Lino Palacio, leyenda del dibujo y la caricatura
Lino Palacio, leyenda del dibujo y la caricatura

Lino Palacio, leyenda del dibujo y la caricatura

Arte
Pintor, publicista, ceramista, caricaturista y guionista cinematográfico, Lino Palacio dedicó su vida a la ilustración en todas sus vertientes. Lo recordamos a 117 años de su nacimiento.

Lino Palacio Calandrelli nació en 1903 en el barrio porteño de San Telmo. En 1912, a los nueve años, publica su primera caricatura en el suplemento infantil de la revista Caras y Caretas. Su padre era amigo del director del periódico La Razón y fue allí, en 1920, donde publicó su primer trabajo a nivel profesional. Cursó el profesorado de Dibujo en la Academia Nacional de Bellas Artes mientras trabajaba ilustrando publicidad. Ejerció como docente durante un breve periodo de tiempo.  

 

“Alimentaron mi gusto por el dibujo no poniéndome límites; las paredes de mi casa recibían esas ganas y mi padre se cuidaba de borrar esos dibujos. Siempre que pintaba la casa lo hacía hasta la altura que yo llegaba; de allí para abajo era mi terreno”. Leído por Oscar Vázquez Lucio, "Siulnas", en la sesión plenaria del sábado 5 de septiembre de 2009 en la Academia Porteña del Lunfardo.

 

Fuente: Archivo de Historieta de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno.

 

Tras un viaje a París decidió, junto a un grupo de amigos, fundar la revista El Cuco, mientras estudiaba por mandato familiar en la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y realizaba colaboraciones en las revistas Atlántida y Don Goyo.  

En los años '30 nació su primer personaje, Ramona, para el diario La Opinión. En 1931 se convirtió en director artístico del suplemento infantil del diario La Prensa, en el cual creó Ocurrencias de Pimpollo y La Barra de Bolita. Años después llegaría su personaje más famoso, Don Fulgencio. Palacio publicó durante más de treinta años en La Opinión, La Prensa, El Diario y en las revistas  El Hogar, Mundo Argentino y Billiken, donde realizaba semanalmente las tapas. En 1938 realizó un mural para el hall central de la Exposición Mundial de Nueva York. En 1939 coescribió el guión de la película No te metás, Joaquín, dirigida por Jacobo Muchnick.


Fuente: Archivo de Historieta de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno.

 

"Cuando salió Billiken ya era grande para leerlo. Ya era un adolescente. Lo conocí bien recién algunos años después, cuando comencé a dibujar las tapas. Un día nos encontramos con Carlitos Vigil en un club de bridge y me preguntó si me animaba a hacer las tapas de Billiken. Le dije que sí y le mandé unas cuantas, le gustaron, y ahí empezó la serie. Yo tengo un espíritu infantil y me sentía muy contento haciendo ese trabajo. Desde ese momento me atrajo la revista.

Cuando empecé a dibujarlas, las tapas fueron un éxito. Tal vez lo noté yo más que la revista. Recibía centenares de cartas, de maestros y alumnos de todo el país. Me pedían originales para colgar en el aula. Por eso hoy no tengo ningún original: todos los fui regalando a las escuelas, y los mandaba con toda alegría.

Yo he quedado en la historia del dibujo como el hombre que hacía las tapas de Billiken. El conocimiento que de mí tiene la gente —no digo la fama— proviene de que durante mucho tiempo me vieron en las tapas. Viajé mucho, recorrí todo el interior del país, y todavía están en las aulas tapas recortadas de revistas. Creo que eso fue un éxito rotundo. Dejar de hacerlas fue una de las cosas que más lamenté en mi vida. Hoy me encantaría hacerlas de nuevo". Texto extraído de 1919/1979 Reviva los 60 años de Billiken (Buenos Aires, Editorial Atlántida, noviembre de 1979).

 

Publicidad y sátira política

A la par, como publicitario, trabajaba en agencias como Aymará para la cual desarrollaba afiches para campañas que obtuvieron grandes premios y reconocimientos. Trabajó también en la agencia Walter Thompson, que años más tarde lo convertiría en propietario de una de las empresas más destacadas del rubro.

