No se olviden de Cabezas
No se olviden de Cabezas

No se olviden de Cabezas

Historia
¿Quién fue José Luis Cabezas? ¿Por qué es necesario recordar el lema que impuso el colectivo de Reporteros Gráficos? En el aniversario de su asesinato, el 25 de enero de 1997, desde el Ministerio de Cultura homenajeamos a Cabezas y reivindicamos la vital labor de los fotógrafos para la vida republicana
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El domingo 3 de marzo de 1996, la Revista Noticias publicó en tapa la primera imagen del empresario Alfredo Yabrán. Caminaba junto a su esposa por las playas de Pinamar, vestido con un traje de baño cuadriculado blanco y bordó. Detrás del lente estaba José Luis Cabezas, fotógrafo de 34 años que cubría la temporada de verano en el balneario atlántico para Editorial Perfil. Al año siguiente, en la madrugada del 25 de enero de 1997, a los 35, luego de salir de una fiesta organizada por el empresario Oscar Andreani, José Luis Cabezas es interceptado, secuestrado y asesinado en General Madariaga.

Día Nacional del Reportero Gráfico

A raíz de este atentando a la libertad de expresión, y en homenaje a José Luis Cabezas, se promulgó la Ley 24.876, que establece que el 25 de enero se considerado el Día Nacional del Reportero Gráfico.


(Foto: Revista Noticias, la tapa del domingo 3 de marzo de 1996).

Recordando a José Luis Cabezas

Entre los muchos reporteros gráficos que no se olvidan de Cabezas se encuentra Jorge Bosch, colega de José Luis y compañero de las últimas tres temporadas que cubrió el fotógrafo en las playas de Pinamar, uno para Noticias, otra para Revista Gente. No eramos amigos, pero eramos muy buenos compañeros. Nos bancábamos en todas y si venía alguien nos avisábamos. Si bien las revistas siempre competían, entre nosotros nunca nos estafábamos”.

Jorge trabajó también para diarios como La Voz del Interior, La Gaceta de Tucumán, La Nación o el Tribuno de Salta, y cubrió conflictos bélicos, incendios en el amazonas, policiales e investigaciones periodísticas. Actualmente es docente, enseño lo que hice y lo que hago”, y fue testigo en la causa del asesinato, por haber estado con él en las últimas horas de su vida, antes de ser secuestrado. “Recordarlo todos los años a José Luis es una renovación de algo”, son sus primeras palabras.


(Otra de las fotos hechas por José Luis Cabezas para Revista Noticias).

-¿Cómo conociste a José Luis Cabezas?

-Ya habíamos hecho dos temporadas juntos en Pinamar. En la anterior le había hecho la foto a Yabrán que salió publicada en marzo de 1996. Había pasado casi un año. Fue la última temporada que estuvo entre nosotros, me acuerdo que nos había dicho que estaba podrido de hacerle guardia a “este tipo”, pero que la editorial le había pedido que la siguiera. Todavía no había pasado nada. Él tenía que esperarlo a que aparezca, era muy cansador. Yo trabajaba en Revista Gente, también me pidieron que hiciera la guardia. La temporada de Pinamar siempre se busca mucho a los políticos, y si no hay mucha movida surgen este tipo de notas más de investigación a empresarios.

-¿Había otro archivo de Yabrán además de la foto que había publicado José Luis?

-Creo que había una foto muy vieja donde él está mirando para arriba a unos fuegos artificiales. Yabrán era muy jovencito. Después lo mandaron a José Luis a hacer la foto que fue tapa de Noticias. Y al año siguiente, en 1997, cuando lo asesinaron, me mandaron a mí también a retratarlo. A él y a otros políticos.


(Foto: Archivo personal e Jorge Bosch)

-¿En esa temporada lo hiciste?

-Le hice un par de fotos pero eran muy feas porque aparecía a través de un vidrio. Nunca pensamos que iba a terminar así.

-¿Dónde estabas cuando recibiste la noticia?

-Mirá, estaba cubriendo un desfile de modas de Giordano. Pero antes al medio día me había llamado Cristina, la mujer de José Luis, preguntándonos dónde podía estar, si sabíamos de algo porque tenía que hacer una nota y no había aparecido. Yo le conté que lo habíamos visto la noche anterior, en una fiesta del empresario Oscar Andreani, que siempre organizaba para Navidad y año nuevo, y no supe qué decirle, intuyendo tal vez que había tomado de más. Todos tomamos esa noche. Nunca me imaginé nada tan gravoso ni complicado. Y cuando nos reunimos en el desfile nos contaron que habían encontrado el auto quemado. No sabíamos que era él. Después supusimos que había tenido un accidente.

-¿Cómo reaccionó la gente?

-Bueno, yo siempre lo cuento aunque parezca antipático. Al día siguiente muchos vecinos de la zona hicieron una marcha con carteles que decían “Pinamar es sano” o en “Pinamar no hay delincuencia”. Esa cosa que también tenemos los argentinos. Lo marco siempre porque nadie lo cuenta.


(Foto: Archivo personal de Jorge Bosch. en una de las marchas en homenaje a José Luis Cabezas).

-¿Ataste cabos a medida que recibías información?

-Si, después nos dieron más detalles y empecé a hilar fino. De hecho me acuerdo claramente el día que lo marcaron. Se había caído una Land Rover de una rampa, en esos recorridos que son de prueba, y nos llamaron urgente para hacer la foto. Y ese día lo marcaron a José Luis, lo marcaron con un abrazo.

