“Lo que se aprende jugando, se aprende para siempre”
“Lo que se aprende jugando, se aprende para siempre”

“Lo que se aprende jugando, se aprende para siempre”

Infancias
¿Se aprende al jugar? ¿Es importante el juego en nuestra vida? Reconocidos artistas para las infancias reflexionan sobre estas y otras preguntas.

“Al jugar nos conectamos con el núcleo de la experiencia y los sentidos se abren. Hay una interacción vital, donde los chicos y las chicas exploran el mundo y lo conocen a través del juego. Jugar implica un proceso creativo”, subraya Magdalena Fleitas,  musicoterapeuta, artista y docente especializada en primera infancia.

PIM PAU

Interactuar, probar son la base para conocer. Eva Harvez, Lucho Milocco y Cássio Carvalho del grupo de música para las infancias PIM PAU lo ejemplifican. “ A través del juego aprendemos a interactuar con el mundo y con quienes nos rodean. En la primera etapa de socialización. Es a través  del juego que desarrollamos y adquirimos herramientas a la hora de vincularnos. Los juegos del campo psicomotriz nos ayudan a crear nociones de espacialidad, de límites propios y  ajenos, de cuidado y conciencia. Por eso, siempre hacemos hincapié en la importancia de transitar ese territorio lúdico con profundidad”, cuenta este trío argentino / brasileño que acaba de publicar su primer libro Arte y Educación en las Infancias.

¿Cómo acompañar el juego y potenciar los aprendizajes?

Fleitas sugiere volver a las fuentes del propio juego. “Eso no significa hacerse el infantil, sino permanecer en contacto con las fuentes de la alegría, de la exploración, de la apertura. Todas cualidades inherentes al juego”, aclara la especialista que, en sus talleres para docentes los y las alienta a que vuelvan a conectarse con los tesoros de su infancia. “Que traigan al presente aquellos juegos que los emocionaban, que les daban alegría, que los entusiasmaban. Y que con esta fuerza acompañen a los alumnos y alumnas a explorar el juego”, explica la ganadora del Premio Gardel 2020 al mejor álbum de música infantil por “Risas del rock”.

Magadalena Fleitas

“Lo que se aprende jugando, se aprende para siempre, son aprendizajes que persisten”, dice Gabriel Wisznia (Gabichu), especialista en educación no formal que junto con Gustavo Nilsson y Mauro Vuoto forman el grupo de teatro infantil Laberinto Masticable, con el que divierten y hacen reír y saltar a grandes y chicos.

El juego sirve también para acercar contenidos más abstractos. “Hay que trabajar mucho para acompañar el aprendizaje desde el juego porque hay que transformar esos contenidos en actividades recreativas. Y eso es un trabajo que no todo el mundo está dispuesto a hacer”, dice Wisznia al tiempo que cuenta que, con la pandemia, comenzaron a realizar zoompamentos a los que asisten más de 600 familias. “Ahora doblamos la apuesta y vamos a hacer un zoompamento de Roblocs. Nos metimos y creamos un universo en Roblocs para el zoompamento. ¡Nunca nos pasó tener tanta cantidad de inscriptos cuando aún faltan dos semanas para el zoompamento!”, dice el especialista.

Con el correr de los años los juegos no se terminan, pasan a ser otros. “Más ahora con la virtualidad, el juego se ha prolongado. Vemos al Kun Agüero jugando a la PlayStation, el juego no se termina nunca”, dice Wisznia.

Y Fleitas reflexiona en la misma línea: “Hay adultos que juegan a la pelota, otros que juegan con las palabras, otros que juegan con su celular. El juego es una fuente vital de relacionarse con el mundo. Y si se pierde hay consecuencias graves porque también se pierde la alegría, la frescura, la capacidad de descubrir cosas nuevas, de traer al mundo recursos que no se pueden comprar”.

“Recomiendo a todos los seres humanos conectarse con el juego como un camino para estar en contacto con las ganas de vivir, despertar la curiosidad y seguir transformando el mundo”, dice Fleitas.


Foto de portada: Labertinto Masticable