Algunos años más tarde, a los 22, se unió a la Segunda Internacional, y a los 27 años se trasladó a Alemania e ingresó a la militancia en el Partido Socialdemócrata Alemán, el más grande de Europa.

Fue condenada en reiteradas oportunidades a la cárcel por su actividad militante, una de ellas, por apoyar la Revolución Rusa de 1905. Para la prensa burguesa Rosa era “La polaca sanguinaria”.

Sobre la experiencia de la primera revolución rusa escribió Huelga de masas, partido y sindicatos (1906), en la que intentó analizar los nuevos modos de participación del pueblo, y sus formas de organización y lucha. Entre otras, escribió, además, Reforma o Revolución (1900), La acumulación del capital (1913) y La revolución rusa (1918).

Durante la Primera Guerra Mundial fue de las principales defensoras del internacionalismo proletario. Organizó con Karl Liebknecht la fracción Espartaco dentro del partido que luego dio origen al Partido Comunista Alemán.

Considerada una de las grandes revolucionarias del siglo XX, Rosa fue una de las fundadoras del socialismo democrático y creadora del periódico La Bandera Roja, junto a Liebknecht.

El 15 de enero de 1919 fue asesinada junto a Liebknecht a manos de soldados alemanes de la socialdemocracia.

 

 

Rosa Luxemburgo, en seis textuales

“Sin elecciones generales, sin libertad de prensa, sin libertad de expresión y reunión, sin la lucha libre de opiniones, la vida en todas las instituciones públicas se extingue, se convierte en una caricatura de sí misma en la que sólo queda la burocracia como elemento activo”.

“La libertad solamente para los seguidores del gobierno, solamente para miembros de un partido –por más numeroso que fuere– no es libertad. La libertad siempre es libertad de quienes piensan distinto. No por el fanatismo de la ‘justicia’, sino porque todo lo vital, lo curativo y depurativo de la libertad política depende de este carácter, y su efecto falla cuando la ‘libertad’ se convierte en un privilegio”.

“Por un mundo donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres”.

“A pesar de que los obreros crean con sus manos el sustrato social de esta cultura, sólo tienen acceso a la misma en la medida en que dicho acceso sirve a la realización satisfactoria de sus funciones en el proceso económico y social de la sociedad capitalista”.

“No debemos olvidar, empero, que no se hace la historia sin grandeza de espíritu, sin una elevada moral, sin gestos nobles”.

“Quien desee el fortalecimiento de la democracia, debe también desear el fortalecimiento, y no el debilitamiento, del movimiento socialista. Quien renuncia a la lucha por el socialismo, renuncia también a la movilización obrera y a la democracia”.