La pasión por la poesía
Siete poetas federales para descubrir
Chaco, Santa Fe, Córdoba, Mendoza, Paraná, Bahía Blanca y Rosario son su lugar de origen. Pertenecen a diferentes generaciones pero tienen un lenguaje en común: la poesía. Te invitamos a conocerlas.Jimena Arnolfi
Nacida en Buenos Aires en 1986, actualmente vive a las afueras de Gualeguaychú, Entre Ríos. Autora de Hay leña, Todo hace ruido y las publicaciones en formato plaquette Metafísica y Defensa personal en edición bilingüe (español-portugués).
Su poesía fue traducida al francés, inglés, italiano y portugués. Edita el blog El poema del momento. Fragmentos de un libro inédito escrito durante su embarazo y puerperio han sido publicados en El cielo del mes y en la antología Otros colores para nosotras. Poesía contemporánea de mujeres argentinas.
Crédito: Revista Dínamo.
Estado de situación
Con una mano sostengo a mi hija
y con la otra escribo.
La vida es un tablero
cuidadosamente armado
que todo el tiempo se da vuelta.
Cuando digo que nos entretenemos,
me refiero exactamente a eso:
Nos tenemos entre nosotras.
Macky Corbalán
Nació en Cutral Có, provincia de Neuquén en 1963. Fue poeta, Licenciada en Servicio Social, periodista y activista de las causas de género y medio ambiente. Publicó su primer poemario La pasajera de arena en 1992. Más tarde llegaron Inferno, Como mil flores y El acuerdo.
Sus poemas fueron parte de las antologías Poesía en la Fisura, de 1995; Antología de Poetas de la Patagonia, de 2006; Poetas Argentinas (1961-1980), de 2008, y Poesía del siglo XX en Argentina, 2010, entre otras. Macky Corbalán falleció en el año 2014.
Crédito: Lamasmedula.
La llave
La miro con detenimiento,
con fruición. Es diferente: brilla
con luz y oscuridad, su forma
quiso parecer un corazón
pero quedó a la mitad.
Sonríe y mira.
"La llave de mi corazón" decís al
ponerla sobre mi mano,
y vuelvo a mirarla por si fuera cierto,
como si sólo debiera elegir
el momento, el modo de la entrada.
Creer en las palabras, en el
latir que las empuja hasta la dicción,
que lo que dicen es cierto,
de alguna manera.
Creer en lo que se ve, en lo que el cuerpo
recibe, agradecido, y que el sudor deja
más que sal piel adentro.
Antes que la religión, el amor
es materia de fe.
Margarita Roncarolo
Nacida en la ciudad de Córdoba en 1950, Margarita se mudó a Buenos Aires en la década del '70. Participó en los talleres de Abelardo Castillo y Liliana Heker. Co-creó la editorial Guacha Editora. Fue poeta y perfomer, dedicándose a la investigación de formatos alternativos en Atrasamos Mil Años (kamishibai) y Radio Efecto Humboldt (radio arte).
Dedicó su vida a la docencia durante 27 años en el Instituto Vocacional de Arte Lavardén (IVA) en Literatura y en el Laboratorio de Investigación y Exploración con la Palabra Aplicada (LIEPA). Coordinó grupos de adolescentes y pacientes del Hospital Neurosiquiátrico Borda en El Taller de la L. Impartió talleres de escritura en su casa de Chacarita. Publicó su primer y único libro Rosa o muerte en 2019. Margarita Roncarolo falleció el pasado 10 de julio.
Crédito: Natalia Leiderman.
Estas cosas suceden en las noches de Chacarita
Poca gente
puede entender perfectamente
en qué consiste el paso del tren
de las 4 menos 10.
Un tren que mansamente
llanura
rumiando sobre las vías.
Un tren romántico:
debería llevar rosas.
El mismo tren que pasa por las vías
al lado de casa
algunas noches desvía
y entra en la cocina
y mi padre se baja
se sienta a la mesa
y me deja este riel
en medio del pecho.
Denise León
Nacida en Tucumán en 1974, León es Magíster en Lengua y Literatura y Doctora en Letras, investigadora del CONICET y docente. Ha publicado Izcor: la vela encendida: cinco relatos de mujeres que hicieron el Shabat; La historia de Bruria. Memoria, autofiguraciones y tradición judía en Tamara Kamenszain y Ana María Shua; Poemas de Estambul; El saco de Douglas; El trayecto de la herida; Templo de pescadores y Mesa de pájaros. Como investigadora ha publicado además numerosos ensayos en revistas nacionales e internacionales sobre literatura, poesía, género y tradición judía en el siglo XX.
Crédito: Eterna cadencia.
Dice que es atravesada
por los agujeros
de la red
como una calle
es atravesada
por la gente;
atravesada
por un dedo
huesudo
y largo.
La red
es un comienzo
posible,
una pregunta
por la que te sigo
y me escapo.
Una red
que no recogió
el fruto
ni el milagro.
Lisa
–como
un vientre infecundo–
se sumerge
a pesar de todo
de espaldas
al río.
Aixa Rava
Nació en 1982 en Tierra del Fuego. Es integrante del Comité Editorial del Instituto de Arte Americano e Investigaciones Estéticas Mario J. Buschiazzo (FADU-UBA) como correctora de la Serie Tesis. Es titular de la cátedra Didáctica de Segundas Lenguas del Profesorado de Sordos e Hipoacúsicos del Instituto de Formación Docente N°4 de Neuquén.
