Cómo el arte transforma a las comunidades
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En el marco de la segunda edición del Concurso de Arte y Transformación Social (AyTS), el Fondo Nacional de las Artes organizó un Seminario Internacional con la participación de representantes de proyectos del país y el exterior
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Después de anunciar a los ganadores de la segunda edición del Concurso de Arte y Transformación Social, el Fondo Nacional de las Artes (FNA) llevó a cabo un Seminario Internacional sobre la temática. Las dos jornadas se realizaron el pasado 11 y 12 de abril, en la Ciudad de Buenos Aires, y contó con la participación de distintos representantes de proyectos argentinos y otros del Reino Unido.

Auspiciados por el Arts Council y bajo el lema “Creemos en los que crean”, el FNA quiso dar a conocer proyectos que trabajan en la intersección del arte y los procesos de transformación social que se orientan a mejorar la condición de personas, colectivos y comunidades con ejercicio limitado de sus derechos. En esta misma línea, la institución articula una red de ministerios y organismos públicos que apoyan la iniciativa y coordinan un encuentro para generar sinergia con los representantes de proyectos ganadores.

Artetransformadores

En la edición 2018, el Concurso reconoció proyectos que incluyen participantes de tres franjas etarias: Infancia (hasta los 13 años); Juventud (de 14 a 26) y Adultos mayores (más de 65). Los 13 programas seleccionados (de un total de 374 inscripciones), evidenciaron compromiso y una capacidad de generar un cambio en las comunidades, con el arte como herramienta transformadora. 

En este sentido, el Seminario tuvo como propósito dar a conocer mejores prácticas y generar un cruce de aprendizaje entre las organizaciones premiadas provenientes de diferentes ciudades del país, representantes de las iniciativas de arte y comunidades inglesas interesadas en conocer las prácticas “artetransformadoras” de Argentina y organismos públicos locales.

La primera jornada comenzó con un encuentro itinerante en el conurbano bonaerense y la Ciudad de Buenos Aires, del que participaron los referentes de las organizaciones premiadas y los invitados internacionales. El recorrido, cuyos ejes fueron Cultura, Arte, Educación y Deporte, incluyó una visita a la Fundación Defensores del Chaco (en Moreno) y al Barrio 31 “Padre Mugica" (CABA).

Al día siguiente se destacó un panel sobre “Arte y transformación social”, en el Centro Cultural de la Ciencia (C3), donde se presentaron casos concretos sobre cómo abordar diversas problemáticas mediante la expresión artística. Fue una jornada de reflexión, debate e intercambio, acerca de los alcances del arte, la cultura, la imaginación y las sinergias colectivas en pos del cambio. A través de la imaginación, juegos y mesas redondas con referentes de diversos campos, se debatió sobre cómo el arte transforma la vida de la gente, de las comunidades, de la sociedad y de un país.

Los protagonistas

  • “Nuestra especie evoluciona a partir del conflicto".

Carmen Olaechea, presidente de la Fundación Cambio Democrático y miembro de la plataforma Impact, fue la encargada de abrir la segunda jornada, y lo hizo con un caso testigo que deja en claro que muchas veces las barreras para el cambio son sociales, culturales y políticas: “Cada semana, en Israel y en Palestina hay un coro que se acerca al muro que los divide; hay un coro de cada lado, con un solo director, y cantan juntos. Esto demuestra que, mediante el arte, cuando la gente quiere puede estar profundamente unida para pensar soluciones”. Acto seguido, Olaechea explicó que el conflicto tiene dos características. Por un lado, es ineludible y normal. “Nuestra especie evoluciona a partir del conflicto en muchas de sus temáticas. No lo vamos a evitar, tenemos que entenderlo”, señaló. Por otro lado, es dinámico. “El conflicto tiene una naturaleza dual, ya que depende de cómo lo manejemos nos lleva a la muerte o al cambio. El conflicto indica que algo debe cambiar”, sentenció.

  • “Lo más valioso fue construir algo en la diferencia".