-¿Cómo te diste cuenta?

-Me di cuenta porque es muy raro que un comisario abrace a una persona que recién conoce, ¿viste? Pero por ahí es una intuición mía. Igual lo tuve que declarar cuando me tocó ir al juzgado de Dolores. Parecía como que había una amistad, medio rara, pero yo sabía que José Luis no era amigo de él. Después se supo que ese día lo marcaron los policías que estaban ahí.

-¿Qué te acordás del día previo?

La noche anterior lo había visto preocupado. Comimos juntos, estaba mi hijo también. Lo vi medio preocupado, pero era una sensación mía. No puedo decir que tenía algo que ver. Creo que algo hubo, aunque nunca lo comentó. Yabrán tenía sus formas. Amenazas recibimos siempre, de todos lados, en algún momento siempre te llega.

-¿Tuviste posibilidad de retratar a los asesinos?

-Si, les hice fotos en la cárcel. Seguí el caso y me tocó retratar a los cinco. Había una mesita ratona que usé. José Luis tenía esa particularidad, hacía muchas fotos de arriba, “picadas”, gente mirando para arriba. Y yo hice lo mismo. Me subí a la mesita que tambaleaba, tenía miedo de caerme pero no me importaba, los miré y les pedí que miraran a cámara. “Esta es la foto que hubiera hecho Cabezas”, pensé. Hice tres y me fui. Hasta ese día no se sabía realmente bien qué había pasado.


(Foto de Jorge Bosch a los cuatro integrantes de la banda "Los Horneros": Sergio González, Héctor Retana, José Auge y Horacio Braga,.

"Me subí a una mesita que tambaleaba, los miré a los cuatro y les pedí que miraran a cámara. “Esta es la foto que hubiera hecho Cabezas”, pensé. Jorge Bosch cuenta lo que sintió cuando tuvo que retratar a los asesinos de Cabezas.

-¿Te amenazaron alguna vez?

-Si, pero con otras cuestiones. Con la leche podrida de Vicco por ejemplo, y cosas así. Amenazas telefónicas, “cuidá a tu familia”, “tené cuidado con esto”. Siempre estás alerta. Son cosas tan frecuentes que después dejás de darle pelota.

-¿Qué sentiste como profesional cuando te enteraste de su asesinato?

-A mi me tocó estar en la guerra de Bosnia, me mandaron a hacer una cobertura. Y lo que yo pienso es que estamos un poco sometidos al peligro siempre. Pero eso es lo que nos gusta, vivir la vida un poco más al borde, esas cosas pasan, como pasó en Nicaragua que mataron a un fotógrafo por política o ni hablar en los conflictos bélicos; pero ahí sabés donde te metés. Esto se justifica menos, porque nunca sabés hasta dónde llega la política. No saber bien por qué, no saber de qué se trata. Eso es más complicado. Imaginate que salió de una fiesta y se lo llevaron.

-¿Qué creés que significa el lema “No se olviden de Cabezas”?

-Alguien en algún momento lo dijo: porque sabemos que claramente todos nos olvidamos de lo que pasa en este país. Es eso. Y para el grupo nuestro, para los reporteros gráficos, No se olviden de Cabezas significa que nosotros no nos vamos a olvidar. Esto surgió de algún lado, el No se olviden de Cabezas, yo era miembro de la Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (ARGRA) y no me acuerdo quién lo dijo pero fue con esa intención: sabemos que todo se olvida en este país, pero nosotros no nos vamos a olvidar. Y de hecho no nos olvidamos, porque la credencial lleva la foto de él.

-¿Como sociedad, cómo hacemos para no olvidarnos de Cabezas?

-Como sociedad lo único que tiene que funcionar es la justicia. Hoy hay un descontrol y unas divisiones tremendas que inciden en que algo sea creíble. Siempre va a quedar un margen de duda. Yo ya soy grande y vi pasar un montón de cosas que todo se olvida.

-¿Sentís que tu profesión cambió en algo a raíz de este asesinato?

-En términos generales, la profesión como sentimiento para mí no cambia en absoluto. El concepto que yo tengo y cuento siempre en mis clases, ahora que soy docente, es poder mostrar las cosas que otros no pueden mostrar y otros no pueden ver. Estar en un lugar donde nadie va a poder ir, contarlo sin ningún sesgo político, desde la realidad, por medio de una imagen que no sea mentirosa, con la menor cantidad de epígrafe posible para que la gente entienda. Eso sigue manteniéndose, yo lo mantengo con los alumnos.

-¿Cuál es tu primera enseñanza?

-Lo primero que se me ocurre decirles es que la policía les va a pegar siempre. El otro día vi a un alumno llorando porque le habían roto la cámara. Claro, no le dijeron nunca que lo primero que le van a romper es el equipo y que en las marchas te van a pegar. Es una locura, pero hay que empezar enseñándoles por ahí. Después viene todo lo que tiene que ver con la cuestión ética, de cómo manejarse como un profesional.

La condena

El 2 de febrero de 2000, en juicio oral y público, fueron condenados a prisión perpetua los cuatro integrantes de la banda "Los Horneros": Horacio Braga, José Auge, Sergio González y Héctor Retana, como así también Gregorio Ríos, jefe de Seguridad de Alfredo Yabrán, y los policías Sergio Camaratta, Aníbal Luna y Gustavo Prellezo.​

Foto de portada: Eva Cabrera, de ARGRA