Mariano Mores, por siempre maestro
Mariano Mores, por siempre maestro

Mariano Mores, por siempre maestro

Música
Efemérides
Hoy hubiese cumplido 103 años uno de los artistas más prolíficos y queridos de la música ciudadana. En esta nota, el gran músico argentino es recordado por artistas que compartieron escenario y giras por el mundo a su lado.
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Mariano Mores, una leyenda de nuestro tango
A cuatro años de su muerte recordamos al maestro de las melodías porteñas.

Nació en el barrio de San Telmo, el casco histórico de la ciudad de Buenos Aires. Mariano Alberto Martínez pasó a llamarse Mariano Mores, nombre artístico que lo llevó a recorrer el mundo con su virtuosismo y su carisma. Porque, ante todo “el maestro Mores”, fue un personaje de la música ciudadana que todos recuerdan por grandes creaciones como “Uno”, “Taquito militar”, “Grisel” y “Cafetín de Buenos Aires", y también por su simpatía, generosidad y pasión. No hubo quien no deseara compartir escenario con él, ser acompañado por su piano, bailar en una milonga al ritmo de sus canciones o, simplemente, escucharlo recordar sus anécdotas y vivencias de toda una vida dedicada a la música.

Estudió en el conservatorio D’Andrea en Lanús Oeste. Hizo el Profesorado de Música clásica en sólo tres años; a los catorce ya trabajaba en el Café Vicente de la calle Corrientes. Fue acompañante en el conjunto criollo La Cuyanita y por un tiempo fue pianista de Roberto Firpo.

Maratónica carrera la de Mores para empezar a situarse en un ambiente donde había grandes competidores, pero logró ganarse un lugar y comenzar un camino hacia el éxito que lo colocó en los umbrales de los más grandes del tango.

Sus primeras letras las estrenó cuando integraba el Trío Mores, junto a las hermanas Margot y Myrna Mores.

Cuenta con más de 300 grabaciones en su haber. Su primer cantor fue su hermano Enrique Martínez, con el seudónimo de Enrique Lucero. Por su orquesta desfilaron muchos vocalistas como Carlos Acuña, su hijo Nito Mores, Hugo Marcel, entre otros.

También incursionó en el cine y la televisión. Llevó al mundo su estilo particular, su amor por un género que profesó hasta el último día. Apadrinó a muchos artistas, fue maestro, padre, amigo y un referente indiscutible para el tango argentino. Falleció el 13 de abril de 2016 a los 98 años.

Admiración y respeto

No hay bailarín de tango que no lo recuerde, cantor que no se sepa sus letras, músicos que no lo extrañen. Porque Mariano Mores fue y es sinónimo de tango y de historia, de esa historia que cuenta que empezó “purrete” y se convirtió en estrella.

En el día de su cumpleaños 103, bailarines y músicos recuerdan sus anécdotas y vivencias con el “maestro de maestros”:

Gabriela Elías, organizadora de “Milonga La Baldosa”, directora y maestra de la Escuela Mundial de Tango GE, bailarina y directora en la Compañía de Mariano Mores:

“Entré a trabajar con MM en 1986 cuando casi no había bailarines profesionales de tango en Buenos Aires. Los pocos se habían ido en 1984 a Tango Argentino. Estuve veinti seis años como bailarina y los últimos veinte dirigiendo la compañía de baile hasta el año 2012, hasta que a sus 94 años MM decidió dejar el escenario. Mariano ha sido la mitad de mi vida; hablar de Mariano Mores, para mí, es hablar de mi vida, obviamente en mi actividad que es el tango. Su música generaba algo único, su energía, su fuerza, su pasión significaba nunca aburrirse. Bailar su música o la que él interpretaba como “Tanguera”, “Serenata orillera”, “Bailonga”, “Taquito militar”, “Adiós Pampa mía”, “Uno”, “Cuartito azul”, “La cumparsita”, entre otros, era tal lo que él transmitía tocando su piano y dirigiendo su orquesta que la única forma de salir al escenario era con esa misma pasión y energía, con la piel de gallina como si fuera la primera vez, y nunca aburrirse, no había posibilidad de aburrirse. Recuerdo que estando en los aeropuertos con la compañía, todos cansados, Mariano estaba de buen humor, él nos daba ánimo a nosotros y tenía cuarenta años más. Mariano era inagotable. Mariano es historia y futuro en el tango, ha sido mi maestro, es él maestro, lo amé, lo amo y lo amaré toda mi vida”.

Gabriela Elías.