Durante la jornada se presentaron varios casos en los que el arte aborda una problemática social, como lo hizo Luz Algranti, investigadora y productora de la obra de teatro Campo Minado (sobre la guerra de Malvinas, dirigida por Lola Arias). Se refirió a la experiencia de producir un encuentro personal y artístico entre los veteranos argentinos e ingleses que participaron de la pieza. “Lo más valioso fue construir algo en la diferencia, entre soldados de dos bandos, entre un grupo de artistas mujeres y hombres veteranos, entre las diferentes políticas de Argentina e Inglaterra”, compartió.

  • “La pregunta es cómo hacer lugar a lo que no es infierno dentro del infierno".

El proyecto del que participa Valeria Galliso trabaja con presos de un penal de máxima seguridad y tiene como objetivo crear dispositivos para salir simbólicamente de los límites físicos de la cárcel. ¿Cómo lo hacen? ¿Cómo se logra? “La pregunta es cómo hacer lugar a lo que no es infierno dentro del infierno. Foto Crazy crea zonas no infernales. Creamos un archivo del bien contra un archivo del mal, que es el que todos conocen. Esto modifica el escenario de relaciones en la vida de los detenidos”, explicó.

  • “Los chicos se ven relatados a partir de medios hegemónicos en situaciones de conflicto y estigmatización".

Fundación PH15 (otro de los ganadores del Concurso del FNA por su proyecto Traductor visual) también compartió su convicción. PH15 realiza talleres de fotografía con niños y jóvenes de comunidades vulnerables “para que cuenten lo que no pueden contar con palabras”, reflexionó Miriam Priotti, uno de sus miembros. Su apuesta es grande. Es bravo convivir con los imaginarios sociales, con las ideas que el mundo se hace de uno. Priotti lo expuso claro: “los chicos se ven relatados a partir de medios hegemónicos en situaciones de conflicto y estigmatización. En los talleres, a partir de sus propias producciones, pueden contar su visión de sus propias comunidades. Y también desarrollan habilidades para trabajar en equipo, hacer crítica de arte y recibirlas y negociar con el otro”.

  • “Encontrar amor en un lugar sin esperanza"

David Cameron es especialista inglés en creatividad y educación. Tomó la palabra cuando terminó el debate entre los participantes, y con música de Rihanna de fondo, intentó contextualizar a la artista nacida en Barbados y la temática del Seminario. “Encontrar amor en un lugar sin esperanza, como sugiere la letra de Rihanna”. ¿De qué manera? Para ello, “hacen falta tres tipos de acción: política, profesional y personal. Y es mediante las transformaciones que hacemos que nosotros mismos logramos transformarnos. Solo cantamos juntos cuando cantamos a través de los muros”, subrayó.

  • "La transformación social a través del arte contribuye a abrir la cabeza"

El Arts Council es una institución pública que impulsa, desarrolla e invierte en experiencias artísticas y culturales que enriquecen la vida de la gente. Pam Vision, representante de la institución, apuesta a la reconstrucción de las comunidades de la mano de la cultura. “Siempre se puede estar mejor si se apuesta a la diversidad en la cultura, porque la diversidad es una de las herramientas principales para que la cultura avance”. Sus días transcurren en el viejo continente, en un entorno y un hábitat que a priori parecieran antitéticos. Sin embargo, la relevancia de la cultura y la lucha por conseguir inversiones en este campo son las mismas. "La cultura y el arte son grandes términos. Cultura es todo aquello con lo que una persona ha crecido, lo que esa persona siente, lo que esa persona cree y lo que esa persona es. El arte tiene que ver con aquellos modos a través de los cuales esa persona se expresa. Cuando a una persona le quitan ambas, su identidad y sus vías de expresión, entonces el resultado es el aislamiento”. Y luego agregó: “No es necesario ser un violinista talentoso para ser un artista. La transformación social a través del arte contribuye a abrir la cabeza; y muestra cómo al abrir la cabeza y al pensar de modo creativo una persona ya se está transformando”. Pam desmiente el imaginario colectivo que suele ligar al primer mundo con realidades color de rosa, y reflexiona sobre la Argentina. “Es una maravilla cómo conciben y sienten la cultura en Argentina. No tienen ningún problema en entender la importancia de la cultura y del trabajo colectivo. En Europa, en cambio, los tiempos son más complejos. En Gran Bretaña nos gustan las estructuras, las reglas; a veces tendríamos que animarnos a abrirnos más, como pasa acá en Argentina. Aunque la razón de muchas de nuestras estructuras tienen buenas razones detrás, el problema es cómo se las atraviesa cuando esas estructuras se transforman en barreras. Los argentinos tienen tanta pasión por lo que hacen... Es increíble".

