Melina Furman: "Cada pregunta de los chicos puede ser una pequeña aventura"

Melina Furman es Bióloga por la Universidad de Buenos Aires y Master y Dra. en Educación por Columbia University, EEUU, pero sobre todo, es una mujer sensible que toma el enseñar como una aventura y ayuda a criar chicos curiosos, con pensamiento crítico.

Su nombre resuena por "La casa de la ciencia", el programa que escribió y condujo en Paka Paka, por sus charlas Ted, donde enseña a tener ideas maravillosas y por los libros que escribe, como la "Guía para criar hijos curiosos", publicado por Siglo XXI ediciones, donde comparte ideas para encender la chispa del aprendizaje en casa y es casi un manual de supervivencia para padres y madres 

Justamente en casa nos encuentra a todos y todas el aislamiento social, preventivo y obligatorio, y nos obliga a repensar formas de relacionarnos con el aprendizaje y la tecnología. Sobre esto hablamos con Melina. 

¿Cómo se maneja la frustración que puede generar en los niños y niñas el aislamiento?

Por un lado lo más importante es saber que estamos en una situación sumamente distinta a como vivimos siempre entonces parte del asunto es poder reconocerlo, tener paciencia, saber que va a haber momentos de frustración y de desgano. Respetar esos momentos, no tratar de resolverlos tan rápido todo el tiempo y mucho menos tratar de resolverlo inmediatamente con pantallas, porque no da demasiado resultado a mediano plazo. Si ir proponiendo actividades -por ahí super simples- para recuperar las ganas: juegos en familia, desempolvar juegos de mesa olvidados, ver alguna cosa juntos, hacer ejercicio. En la medida que podamos por supuesto, cada familia está en una situación diferente.

Ahí el ejercicio físico es super importante. Los chicos necesitan moverse y en estos días se están moviendo mucho menos. Hay muchos recursos interesantes para consultar: videos de yoga para niños, clases de gimnasia que se puedan hacer en familia, actividades que nos hagan encontrar nuevas maneras de estar juntos que por ahí antes no teníamos.

¿Se puede sacar provecho del aburrimiento?

En general a las mamas y papas nos da miedo el aburrimiento de los chicos porque nos desespera, no sabemos muy bien que hacer al respecto. Queremos calmarlos, ofrecerles algo que hacer. Pero vale la pena saber que estar aburridos un rato da lugar a la creatividad, hay mucho estudiado de esto, como aburrirse un poco incluso hace bien porque nos da la posibilidad de inventar cosas nuevas que no estaban ahí antes. Es claro cuando uno recuerda la propia infancia, esos juegos que salían a la hora de la siesta con los hermanos cuando no había demasiado de hacer. Ese espacio del vacío por un rato es super importante para que los chicos puedan desplegar sus propias estrategias y no tengan todo resuelto. 

¿Hay una manera propicia de explicarles la situación, sin evadir la verdad pero sin generar tampoco un gran miedo?

Lo primero es decirles la verdad de lo que está pasando ajustada a lo que pueden entender y a lo que preguntan. No dar información de más pero sí explicar que tenemos que quedarnos en casa porque es una manera de cuidarnos y de cuidar a los demás. Con chicos más grandes uno irá complejizando la información. Explicarles según la edad que tengan, de manera que puedan comprender, qué pasa con el virus, tratando de generar cierta tranquilidad. Explicar por qué y cómo hay que lavarse las manos, hay un montón de recursos super lindos que lo explican. 

¿Por qué hay que lavarse las manos?

Hay que esperar a ver qué necesitan saber, que nos guíen sus preguntas a la hora de contar la información. Y sobretodo no tener la tele todo el día prendida, eso para nosotros los grandes. Tratar de dosificar la información que reciben y que no reciban información de manera pasiva con la tele todo el día prendida u otros medios que transmiten información que no pueden comprender y no necesariamente es correcta. Ahí es super importante que los adultos hagamos de filtro.

Con los adolescentes, que tengo entendido muchos se resisten a cumplir con el aislamiento y eso genera conflictos, ayuda contarles que quedarnos en casa, a diferencia de lo que parece, no es pasivo sino es ayudar a otros de manera activa. Y a la vez involucrarlos y darles un rol de agentes de cambio y protagonistas en esto de ayudar a los demás. Que puedan pensar con nosotros quién necesita ayuda de la familia o de los vecinos, difundir alguna de las campañas que se están haciendo. Darles un rol más protagónico termina ayudando a que puedan respetar las normas y contribuir. 

