¿Qué aprenden los directores de orquestas de los músicos más jóvenes?

La Orquesta Sinfónica Juvenil Nacional “José de San Martín”, dirigida por Mario Benzecry, ofreció un concierto en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, acompañado por el del director peruano Pablo Sabat.

En la antesala del concierto, entrevistamos a los dos directores, ambos a cargo de las Orquestas Juveniles de sus respectivos países, y nos brindaron detalles acerca del trabajo con jóvenes músicos y la experiencia que eso implica.

"Cuando se aprende música", explica Pablo Sabat, “se aprenden muchas cosas más que lo puramente artístico. Se desarrolla una sensibilidad en la persona, sobre todo en la cuestión de la práctica grupal, se aprende a escuchar al otro, a tolerarlo, a respetar la opinión y una serie de cosas importantísimas para la vida: la disciplina, la concentración, la capacidad de trabajar en equipo y escuchar.

-¿Qué tres cualidades tiene que tener un director que trabaje con músicos jóvenes?

Benzecry: Considero que las cualidades son conocimiento, comprensión y paciencia, en ese orden.

Sabat: Los directores que trabajan con orquestas, como la Nacional Juvenil de Perú o la Juvenil Nacional de Argentina, no son distintas de cualquier otra orquesta profesional. Ambas están formados por estudiantes de música, pero de un nivel muy avanzado, que necesitan trabajar con directores del mismo nivel que cualquier otra orquesta de alto nivel.

-¿Y si hablamos de un músico en formación, cuáles son las cualidades que deben tener?

Benzecry: Fundamentalmente ganas, muchas ganas de aprender.

Sabat: Para orquestas como éstas se necesita que el músico tenga el mayor nivel técnico posible y el mayor desarrollo artístico posible, para poder aprovechar realmente el trabajo que hacen estas orquestas.

-¿Qué es lo que más disfruta del trabajo con jóvenes y qué lo que más se le dificulta?

Benzecry: Lo que más disfruto es el ir construyendo poco a poco la música que luego vamos a hacer en el concierto. Y no hay molestias o dificultades que provengan de los músicos, sí hay situaciones por las que atravesamos todos pero no específicamente de los chicos.

Sabat: Lo que más se disfruta de trabajar con jóvenes es la frescura y la pasión que ponen en el trabajo y en hacer música. Normalmente los músicos, cuando se hacen un poco mayores, pierden un poquito de eso. Pero los jóvenes no, incluso fuera del ensayo se acercan a preguntar, a buscar soluciones para algunos problemas, nuevas opciones, sugerencias y eso es fantástico. También, como todavía no son músicos formados al cien por cien puede haber ciertos problemas técnicos o de comprensión de la música, pero que son fácilmente solucionables con el trabajo.

-¿Cuál es el aspecto más significativo de este intercambio con los países hermanos?

Benzecry: Siempre invitamos a tres o cuatro directores de otros lugares para que los chicos tengan una visión desde diferentes personas dirigiendo y adquieran la plasticidad que se necesita para ser integrante de una orquesta sinfónica, donde van a tener todas las semanas un director diferente.

Sabat: Resalto sobre todo la integración como uno de los aspectos más significativos en este intercambio. El poder estrechar vínculo entre las orquestas y los músicos es fundamental, formidable.

-¿De la música del Perú, cuáles son sus músicos, compositores preferidos, tanto de lo clásico como lo popular?

Benzecry: La musica clásica de los países latinoamericanos tiene, desgraciadamente, poca difusión entre nosotros, siempre se da preferencia a lo que venga de USA o esencialmente de Europa. Y hay también creaciones latinas que las ejecutan las orquestas europeas, pero acá se ejecuta mucho menos. De lo popular me gusta Chabuca Granda.

Sabat: De los músicos importantes que conozco obviamente está Marta Argerich, Daniel Baremboin, Sergio Tiempo y hay varios más. En lo personal, al maestro Benzecry lo conozco hace muchos años y realmente lo aprecio muchisimo y admiro su trabajo.