  • "Nuestra idea es sostener la visión de diseño de políticas de cultura como la planificación de acciones de gobierno que extiendan la frontera de responsabilidades del Estado".


(Foto: Inés Sanguinetti, directora del Área de Arte y Transformación Social del Fondo Nacional de las Artes y cofundadora de Crear Vale la Pena).

La entrevista

Inés Sanguinetti, directora del Área de Arte y Transformación Social del Fondo Nacional de las Artes y cofundadora de Crear Vale la Pena, tiene sus energías puestas en la integración social de jóvenes combinando la educación en artes, la producción artística y la organización social como medios para la promoción y el desarrollo social e individual. 

-¿Por qué la entrega de premios del Concurso de Arte y Transformación Social tomó la forma de Seminario Internacional ?

-Fui llamada al directorio del FNA por Carolina Biquard en 2016 con el desafío de sumar una línea de beneficios que apoyaran al arte para la transformación social. Desde entonces el FNA -como parte de su política de acción federal- entiende que necesitamos fortalecer la red de artistas comprometidos con el desarrollo equitativo en todos los rincones del país. Allí están desde siempre esos agentes culturales, clave de la transformación, con una larga tradición de hacer sin el Estado, a pesar del Estado, o aún contra el Estado. El espíritu en esta gestión es ponerlos en red, y generar entre ellos una comunidad de aprendizajes en la temática, un intercambio de buenas prácticas como un beneficio que excede la entrega dineraria. A partir de esta necesidad extendimos el encuentro a dos días de Seminario, que además se hizo itinerante: visitamos experiencias muy virtuosas en Moreno, Provincia de Buenos Aires, y en el Barrio Mugica (ex-Villa 31). Es decir que el encuentro fue de cuerpos en acción creativa en los territorios.

-¿Cuál es el sentido de la mesa entre organismos públicos y artistas premiados que el Concurso organiza anualmente?

-Desde los inicios, la concepción que guía a la “mesa de los martes” -donde varios organismos públicos se reúnen a preparar el concurso, es la articulación de lo público gubernamental con lo público comunitario. Sin ello no hay producción real de bienes públicos. Nuestra idea es sostener la visión de diseño de políticas de cultura como la planificación de acciones de gobierno que extiendan la frontera de responsabilidades del Estado, desde las bellas artes hacia la cultura de base comunitaria, de modo de garantizar la calidad de vínculos entre las personas y grupos como requisito de la vida en democracia. Los programas inspirados en esta perspectiva permiten emprender un gran proceso cultural de construcción de una verdadera solidaridad nacional, un movimiento profundo y democrático de dignidad, de respeto por los otros, una inversión generosa y original en caminos creadores de convivencia. Esta mesa es un caso y ha resultado de tanto éxito que ha promovido el aporte de nuevos fondos para poder otorgar más premios y también se ha convertido en un espacio muy rico de acción intergubernamental. A raíz del Seminario 2019 hemos recibido la solicitud de mantener esta mesa bimensualmente, pues ha podido resolver mucho del solapamiento de programas que es un problema y una clave de la modernización del Estado.

-¿Cuál fue el foco y el resultado del intercambio internacional?

