Mariquita Sánchez de Thompson: patriota y feminista
Mariquita Sánchez de Thompson: patriota y feminista

Mariquita Sánchez de Thompson: patriota y feminista

¿Quién fue Mariquita Sanchez de Thompson? A 233 años de su nacimiento, recordamos a una de las pioneras en defender la patria, la igualdad y los derechos de la mujer. En esta nota, conocé más sobre su vida y aporte a la cultura rioplatense.
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Nació el 1 de noviembre de 1786, con el nombre de María Josefa Petrona de Todos los Santos Sánchez de Velazco y Trillo, pero fue conocida como Mariquita Sánchez. Hija única de una de las familias más acomodadas y prestigiosas de la época, recibió una educación con los mejores maestros de ese tiempo. Como todas las niñas de alta cuna, aprendió cultura general, artes, música, idiomas y buenos modales, y logró una formación envidiable.

Con los años, ganó cierta popularidad en los círculos intelectuales, con las tertulias que se realizaba en su casa. Allí se relacionó con representantes de la Generación del 37, el movimiento intelectual que fundó el Salón Literario en Buenos Aires, al que adhirieron distintas personalidades como Domingo F. Sarmiento, Esteban Echeverría, Bartolomé Mitre, Vicente F. López, José Mármol y Miguel Cané, entre otros.


Daguerrotipo de 1854. Autor: Antonio Pozzo.

Mariquita y el Himno Nacional

Se dice que allí mismo, en su casa, se interpretó el Himno Nacional Argentino por primera vez. Sin embargo, algunos historiadores aseguran que Mariquita Sánchez no dejó ningún escrito en el que menciona ese hecho tan importante. Aún así, otros aseveran el suceso y hasta le ponen fecha: posiblemente, la interpretación de esta Marcha Patriótica pudo haber sucedido el 14 o 25 de mayo de 1813.

Se trata de un momento cuando comienzan a representarse los símbolos patrios. El Triunvirato de entonces entendió que existía la necesidad de una canción oficial. A partir de su sanción, el 11 de mayo de 1813 por la Asamblea del Año XIII, el encargado de la composición fue el diputado Vicente López y Planes.

Originalmente, la primera versión del Himno constaba de muchos más versos, con una fuerte intención antimonárquica y antiespañola. Sin embargo, con el tiempo, el furor contra España fue mermando y, con la idea de conservar cierto acercamiento político con diplomáticos españoles, se encomendó modificar estrofas y abreviar su extensión, sin tintes peyorativos sobre otras naciones.

La tradición continúa sosteniendo que Mariquita Sánchez interpretó aquella pieza simbólica, en una de las reuniones de aquel prestigioso Salón.


óleo de Pedro Subercasseaux (1909)


Pianoforte original con el cuál se interpretó por primera vez el himno nacional argentino. Puede visitarse en el Museo Histórico Nacional

Mariquita: mujer empoderada

En contra de lo que se esperaba, fue una mujer con gran personalidad y opinión propia, sobre la historia, el país, el futuro, el amor. Tenía catorce años, cuando se enamoró y comprometió con su primo, Martín Thompson. En ese momento, regía la Real Pragmática sobre Hijos de Familia, la cual establecía que los hijos de “blancos” menores de 25 años solo podían casarse si contaban con el consentimiento de sus padres o tutores. Ella no lo tenía: sus padres deseaban casarla con un comerciante rico. En esos casos, los más pudientes, podían acceder a los “juicios de disenso”, mediante los cuales la pareja intentaba conseguir el permiso. El procedimiento jurídico que llevó a cabo Mariquita fue uno de los más resonados de la época.

Luego de 13 días de juicio, finalmente logró su matrimonio. Tuvieron cinco hijos: Clementina, Juan, Magdalena, Florencia y Albina. Martín Thompson fue primer capitán de puertos de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Murió en altamar en 1819. Un años después, Mariquita contrajo nuevas nupcias con Washington de Mendeville, un francés muy cuestionado por sus labores diplomáticas en el exterior. Con él tuvo tres hijos, Julio, Carlos y Enrique, pero una pareja infeliz.

Mariquita Sánchez también tuvo una formada opinión sobre la situación política y económica de la región en la que le tocó vivir. Si bien forjó una relación desde niños con Juan Manuel de Rosas, a través de un conocido en común, los intelectuales con quienes se rodeaba en las tertulias de su casa fueron todos opositores. Muchos, para evitar la persecución, se exiliaron en distintas partes, incluída Mariquita, quien se estableció en Uruguay en 1837. Desde allí, nunca dejó de escribir ni de exponer su punto de vista.

A su vuelta, participó de la sociedad de beneficencia y continuó luchando con un espíritu independentista, feminista y liberal, en contra de muchos de los principios culturales establecidos en la región rioplatense de fines del siglo XIX.

Juan Bautista Alberdi escribió sobre Mariquita: “Fue la personalidad más importante de la sociedad de Buenos Aires, sin la cual es imposible explicar el desarrollo de su cultura y buen gusto".

Murió el 23 de octubre de 1868, pero a 150 años de su fallecimiento, la historia comenzó a reivindicar a muchas de estas pioneras que, como ella, expusieron su mirada en un mundo de hombres. Y aún desde el lugar que le asignaron, batallaron a favor de la igualdad, la inclusión y la oportunidad de construir un mundo, tal vez, un poco mejor.