La diversidad cultural, eje del debate latinoamericano y caribeño
La diversidad cultural, eje del debate latinoamericano y caribeño

La diversidad cultural, eje del debate latinoamericano y caribeño

El intercambio tuvo lugar en el marco de la III Reunión de ministros de Cultura de la CELAC que concluyó el sábado 19 en La Habana

El respeto a la diversidad cultural, la lucha contra el tráfico ilícito de bienes culturales y la defensa de los derechos culturales en Internet fueron algunas de las metas incorporadas en la declaración final y en el plan de acción alcanzados en la III Reunión de ministros de Cultura de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), celebrada en la Habana entre el 18 y 19 de septiembre.

“Quienes somos”, preguntó reiteradamente el ministro de Cultura de Las Bahamas, Daniel Johnson, al exhortar a los participantes a interrogarse sobre identidad cultural.

Incentivada por ese discurso, y los de sus pares de Brasil y Uruguay, la ministra Teresa Parodi pidió la palabra y expresó: “Si aceptamos la inmensa diversidad que nos caracteriza, desde ahí, estoy segura, las transformaciones de nuestros países serán profundas. Nuestros países están encontrando espacios extraordinarios desde donde pensar. Sabemos de dónde venimos y quiénes somos”.

El tema del respeto a la diversidad prevaleció en las ponencias e intervenciones de los 33 ministros y representantes de los países que integran la CELAC y se reflejó en el documento elaborado conjuntamente.

Este encuentro ratificó el realizado en Surinam en 2013, “en cuanto a reafirmar el respeto por la diversidad cultural que caracteriza las identidades latinoamericanas y caribeñas, en tanto sociedades multiétnicas, multiculturales y plurilingües, lo que contribuye al derecho soberano de cada uno de los pueblos”.

También se ratificó “la importancia de los derechos culturales, individuales colectivos, entre ellos, la identidad y la memoria, las creencias, los conceptos y las ideologías, los lenguajes, las costumbres y tradiciones y el patrimonio, tanto material como inmaterial, de nuestros pueblos, incluidos los pueblos indígenas, originarios y campesinos”.

Otro punto sobre el que se debatió fuertemente fue el de la protección de los bienes culturales y patrimoniales y quedó plasmado en el texto final como “una de las prioridades más importantes en la proyección de las políticas culturales de nuestros países”.

Al respecto, los países instaron a adoptar “una posición regional respecto a la lucha contra el tráfico ilícito de bienes culturales y patrimoniales”.

Un tema que también despertó el interés de las naciones, que contó con el apoyo de Brasil, Argentina y Ecuador, fue el de generar un mecanismo para proteger los derechos de autor y de imagen.

En la declaración se plantea “impulsar el debate alrededor de los derechos culturales en el entorno digital, con énfasis en la construcción de estrategias conjuntas de los países de la CELAC para la búsqueda de una solución global al desafío de la reglamentación de los derechos de autor, la garantía de la libertad de expresión y la libre manifestación de la diversidad de las expresiones culturales en Internet”.

Estos debates también forman parte del plan de trabajo adoptado por los países para el período 2015-2020, que cuenta con 35 acciones, la mayoría de las cuales son respaldadas por Argentina, puntualmente las vinculadas al tráfico de bienes culturales, el entorno digital y lo relativo a la diversidad cultural.

“Más allá de lo que vinimos a hacer como ministros en nombre de nuestros Estados, nos pasan cosas cuando estamos juntos. Estamos pensando juntos la América de la que somos parte”, dijo Parodi.