¿Qué es y por qué se celebra La chacarera del Monte?
¿Qué es y por qué se celebra La chacarera del Monte?

¿Qué es y por qué se celebra La chacarera del Monte?

Festival
En el Paraje 4 de febrero, en lo profundo del impenetrable chaqueño, más de 500 bailarines levantan polvareda para celebrar este género único nacido en Chaco
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Para llegar a la jurisdicción de Miraflores, ubicada en el corazón del impenetrable chaqueño, se necesita un caballo, un auto, o caminar 22 kilómetros por la ruta 9. El trajín termina en el Paraje 4 de Febrero, poblado que adquirió ese nombre por la fecha en que se firmó un pacto de paz entre indígenas y criollos, en 1923, en el que cada una de las partes se comprometía a respetar el territorio del otro. En esa patria chica se celebra desde hace seis años, todos los 7 y 8 de septiembre, el Festival de la Chacarera del Monte, fiesta que participó y ganó de la convocatoria de FESTEJAR, el programa que fomenta las celebraciones populares como espacios de encuentro y generadores de valores comunitarios.

¿Qué es una Chacarera del Monte?

La chacarera del monte es un género único, que se distingue de la santiagueña, entre otras cosas, por el uso indispensable del acordeón, y por tener dos acordes menos en la vuelta entera. Los bailarines y bailarinas danzan a los saltos, levemente agachados, como una postura similar a la del chamamé.

“En esta zona hay influencia de correntinos, de santiagueños y de salteños, que cuando vinieron a poblar esta zona del Chaco, trajeron violines, bombos, guitarras y el acordeón. Pero cuando se gastaron las cuerdas de las guitarras y violines, no hubo forma de reemplazarlas, y lo único que quedó fue el fuelle de dos hileras del acordeón. De esta manera, la chacarera se fue transformando por el ritmo del acordeón, y así nació, a comienzos de 1900, la chacarera del monte, que luego se extendería por toda la costa del río Bermejo”, detalla Gladys Estela Almirón, subsecretaria municipal de Cultura.

Además de la particularidad rítmica que el tiempo y la coyuntura supieron acoplar, el festival es tanto un homenaje al músico criollo Antonio Nievas, como a los antiguos pobladores del Paraje 4 de Febrero. Por eso, la fiesta es reconocida como parte del patrimonio cultural y turístico del impenetrable, con el propósito de recuperar, promover y destacar las costumbres y tradiciones arraigadas durante décadas en esta zona del litoral.

Gladys Almirón cuenta queen la casa de Don Antonio se celebraban todas las fiestas del gauchaje, los bautismos, los casamientos, los nacimientos, etc, etc. Y nosotros, lo que hacemos es revivir esas fiestas con todas sus manifestaciones: carreras de sortija, carreras cuadreras, juego de taba, cabalgatas con antorchas y la santeada, una procesión en la que llevan en andas la imagen de la Virgen María. Alrededor de todas estas actividades, se arma una gran feria de artesanos y de comidas: pero ojo, ¡acá no hay panchos ni papas fritas! Todo es gastronomía criolla, como empanadas de charqui, charquisillos, chanfaina, asado de chivito a la estaca y tortilla a la parrilla”.

Un campamento en el medio del impenetrable

Como la fiesta se realiza en medio del monte, la tradición invita a los y las participantes a armar un campamento en dicho lugar, y disfrutar de la laguna generada por un antiguo cauce del río Bermejo. En total, hubieron más de 2 mil personas en las últimas ediciones, y cerca de 500 parejas bailando durante días sobre los patios de tierra.

El artista invitado por Festejar, Coco Gómez, reconocido embajador de la chacarera santiagueña y discípulo de Antonio Nievas, se encargó de rescatar y compilar toda la música de su maestro. Gracias a este trabajo, la chacarera del monte es considerada hoy como un género propio y declarada por ley como Patrimonio Cultural del Chaco.

“Don Nievas tocaba el acordeón, pero nunca se imaginó que gracias a su música la provincia iba a declarar esa ley. Por eso nos interesa promover en los festivales a los músicos locales, que los que suban al escenario sean aquellos que tocan en la soledad del monte, concluye Gladys.