Por más niñas intrépidas en las ciencias

La Revista Intrépidas nace en 2017 cuando Angeles Estrada Vigil, diseñadora industrial, y Anne Sztejnberg, administradora de empresas y politóloga, se unen para crear, ilustrar y darle forma a un proyecto editorial dedicado a acercar el mundo científico mediante un lenguaje innovador al público infantil de 6 a 12 años. Junto a ellas trabajan Brenda Pitkowski y Miranda Schwarzberg en la coordinación de los contenidos gráficos y editoriales de la revista y Laura Forni en la coordinación de la comercialización. Muchas otras colaboradoras se suman a este equipo para generar contenido en cada número. En las publicaciones hay juegos, historietas, experimentos y entrevistas a científicas del panorama actual.

En conversación con Anne nos adentramos en los detalles de este proyecto editorial tan único y necesario para que las infancias conozcan alternativas por fuera de los estereotipos de género.

-¿Cómo surge Intrépidas, qué clase de contenidos trabaja y en base a qué valores?

-La revista nació en diciembre 2017 como una propuesta innovadora que busca, a través de un contenido ilustrado y con enfoque educativo y lúdico inspirado en la metodología STEAM, potenciar la equidad de género y desarrollar herramientas para aumentar la participación de las mujeres en el campo de las Ciencias, Tecnología, Ingeniería, Arte y Matemáticas (STEAM, por su acrónimo en inglés). Es una revista en formato de papel de publicación trimestral, pensada para infancias de entre 6 y 12 años.

El enfoque STEAM (por las siglas en inglés de Science, Technology, Engineering, Arts, Maths) es una metodología que se fundamenta en el conocimiento transversal e interdisciplinar para garantizar un aprendizaje contextualizado y significativo. El pensamiento científico, cuantitativo y visoespacial son algunos tipos de pensamiento necesarios para enfrentarse a situaciones cotidianas y que están presentes en las disciplinas STEAM.

Intrépidas tiene un contenido muy diverso con una fuerte impronta vinculada al arte y la ilustración. Para cada número, entre cinco y seis ilustradoras elaboran con estilo propio notas armadas por una cantidad equivalente de redactoras. Esta propuesta de diseño resulta ser muy atractiva y seduce mucho a las lectoras y lectores.

La diversidad de formatos elegidos para las notas también propician interés para el contenido que desean transmitir. A través de actividades, entrevistas, historietas, juegos, enigmas y diálogos por chat, abordan temas curiosos y sensibles.

Aspiramos a provocar interés y, también, generar risas y preguntas. Creemos que esa forma es clave para alimentar el interés en la mirada de las niñas hacia las ciencias. Empoderamiento, Autoestima, Educación y Cooperativismo son los cuatro pilares que guían nuestro trabajo. Queremos promover que las niñas sean pensadoras, resolutivas, líderes e innovadoras y que se sientan seguras, inspiradas, expresivas y sensibles. Nos encanta alentarlas a que sepan investigar, explorar, crear y experimentar sin perder de vista que sean solidarias, cooperadoras, integradoras e integradas.

-¿Cuál es su opinión acerca de la necesidad de una paridad de género en el campo de investigación científica?

-Es urgente lograr más participación de las mujeres en el campo de la investigación científica no sólo por una cuestión de equidad de género y de oportunidad laboral sino también para hacer ¡“mejor” ciencia!

Aunque las mujeres representan solo el 30% de la comunidad científica en el mundo, en Argentina en 2016 representaban el 52% del total. Sin embargo, las investigadoras generalmente trabajan en los sectores académico y público, mientras que los hombres predominan en el sector privado, que tiende a ofrecer mejores salarios y oportunidades para progresar. También, como en la mayoría de los países, las mujeres se concentran en las ciencias sociales y permanecen subrepresentadas en ingeniería y en carreras tecnológicas.

Los estereotipos y prejuicios que enfrentan las niñas en el momento de elegir su campo de estudio son variables que contribuyen a dejar afuera a muchas mujeres de estos ámbitos de trabajo. Así, en una investigación de 2017 realizada por la Cátedra Regional UNESCO Mujer Ciencia y Tecnología en América Latina – FLACSO en Buenos Aires, Sao Paulo y Ciudad de México, se afirma que la matemática es una de las materias preferidas de niñas y niños pero el interés de las niñas baja a medida que avanzan en el trayecto escolar. ¿Por qué? Comienzan a actuar los prejuicios y patrones culturales que se promueven desde la sociedad, la cultura y la familia.

La revista Science publicó en el mismo año resultados de un estudio en el que participaron 400 niñas y niños de 5, 6 y 7 años de Estados Unidos. Les contaron un cuento con un personaje "muy inteligente", luego les preguntaron si era hombre o mujer. Para los de 5 años, el personaje estaba asociado a su género. Pero las y los mayores comienzan progresivamente a identificarlo con un hombre. La investigación concluye que a mayor edad decrece la autovaloración de las niñas y es a partir de los 6 que las chicas comienzan a auto percibirse como menos talentosas.

También es necesario disminuir la brecha de género en el ámbito científico para generar más diversidad en la producción del conocimiento sobre el que hoy tiene la exclusividad la mirada masculina. Para mejorar la perspectiva de la sociedad sobre los desafíos que enfrentamos, es necesario ampliar la mirada dándole más flexibilidad, creatividad y diversidad a nuestras acciones.

-¿Cuál consideran que es la mejor manera de incentivar a las niñas a que se animen a formar parte de las carreras de ciencias?

-Existen varias formas de incentivar a las niñas a que se animen a formar parte de esas carreras. Una de ella es ofrecer una imagen de la ciencia que sea múltiple y diversa, es decir: con ¡protagonistas mujeres!

La poca visibilidad de modelos femeninos en las ciencias, y sobre todo su escasa representación en los ámbitos culturales y educativos, condicionan a las niñas a la hora de elegir una orientación profesional. Cómo voy a saber que puedo ser astronauta, cirujana o arquitecta si esos perfiles son usualmente masculinos en publicidades, cuentos, películas, en fin, en todo lo que vemos, consumimos o leemos. Además la matemática, ingeniería, química, entre otras ciencias, se suelen considerar como racionales, intelectuales e independientes, características culturalmente asociadas a la masculinidad. Esto lleva a que los chicos o las chicas que no se identifican con estas características puedan pensar que los estudios y las profesiones científicas “no son para elles” simplemente porque no encajan en el modelo socialmente propuesto.

También es importante alentar a las lectoras a intentar experimentos en los que se hagan preguntas sobre matemática, física, química, ciencias de la computación e ingeniería. Con las preguntas podemos explorar un nuevo modo de ver lo que nos rodea, de sumergirnos, de enfocar. Nos parece importante cuestionar los estereotipos y fomentar en las niñas el desarrollo del pensamiento científico y la lógica porque son herramientas que se deberían incorporar a la vida cotidiana.