-En su momento, Biquard inició junto al Arts Council y la organización Battersea del Reino Unido gestiones orientadas a dar respuesta a la inquietud de este último de conocer más profundamente la experiencia Argentina de Arte y Transformación. A partir de ello, la actual Presidencia del FNA, a cargo de Mariano Roca, continuó con las gestiones y, con el apoyo local del British Council, viajaron diez artistas de ese país que quedaron impactados por las experiencias conocidas tanto como por el carácter experiencial del Seminario. En este momento estamos en diálogo para diseñar una segunda etapa donde los dueños de casa serán ellos. La mayor parte de las estrategias argentinas fueron vistas como posibles buenas practicas allá.


(Una de las visitas del Seminario fue a la Casa de la Cultura, en el Barrio 31).

-¿Por qué decidieron dedicar una mañana a trabajar el cruce entre Arte, Cultura y Transformación de Conflicto?

-El bloque fue diseñado en conjunto con Carmen Olaechea, Presidenta de Fundación Cambio Democrático. Con Carmen trabajamos en la planificación de estrategias internacionales desde su organización y desde Crear vale la pena. Desde nuestra larga experiencia común en Argentina, en América Latina, y ahora también desde plataformas globales, entendemos que la humanidad está atravesando un tiempo extraordinario, cuestionándose colectivamente y desde todos los campos sus modos de ser y hacer en el mundo. Sabemos que tenemos que cambiar muchas de nuestras prácticas y poner nuestra creatividad y esfuerzo al servicio del planeta y la especie para encarar los desafíos sociales, ambientales y de sustento que enfrentamos hoy. Por eso quisimos traer a la consciencia tanto el lugar del conflicto como el del arte y la cultura en tiempos de transformación colectiva.


(En el primer día del Seminario, la comitiva visitó la Fundación Defensores del Chaco, en el partido de Moreno).

-¿Qué es el conflicto?

-Dentro del contexto social el conflicto es un fenómeno normal y dinámico cuya aparición expresa la necesidad y búsqueda de un cambio. Por eso, en primer lugar, el conflicto es una alerta, una oportunidad y una brújula que nos orienta. A partir de allí, dependiendo del manejo que le demos, el conflicto podrá tener tanto un carácter destructivo como uno constructivo que propicie la transformación buscada. En tiempos como el nuestro, es vital ampliar la comprensión del rol y las formas de manifestación de la conflictividad.

-¿Qué hay de su relación con el arte y la cultura?

-En cuanto a la cultura y el arte, rasgos humanos por antonomasia, quisimos traer consciencia sobre el poder transformador que aportan y la diversidad de perspectivas y dimensiones que abarcan. La cultura es el continente de nuestras transformaciones y el arte, entre las producciones humanas, una de las que tiene mayor poder para impulsar la transformación colectiva -sea como lenguaje, disciplina técnica, espacio de encuentro con uno mismo y con el otro, manifestación del espíritu del tiempo, fuente de acceso al inconsciente personal y colectivo, o instrumento para capturar lo arquetípico. Y, sobre todo, en tiempos de búsqueda colectiva, el arte es la levadura para la creación de nuevas metáforas y narrativas que convoquen nuestra imaginación en la concepción colectiva de un mundo más justo y más consciente de su excepcionalidad y su fragilidad. Poner luz sobre estas temáticas ayuda a comprender que todo aquello que entendemos como cultura está vinculado al manejo de las tensiones naturales que implica la construcción del entramado social. Podríamos decir que el tejido socio-ambiental local y planetario está fracturado y que desde el arte y la cultura podemos producir una conjunción a pesar de la disyunción que vivimos en múltiples sentidos. Tanto en el arte como en la política el desafío es entender la construcción desde las diferencias en tensión.

-¿Algún caso que se haya compartido en el que la cultura y el arte trascendieran el conflicto?

-Tal vez lo de mayor impacto fue compartir entre argentinos e ingleses -en una fecha muy próxima al 2 de abril- la obra Campo Minado, de Lola Arias, realizada como film y obra de teatro entre ex combatientes de ambos bandos. El arte mostró nuevamente que puede generarse empatía entre actores sociales de un conflicto de guerra y post-guerra aún no resuelto.