Entrá acá para saber cómo hablar con los chicos cuando hay una pandemia 

¿Cuál es el mejor consejo para estimular la curiosidad en un lugar tan cotidiano como el hogar?

Hay que estar atentos a qué es lo que les interesa, qué les intriga y les da ganas de saber. Una buena pista para eso son las preguntas nos hacen. A mi me gusta usar la metáfora de tirar la punta del ovillo, cuando preguntan algo podemos seguir viendo otras cosas, llevarlos más allá. 

Les doy un ejemplo que está en mi libro “Guia para criar hijos curiosos”:

Con mis hijos estábamos viendo una lombriz en el jardín de casa  y me preguntaron :¿cómo hacen para respirar abajo de la tierra?. Les respondí y nos pusimos a investigar sobre lombrices, a ver videos, la observamos con una lupa. Terminamos organizando una carrera de lombrices para ver que velocidad tienen. Cada pregunta puede ser una pequeña aventura. 

Algo que estoy encontrando mucho en estos días es que las actividades de la escuela son una hermosa oportunidad para disparar otras cosas. Por ejemplo: mis hijas tenían que leer un cuento de un escritor chaqueño que se llama Gustavo Roldán. Era un cuento super lindo y tres preguntas, ahí terminaba la tarea. Entonces empezamos a pensar ¿cómo será Gustavo Roldán?. Fuimos a ver qué cara tenía, vimos si estaba vivo, si había videos de él contándole cuentos a los chicos. El cuento era sobre el monte chaqueño, bueno, ¿cómo será el monte chaqueño? ¿qué plantas y animales tendrá. Ahí, los que tenemos conexión por supuesto, tenemos la biblioteca del mundo al alcance de un clic y es para mi una oportunidad de estar atentos a que las mismas tareas que vienen de la escuela puedan ser una chispita para seguir explorando. Y eso genera más curiosidad, porque se empieza a volver un hábito ir tirando de la punta del ovillo juntos. 

¿Cuáles son los mejores recursos para usar la tecnología a nuestro favor a la hora de enseñar y aprender?

Hay montones de usos de la tecnología donde los chicos son creadores, son resolvedores de problemas que realmente ayudan a aprender mejor. En estos dias es super importante porque va a haber más uso de pantallas y las pantallas pueden atenernos pero también pueden acercarnos, comunicarnos con otros, hacernos aprender. No es lo mismo jugar videojuegos que programar videojuegos, por ejemplo. A mi me gustan y uso mucho algunos sitios de programación como "Pilas bloques", "scratch junior", o "lightbot", todos sitios que ahora son gratuitos y son geniales para que los chicos vayan construyendo sus propios programas. Sirve pensar a la tecnología como algo que nos acerca. Jugar por videollamada con los abuelos o amigos, al tuti fruti, a la generala o al ajedrez, por ejemplo. Encontrar un canal en la tecnología para estar cerquita de los que extrañamos es super importante en estos días. 

¿Cómo regulamos el uso de tecnología en este nuevo contexto para no generar caos en las costumbres que los chicos ya vienen manejando? 

Sobre los límites, como con todo, hay que coversarlo primero, lo que no sirve es estar apagando incendios cuando hay que decir basta.

Primero lo más general: armar una rutina flexible de cómo nos vamos a organizar en casa: que tiempo para la tarea, que tiempo los chicos van a hacer cosa solos, que tiempo de tele, que tiempo de pantalla y haciendo que. No bajar línea con eso sino construir la rutina con los chicos e ir cambiándola si hace falta, para que vayan construyendo autonomía en el uso de sus tiempos que es una de las cosas más importantes de la vida. Ahí entra pensar cuánto van a usar las pantallas pero de antemano, involucrarlos en esa decisión.

Saber que va a haber más uso de tecnologías y pantallas en estos días y es normal porque parte de las cosas que hacíamos cuando estábamos afuera las hacemos con pantallas. Los adolescentes necesitan un rato de estar en privacidad hablando con amigos. No mirar a la tecnología como enemiga sino poder buscar maneras más creativas de uso, y establecer acuerdos con ellos de antemano, haciéndolos parte del nuevo proceso de organización.

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