¿Por qué los museos deben dialogar con su entorno?
¿Por qué los museos deben dialogar con su entorno?

¿Por qué los museos deben dialogar con su entorno?

Entendiendo a las ciudades como cuerpos vivos, y a los museos que viven en ellas partes de esa vida, te contamos 4 líneas de acción de los Museos Nacionales para fomentar el diálogo con la comunidad y establecer nuevos vínculos con el entorno urbano
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Las ciudades son cuerpos vivos, y en sus entrañas transcurre la vida social. Los Museos Nacionales son parte de esa vida: están inscriptos en estos entramados, y de acuerdo a los distintos estímulos de su hábitat desarrollan líneas de acción y programas múltiples con la intención de repensar los vínculos existentes -y de establecer otros nuevos- con el entorno urbano.

En sintonía con el progresivo cambio de paradigma que ha ido ocurriendo en las últimas décadas en el campo de los museos, y a raíz de la necesidad de experimentar nuevas formas de habitar y resignificar los espacios públicos, cada museo recupera y conversa con lo que sucede en el entorno para reubicarse como institución y resignificar el rol que ocupa como parte de su localidad.

  1. Ejercicios de mapeo colectivo

    Esta línea de trabajo consiste en salir a explorar el contexto del barrio en el cual el museo se encuentra ubicado, con la finalidad de conocer sus particularidades y establecer contactos posibles con las instituciones circundantes para acciones concretas.

    Por ejemplo, en el marco de Museos Circulares (un programa iniciado en 2017, cuyo principal objetivo fue fortalecer y dinamizar el vínculo entre museos nacionales y escuelas públicas), se invitó a los equipos educativos de los museos a mapear las escuelas cercanas con la intención de relevar las características de sus poblaciones. Se partió, para ello, de la convicción de que conocer en profundidad a las instituciones -sus motivaciones, preocupaciones e intereses- es el primer paso para lograr propuestas exitosas con y para públicos escolares, que puedan ser planificadas en conjunto a partir de la generación de instancias de intercambio.

  2. Programación en red

    La inserción en el entorno urbano implica la posibilidad de trabajar de manera colaborativa con otras instituciones cercanas, en especial con aquellas que persiguen los mismos objetivos o que forman parte de la misma red institucional. Los museos nacionales que están ubicados en la misma localidad, o que se encuentran en el mismo barrio, pueden generar una programación conjunta y pensar estrategias en común que favorezcan los intercambios con el público.

    Un caso paradigmático es la participación de los museos nacionales de la Ciudad de Buenos Aires en La Noche de los Museos. Con la intención de visibilizar la microrred de museos nacionales dentro de la macrorred de museos que participan en el evento en toda la ciudad, y para fortalecer los lazos físicos y simbólicos entre museos, se crean circuitos por zona con programación específica, tanto en el interior de los museos como en el entorno circundante. Así, durante esa noche cada museo se convierte en una “posta” dentro de un recorrido mayor que lo engloba y le da sentido, y el circuito se transforma en un gran museo a cielo abierto.


  3. Programas orientados a la comunidad.

    Entendiéndose a sí mismos como instituciones dentro del entramado urbano y social, muchos museos nacionales desarrollan programas y líneas de trabajo orientados a establecer vínculos con las comunidades que los rodean y accionar sobre el territorio.

    Por ejemplo, a través del proyecto Museo y comunidades rurales: orquesta comunitaria Hilvanando Generaciones, inscripto en el programa social Andrés Chazarreta, el Museo de la Estancia Jesuítica de Alta Gracia y Casa del Virrey Liniers apunta a la creación de orquestas infantiles conformadas por instrumentos de fuerte raigambre popular, en poblaciones marginadas y sin acceso a los bienes culturales.

    También el Museo Nacional de la Historia del Traje desarrolla programas que apuntan a convocar al museo a comunidades identificadas con un oficio. Los encuentros de bordado y tejido desarrollados en el proyecto Saberes compartidos invitan a los vecinos a compartir conocimientos específicos, charlas y experiencias de trabajo.

  4. Acciones en colaboración con otros programas y organismos.

    Los museos nacionales desarrollan vínculos con organizaciones y programas de su jurisdicción, que trabajan para fomentar el acceso a la cultura para todos.

    En esta línea, los museos nacionales de la Ciudad de Buenos Aires trabajan en colaboración con programas como Arte en Barrios -dependiente de la Subsecretaría de Gestión Cultural del Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires-, con el objetivo de promover el acceso a museos a las comunidades que habitan barrios vulnerables.

    También se generan vínculos con organizaciones, organismos públicos y fundaciones que promueven la inclusión de las personas mayores en espacios culturales. A partir de acuerdos con organismos como PAMI, o el programa CreandoRED, de la Fundación Navarro Viola, se programan actividades en los museos nacionales destinadas a personas mayores, o mismo acciones que impliquen su colaboración.