Omar Ocampo, coreógrafo, bailarín y maestro de tango y folclore:

“Con Mariano Mores, el primer trabajo importante que tuvimos como pareja los Ocampo, fue en el año 1984 integrando su compañía y, desde entonces, no paramos de trabajar con él. Para nosotros fue muy importante Mariano Mores, fue un enorme privilegio estar a su lado. Recuerdo una anécdota: cuando ensayábamos nos entregaban la cinta con la música grabada de MM, una cosa era montar los bailes y ensayar con esa cinta, luego cuando venía el ensayo general que estaba toda la orquesta con él en vivo, era otra cosa, era tocar el cielo con las manos. Ni hablar cuando hacíamos el show, había que bailar o bailar porque su música, además de ser maravillosa, tocada ahí en vivo era como tener la banda encima de ti. Además, MM nos dio la posibilidad de ser coreógrafos de su espectáculo por mucho tiempo.

También recuerdo que se decía de él en el ambiente del tango que tenía oído absoluto y en un ensayo lo pudimos comprobar una vez que había cincuenta músicos y un grupo de cinco violines y Mariano pudo diferenciar escuchando en el ensayo que uno de esos violones sonaba mal. Además, fue una persona maravillosa, un gran compañero y talentoso como muy pocos. Su música quedará por siempre en la historia porque su obra fue grandiosa”.

Mónica Romero y Omar Ocampo (pareja de bailarines).

Daniel Cortés, cantor de la Orquesta de Mariano Mores:

“Canté 27 años con el maestro Mariano Mores. Lo recuerdo en un ensayo cuando yo debuté con él, en el Teatro Nuevo Apolo, había sesenta músicos y estaban ensayando un tema instrumental y en un momento Mariano paró la orquesta y dijo “vos el del violín, el de tercera fila, no va así”. Yo soy un poco sordo pero MM tenía oído absoluto. De ese día aprendí que solo él podía darse, en una orquesta con sesenta músicos, quien era el que se equivocaba. Desde ahí traté de cuidarme mucho de no equivocarme cuando cantaba solo. Lo extraño mucho, fue mi padre musical y un gran maestro”.

Daniel Cortés.

Graciela García, bailarina de tango y folclore, maestra, coreógrafa. Directora artística de Tango Pasión:

“Tuve la suerte y el honor de trabajar junto a la orquesta de Mariano Mores en mi primera gira por Brasil y Estados Unidos que duró tres meses. Fue una experiencia maravillosa. También tuve la posibilidad de compartir otro gran escenario con él como es el escenario de Cosquín, también el Teatro Colón y así muchos otros teatros de Argentina. La anécdota que recuerdo es que los pies cuando suena la orquesta de Mariano Mores bailan solos. Estoy totalmente agradecida a él, a su familia porque sigo conectada a ellos y es muy lindo poder recordarlo y homenajearlo. Un beso al cielo Mariano, gracias por todo lo que nos diste”.

Graciela García.

Alberto Bianco, cantor de la Orquesta de Mariano Mores:

“He tenido la suerte desde muy joven, desde los 19 años, haber compartido escenario con el gran maestro Mariano Mores, haber sido el cantor de su orquesta en unas épocas maravillosas. Comencé con él en un momento donde el tango recorría el mundo y me tocó recorrerlo de su mano. Era una persona talentosísima e increíble; arriba del escenario tenía todo un bagaje maravilloso, musicalmente era y es incomparable. Su obra traspasa las fronteras, su música se toca en todo el mundo, adonde íbamos con el maestro éramos locales. Una de las tantas anécdotas, podría contar que cuando di mi primera prueba con él, yo tenía 18 años en esa época, voy a su casa y me toman una prueba y conozco al maestro que me trató de una manera mágica, yo era adolescente. Hago la prueba y no me llama más, no quedé en la orquesta. Pasa el tiempo, yo estaba cantando en el programa Sábados de la Bondad, y vuelvo a mi casa y suena el teléfono, que atiende mi mamá, se sienta y me dice acá por teléfono hay un señor que dice que se llama Mariano Mores y quiere hablar con vos. Me llamó, volví a dar otra prueba y tuve la suerte de debutar en 1985 en Miami de la mano del gran maestro. Tengo el mejor de los recuerdos de ese hombre talentoso que, en ese momento, para mí fue como un segundo padre que me llevó a recorrer el mundo, y me trataba como un hijo. Mariano Mores y su familia fueron muy importantes en mi vida”.

Alberto Bianco.