Lucio Fontana en el Bellas Artes
Lucio Fontana en el Bellas Artes

Lucio Fontana en el Bellas Artes

Arte
Museos
La muestra recorre la trayectoria del artista ítaloargentino y se puede visitar hasta el 30 de julio
Otros artículos que te pueden interesar
Lucio Fontana en las colecciones públicas de la Argentina
Del 28 de abril al 30 de julio, en el Museo Nacional de Bellas Artes

El Museo Nacional de Bellas Artes inauguró este viernes 28 la exposición “Lucio Fontana en las colecciones públicas de la Argentina”, curada por Andrés Duprat y Fernando Farina, que recorre la trayectoria del artista ítaloargentino, desde sus tempranas esculturas figurativas hasta sus obras más experimentales.

El recorrido artístico deja en evidencia su relación entre Italia y la Argentina, y se orienta para reflexionar sobre la identidad del arte nacional y la influencia de la cultura europea. Además, se exhibe –por primera vez en el Museo Nacional de Bellas Artes– uno de los pocos ejemplares originales del Manifiesto Blanco, el primero de una serie de escritos que Fontana publicó a lo largo de su trayectoria para sustentar gran parte de su producción.  

“Esta muestra une las culturas italiana y argentina, en la figura del gran Lucio Fontana, y ese trayecto artístico entre los dos países que, a partir de una pieza clave que estamos exponiendo –Manifiesto blanco (1946)–, Fontana dio un giro a las poéticas, las vanguardias y al arte contemporáneo. Esta exhibición también tiene un significado muy importante para todos los argentinos, porque da cuenta de la presencia de este artista en las colecciones públicas de nuestro país: todas las obras pertenecen a distintos acervos públicos, desde las esculturas de producción temprana, hasta los conceptos espaciales y agujeros”, sostuvo Duprat, director del Museo Nacional de Bellas Artes.

Por su parte, el cocurador Fernando Farina compartió: “Quisimos tener, además, un registro de las obras que estaban en colecciones y espacios públicos. Porque, a veces, sin saber, pasamos por la Plaza de Concordia o recorremos las calles de Resistencia, y nos encontramos con esculturas de Lucio Fontana. Por eso, nos pareció muy importante tratar de hacer más visible un artista que, por diversos motivos, los argentinos no nos lo terminamos de apropiar”. Y agregó: “Siento que es el artista argentino más reconocido en el mundo; hoy tiene una presencia indudable y una contemporaneidad admirable: esta muestra es absolutamente diversa y reúne obras de distintos años de su carrera, siempre en vínculo con la Argentina, más allá de su estadía en Italia”.

Con obras como Concepto espacial Espera /+1-AS/ El jardinero está arreglando el Jardín (59 T 140), ca. 1959 –perteneciente al patrimonio del Bellas Artes–, Fontana sintetiza gran parte del trabajo del artista, al igual que con las propuestas conceptuales de sus escritos. Según los expertos, el autor no continúa el camino de sus contemporáneos que exploraron la superficie de la tela como espacio discursivo, sino que ataca la estructura misma de la retícula como sostén de la imagen, porque el simple gesto del tajo abrió esa trama hacia otra espacialidad. A partir de ese corte, propuso una expansión de la bidimensionalidad de la pintura; y la pintura como soporte de la representación cambió para siempre.

La historiadora Andrea Giunta comentó en una oportunidad: “La propuesta del espacialismo postula la fusión del pensamiento artístico y el pensamiento científico. Sin embargo, la obra de Fontana se caracteriza por la preeminencia del gesto y de la materia. No da cuenta de un planteo geométrico o de la propuesta de un sistema basado en fórmulas o números. Los tajos son una forma directa de trabajar la idea de un espacio nuevo entre la tela y el mundo real”.

La exposición da cuenta de la presencia de Fontana en las colecciones públicas de nuestro país, y reúne dieciocho obras pertenecientes al acervo de los museos Provincial de Bellas Artes “Emilio Caraffa”, de Córdoba; Municipal de Bellas Artes “Genaro Pérez”, de Córdoba; Castagnino+macro, de Rosario; Provincial de Bellas Artes “Rosa Galisteo de Rodríguez”, de Santa Fe; de Artes Plásticas “Eduardo Sívori”, de Buenos Aires; Provincial de Bellas Artes “Emilio Pettoruti”, de La Plata; del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, de la Fundación Federico Jorge Klemm-Academia Nacional de Bellas Artes; de la Fundación Espigas-Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), y del propio Museo Nacional de Bellas Artes.

Lucio Fontana en las colecciones públicas de la Argentina podrá recorrerse en la Sala 33, ubicada en el primer piso del Museo, hasta el 30 de julio de 2017, de martes a viernes, de 11 a 20, y sábados y domingos, de 10 a 20, con entrada libre y gratuita.

Lucio Fontana

Escultor y pintor argentino, se formó en la Academia de Brera en Milán y fue discípulo de Adolfo Wildt.

En la década del 30, estuvo en contacto con el movimiento abstracto lombardo y con la Abstraction-Création. Residió algunos años en París y, durante la Segunda Guerra Mundial, en su país natal.

En 1946, elaboró el Manifiesto Blanco, declaración de poética espacialista que se concretaría en las obras realizadas tras su regreso a Italia, en 1947: los ambientes, proyectados para no ser ni pintura ni escultura, sino “formas, colores, sonidos a través del espacio”, y los Conceptos espaciales, donde el problema del espacio se afronta a través de la perforación o el corte de la base utilizada.