Publicó los poemarios Barda; La luz no se corta como el papel y Los sitios de mi cuerpo. Participó de las antologías Rumiar. Volumen I en 2018 y Poesía Añosluz en 2020. En 2019 fundó el sello Tanta Ceniza Editora en el que participan diseñadoras, ilustradoras, traductoras y escritoras argentinas. Rava integra la Colectiva de Escritoras Patagónicas, proyecto que difunde las voces de escritoras de la Patagonia en el canal de YouTube Algún poema tiene que haber.
Crédito: Revista Altazor.
Nieve
La última vez que toqué la nieve
mis manos recibieron las partículas
minúsculas de aquella otra
que alguna vez odié.
Una bola de nieve es como una bola de cristal:
puedo ver a través las calles blancas
las piernas enterradas hasta la rodilla
los techos cubiertos, las ramas vencidas
las huellas cimbreantes, barrosas
de los autos y camiones.
Puedo ver también las tardes
de juego en casa:
la danza en el living
el montaje en la escalera
mamá que teje y toma mates y nos mira.
Una soledad plomiza entra por las ventanas,
papá está lejos, en el campo
imprime sobre esta misma nieve
la rúbrica de sus borcegos.
La nutria que cuidamos está en mis brazos,
caliente el cuerpo se hincha y retorna,
nos mira hasta que se duerme y la nevisca
se funde con las voces de Sui Generis.
Mis manos aclimatadas se acoplan al fuelle,
la última vez que toqué la nieve
eché en falta ese pelaje denso
por sentirlo otra vez dejé
que me quemara el frío.
Lola Castro Olivera
Nació en San Salvador de Jujuy en 1985. Es correctora de libros, docente, periodista, actriz y gestora cultural. Publicó los poemarios Crímenes, risas y crímenes junto al poeta Javier Adúriz, y Casa triste euforia.
Recibió el primer premio Ciudad de Mercedes 2000 en la categoría Cuento. Estudió actuación teatral en Jujuy y Buenos Aires. Fue tallerista de poesía y teatro en varios programas estatales, así como de la comisión organizadora del Festival de Poesía Sumergible de Jujuy en su tercera edición y ha sido invitada oficial en varios festivales, programas institucionales y ciclos poéticos del país como el Festival Internacional de Poesía en el marco de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires.
Crédito: Facebook oficial.
17.
Se había estado preparando para ¿esto?
para que alguno trace una suave genealogía del intento
de los huecos del asteroide
llega una música disonante que se niega a entrar en su tímpano, pero ¡ahí está!
un viento invernal empuja arenilla, pero no siento el frío
hay en sus grandes guantes un hormigueo
es la gana, pensá,
la gana que me viene
volvé a la nave, ¡todas las cámaras están rotas!
los amigos allá lejos, pensá, pero viene la gana
cuántas cosas no te dije
la más linda siempre hoy
estoy gastado y no se me vienen esperanzas tengo sólo
olor a húmedas arenas
inconquistables.
Dicen que hay una neurosis que ataca a los astronautas cuando ven la tierra desde fuera
estamos entrenados pero ahora mi compañero se apaga entre hierros y plástico
ay me vino la gana. Voy a
sacarle una foto al planeta desde acá
se ven algunos humos y las tormentas
¡cómo viajan las nubes, linda mía, si vieras! plomo y verde sobre el sur
parece mentira que todo esté podrido Tiempoespacio tiempo es espacio es tiempo es
vaya esta foto quizá, linda, te llegue algún día
se me agota el aire. Y sin embargo
mi pecho está lleno
de cristales que espejan
los colores del sistema
los amigos, pensá, la perra duerme en la puerta de casa
¿cómo no volver? ¿será posible tenderme en estas arenas?
10, 9, 8, 7… empieza la desconexión
llora al muerto, se quita el casco, el overol
cien agujas de frío y meteoro le arañan la piel.
Intenta en un salto abrazar el planeta
pero antes flota
con lo demás
Rosario Bléfari
Nacida en Mar del Plata en 1965, Bléfari fue actriz, cantante y escritora. Publicó Poemas en prosa; La música equivocada; Antes del río; y Poemas de los 20 en los 80. Además, dos libros de cuentos: Mis ejemplos y Las reuniones. También escribió dos obras de teatro: Somos nuestro cerebro: ensayo de divulgación científica y Somos nuestros genes.
Diario del dinero es su último libro. Rosario Bléfari falleció en la ciudad de Santa Rosa el pasado 6 de julio.
Crédito: Radio Kermes.
Nogal
Yo tuve un nogal amigo que era un elefante
sus hojas eran ojos que vibraban con el viento
y el estuche verde de sus nueces teñía las manos
su corteza se desprendía en anillos
era mi hermano gris
generoso y suave
era fácil treparlo
abrazarlo
acariciarlo
llegar muy alto
esconderse entre sus brazos
mis ojos latiendo entre sus ojos
sintiendo el perfume de las cercanas cerezas maduras
debería haber llorado sobre las marcas
cuando la soga de la hamaca fue retirada
porque ya era la despedida
ahora él sigue en el mismo lugar
tal vez más gruesos sus brazos más finos
tal vez haya sobrepasado el tejado
y sigan cerca los frutales vecinos
y cuando yo ya no esté en este mundo
él seguirá creciendo y reconstruyéndose
y no seré más la que lo abandonó para seguir su camino
sino parte de todo lo que él deja atrás
en el transcurrir de su larga vida enraizada.