Roberta Innamico: “Les niñes están todo el tiempo haciendo poesía”
Roberta Innamico: “Les niñes están todo el tiempo haciendo poesía”

Roberta Innamico: “Les niñes están todo el tiempo haciendo poesía”

Infancias
Entrevistas
Escritora, cantautora y docente, Roberta Innamico nos cuenta cómo los niños y las niñas viven, sienten y escriben poesía.

Roberta Innamico, poetisa, cantautora y docente, es autora de libros tanto para grandes como para niños y niñas. Entre sus obras infantiles se encuentran títulos como Nariz de Higo, La Camisa Fantasma, Ris Ras, Bajo las Estrellas y Saltar Soga en la Noche. Recientemente participó en la publicación que realizó el Centro Cultural Kirchner, Mi Sueño Azul, un proyecto que compila poemas y dibujos realizados por chicos y chicas de diferentes puntos del país.

A continuación, Innamico profundiza sobre la forma en que los niños y las niñas disfrutan, viven y sienten la poesía, según su propia experiencia en talleres que brinda desde hace 20 años. Además, nos cuenta la relación que encuentra entre la infancia y la poesía para su propia inspiración a la hora de escribir y opina sobre el lugar que tiene la escuela para acompañar el camino de lectores y lectoras.

-Cuando escribís para el público infantil, ¿soles usar recursos o temas específicos?

-No es que yo piense algo previamente del contenido o del formato, muchas veces me pongo a escribir cualquier cosa y algunos poemas salen como para la infancia y otros que son para grandes muchas veces, de igual manera, tienen lectores de la infancia. Me parece que es como conectar con ese público. Yo trato bastante con niñes; cuando tengo esa comunicación o ese vínculo es como meterte en ese carril donde yo también entro en esas lógicas, o en ese disfrutar las emociones de belleza que trae la poesía, de misterio, de pregunta, la música. Parecido a como lo disfruto compartiéndolo con la infancia, con mis hijos, mis sobrinos, mis talleres, creo que es como una conexión con esa yo que soy cuando me comunico ahí

-¿Cómo es esa conexión con la niñez cuando hacés poesía?

-Cuando uno escribe poesía está esa conexión con ese punto de percepción, de cómo se vive la soledad en la infancia. Si bien todo el tiempo vas cambiando, y está buenísimo porque somos mutantes permanentes, al conectarte con una infancia te conectás con algo que sos desde hace mucho y que continúa. Es lindo; es un espacio que en mi caso quedó en el espacio de la poesía, y supongo que otra gente lo tendrá en otros momentos. 

-¿Te parece que las niñas y los niños son mejores lectores?

-Sí, yo creo que sí. Absolutamente. Se abren sin ninguna expectativa y sin juzgar, y se entregan a lo que escuchan. Están tan entregados al disfrute de lo que viene, que si no les gusta, no les gusta. Pero en general a les niñes les gusta la literatura buena, la mala no les gusta. Disfrutan de la poesía, tienen muy abierta la percepción para las distintas partes del texto, la sonora es una. La musicalidad les entra y la pueden disfrutar y lo llevan a una emocionalidad y a un sentido como la música sabe hacerlo. La imagen, que la poesía tiene un montón, es otro componente importante y para ella tienen unos ojos muy limpitos y muy abiertos, sin cuestionar, lo que parezca es lo que es. Lo que interpela mucho es el sentido, lo que eso que estoy leyendo me toca a mí, en lo que me cuestiona, en lo que me hace acordar, en lo que tiene que ver con mi experiencia, en lo que me provoca algo. 

-¿Le cuesta más al adulto entregarse a la poesía?

-Todas las otras experiencias lectoras que tienen que ver con lo académico, la exigencia, tener que leer tragando porque tenés que leer así, ese camino lector que la sociedad nos va haciendo, no es tan hacia la poesía sino más hacia otro tipo de lectura, donde yo saco un conocimiento. Entonces se desacostumbra mucho el tipo de lectura poética, que para los chicos es la natural y la obvia, que es un rato de palabra que me dicen musicalmente, que le dicen algo a mis emociones y a mi pensamiento también. Y todo eso a la vez. 

-¿Cuánto aporta la experiencia en la escuela en la construcción de lectores y lectoras de poesía?

-Conozco un montón de maestras que son alucinantes y son directamente militantes. Y las que sí pueden llevarlo logran experiencias muy lindas. Muchas personas se hacen lectoras por haber tenido una buena experiencia de biblioteca en la escuela, maestras piolas que acercaron buenos materiales, y los dejaron leer en libertad sin hacerles preguntas de lo que leyó. Eso hace mal a la lectura, la lectura tiene que ser tranquila, si el chico quiere abandonar a la mitad del libro, tiene que hacerlo porque ese es el camino lector. 

-¿Cuán libre es la poesía?  

-Lo que tiene la poesía es que está liberada; es un lenguaje que puede salirse de las normas, puede jugar con lo tipográfico, por ejemplo, no es que tiene que respetar cierta métrica. Pero si sólo presentás como poesía un cuarteto octosílabo, que está re lindo, entonces ahí hay un engaño, porque la poesía es un espacio donde el lenguaje es libre, puede escribir cosas que no tengan sentido, puede incluso inventar palabras, el lenguaje puede ser lo que quiera en ese espacio. Cuando le explicás eso a los chicos y chicas, se relajan y escriben y leen poesía, la disfrutan. Al ser un espacio libre permite que se digan cosas que no se dicen en otras y que abren la cabeza y el pensamiento.

-¿Cuál es el aporte de la poesía en las infancias?

-Aporta poder vincularse con el lenguaje de una forma placentera, libre, como con el juego que le es totalmente natural a la infancia. Los niñes están todo el tiempo haciendo poesía, diciendo cosas por puro placer, repitiendo algo porque les gusta el sonido, jugando con el lenguaje. Entonces me parece que es un espacio del lenguaje más afín a como ellos lo usan. Poder decir de una forma más directa, y que encima tenga belleza, poder decir cualquier cosa, que a veces no son las copadas, porque la libertad también abre las zonas no tan luminosas. Yo creo que aporta placer, abre ventanitas, usan la imaginación, que de por sí la usan un montón, pero lo disfrutan al mango cuando algo en un poema está bueno desde ese lugar, y se amplía en ellos como lectores ese acierto también. 

-Y entre identidad y poesía, ¿cómo es esa relación?

-La poesía lo que te muestra es que cada poeta tiene su tipo de música, su tipo de temas, de imágenes, todos diferentes, opuestos y todos igualmente válidos. No hay una forma de escribir, sino que hay formas de escribir infinitas como es cada persona. Entonces, la poesía es una expresión muy personal, como todo el arte. El lenguaje además de servir para comunicarnos, hacer tareas, trabajar, también es una expresión personal única, en donde yo puedo escribir de la forma que a mí me sale, que a mí me queda.

-¿Cuál es tu estilo, tu forma?

-Mi forma es bastante sencilla, he ido yendo para lo que yo le digo el facilismo, prefiero eso. Un poco me voy para el camino de la infancia; voy explorando. Todavía no la tengo definida tampoco, trato de salirme de mí misma también, trato de que sea justamente una herramienta de autoconocimiento para mí también, de salirme, de ir probando.

Como cierre, Roberta Innamico comparte dos poesías de su último libro, Saltar Soga en la Noche, que contiene textos que cuentan historias con elementos tradicionales del género de terror