Palo Pandolfo, siempre vendrá
Palo Pandolfo, siempre vendrá

Palo Pandolfo, siempre vendrá

Música
Cantante, compositor, poeta y guitarrista, fue uno de los mejores y más queridos exponentes del rock nacional. Lideró bandas emblemáticas como “Don Cornelio y la Zona” y “Los Visitantes” y luego hizo una muy interesante carrera solista.

Roberto “Palo” Pandolfo nació el 22 de noviembre de 1964 en la Ciudad de Buenos Aires. Cursó el secundario en el la escuela técnica “Ingeniero Luis Huergo” y desde entonces mostró interés por la música, ya que con sus compañeros del industrial armó la banda Sempiterno, que duró entre 1979 y 1983, cuando Palo terminó sexto año y el grupo se disolvió.

Pero Palo continuó en el mundo del rock y con solo 20 años, en 1984, armó la banda Don Cornelio y la Zona, que es un hito en el rock nacional. Allí fue cantante, guitarrista, autor y compositor. Los otros integrantes fueron el guitarrista Alejandro Varela, el bajista Federico Ghazarossian, el tecladista Daniel Gorostegui Delhom, el baterista Claudio Fernández y el saxofonista Fernando Colombo.


Palo Pandolfo en el Cierre del Encuentro Federal de la Palabra. Tecnóplis, 2014. Foto: Silvina Frydlewsky.

El primer álbum se llamó Don Cornelio y la Zona y se editó en 1987 de manera independiente por el sello Berlín Records. Fue producido por Andrés Calamaro y fue un éxito rotundo gracias a la difusión masiva de la canción “Ella vendrá”, aunque el disco también tenía otras joyas musicales y llenas de poesía como “El rosario en el muro”, “Cenizas y diamantes”, “Tazas de té chino”, “La primera línea”. Don Cornelio fue elegido como Grupo revelación por el suplemento del diario Clarín, que entonces era una biblia para la juventud, y al año siguiente fue el grupo soporte del show que el estadounidense Iggy Pop dio en el estadio Obras.

Ese debut fue arrasador a nivel comercial pero también hacia el interior de la banda. Para su segundo álbum decidieron hacer algo distinto a lo que esperaba el público y la crítica y grabaron, también de manera independiente, Patria o muerte (1988). Este disco se consideró un fracaso comercial y luego el grupo se separó. Antes editaron el tercero y último álbum: En vivo, con las mejores canciones del grupo.


Palo Pandolfo en la Muestra Anual de Fotoperiodismo Argentino. Palais de Glace, 2014. Foto: Augusto Starita.

Después, Palo formó un grupo nuevo: Los Visitantes, completamente significativo de la década de los noventa. Lo acompañaban Ghazarossian y Delhom de Don Cornelio, a los que se sumaron el baterista Jorge Albornoz y la cantante Karina Cohen. El debut también fue una bomba: Salud universal, que salió por el sello independiente Trípoli Discos, que incluyó el hoy mítico tema “Playas oscuras”. El grupo también sacó los discos Espiritango (1994), En caliente (1995), Maderita (1996), Desequilibrio (1998) y Herido a la distancia (1999). Con Los Visitantes, Palo volvió a tener el reconociendo del público y de la crítica.


Palo Pandolfo en "Nuestros Museos", en la Noche de los Museos. Museo Malvinas e Islas del Atlántico Sur, 2015. Foto: Romina Santarelli.

El grupo se terminó con la década y Palo Pandolfo inició su carrera solista, con discos como A través de los sueños (2001), el álbum de covers Antojo (2004) y Ritual criollo (2008). En 2013 volvió a formar una banda, La Hermandad, con la editaría Esto es un abrazo ese mismo año y cinco discos más.

En el fantástico Maderita –un tema más hermoso que el otro– el estribillo de la canción “La musa” repite y repite: La muerte no existe, la muerte no existe. Sin embargo ayer, Palo se desvaneció en la avenida Díaz Vélez al 5300, en el barrio porteño de Caballito, y no se volvió a despertar. Tenía 56 años.

Su muerte causó consternación en el ambiente cultural y fue saludado en redes sociales por los músicos Andrés Calamaro, Iván Noble, Sergio Rotman, Fernando Ruiz Díaz, Karamelo Santo y Juan Rosasco, entre otros.

Pero así también, por Abuelas de Plaza de Mayo, que le reconoció y agradeció el compromiso de Palo en la búsqueda de los nietos y nietos que aún desconocen su verdadera identidad.