En 1941 realizó, para la revista Cascabelsátiras políticas, algunas publicadas en La Ametralladora, una publicación española propagandística. En la década del '50 se dedicó de lleno a la caricatura política publicando en los semanarios Panorama, Mercado, Azul y Blanco y La nueva República. En esta nueva etapa desarrolló uno de sus trabajos más reconocidos, Historia de la Guerra, una crónica en caricaturas sobre la Segunda Guerra Mundial presentada semanalmente bajo el seudónimo de Flax, donde aparecían líderes políticos como Churchill, Hitler, Stalin, Mussolini, De Gaulle y Franco, entre otros. De 1955 a 1970 se dedicó a la publicación de caricatura política.

 

Whakoom.

 

José María Gutiérrez, director del Archivo de Historieta de la Biblioteca Mariano Moreno, repasa la obra de Palacio y destaca su importancia en la historieta y el humor gráfico argentino. 

"Las dos etapas más célebres de Lino Palacio, lo más significativo, que es a su vez lo más popular es Historia de la Guerra, firmado con el seudónimo de Flax, que sirve para reconstruir digamos la Segunda Guerra Mundial, un verdadero registro sobre los acontecimientos políticos de la época. 

Y por otro lado las portadas de Billiken, que realizó durante décadas, son famosísimas. En el archivo solo tenemos un original (en esta nota), pero muchos de ellos quedaron en manos de su discípulo Dobal (el humorista gráfico Felipe Miguel Ángel Dobal, fallecido en 2018), que trabajó en el Diario Clarín, era su ayudante y se formó con él. No quedaron en Atlántida, la editorial de Billiken

Antes de las portadas de Billiken, Palacio colaboró brevemente en una revista que se llamó Bolita, el nombre de una de sus historietas. Fue una publicación para niños muy adelantada para su época que apenas duró dos años".


Blog Top Comics sobre la historieta argentina y mundial creado por Luis Rosales (1944-2009)
 

Su estilo y sus personajes  

"Ramona está reconocida por Carlos Trillo, Guillermo Saccomanno y distintos historiadores como un momento culminante en la historia del humor gráfico en los diarios, como un personaje que obtiene larga continuidad y además inicia toda una saga de personajes basados en estereotipos del humor costumbrista, que lo inicia él.

Por ejemplo, Don Fulgencio, el hombre que no tuvo infancia, esa es su característica principal y siempre reacciona mediante algún acto de tipo infantil. Avivato es un tipo que busca siempre sacar ventaja de las cosas. Son una serie de personajes que fueron célebres durante los años '40 y '50. En los '60 se agotó ese recurso, pero fueron muy famosos y populares, tanto que muchos perduran hasta hoy. No personajes de él, pero sí inspirados en su obra, como Pochita Morfoni, creado por Guillermo Divito vinculada a la gula o Afanancio, creado de Adolfo Mazzone, que era cleptómano, Fulmine (de Divito) traía mala suerte. Ese tipo de tira cómica la creó él.

Palacio incursionó en diversas vertientes de dibujo, además del realista, ilustró portadas de libros como el Martín Fierro, de José Hernández, y Rebelión en la granja, de George Orwell.

Algunos autores especialistas creen que su dibujo era frío y estoico pero él lo que tenía era una línea muy perfecta. Es cierto que en las portadas de Billiken hay una distancia con el lector, relacionado quizá más a una expresividad medida y muy cuidada. Los testimonios apuntan a que Palacio era un caballero, que ayudaba a la formación de nuevos dibujantes y apoyaba todo tipo de actividades, tanto de historietistas como de humoristas gráficos".

Fuente: Archivo de Historieta de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno.

 

Su legado

En 1965, Palacio decide regalar sus derechos de Ramona y Cicuta a sus hijos Cecilia y Jorge, para que continuaran dibujando y publicando. Ambos se dedicaron al oficio: Jorge, conocido con el seudónimo de Faruk, desarrolló los personajes de Cicuta, Amadeo Curdeli, Don Chanta, Don Marcos, Ojo de águila o Chicato, Fueguino, Juancito Tapiales, Julepino, Naufrasio y Rumorino.

Cecilia, por su parte, comenzó pasando a tinta algunas tiras, entre ellas Don Fulgencio y Avivato mientras estudibaba Bellas Artes. Años más tarde, continuó dibujando Ramona, Tarrino y Doña Tremebunda. Cecilia donó gran parte del material al Archivo de Historieta de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno.

Algunos de sus personajes más famosos fueron adaptados al cine por el director Enrique Cahen Salaberry: Avivato, en 1949, y Don Fulgencio, en 1950.

En 1982, Lino Palacio recibió un Premio Konex - Diploma al Mérito como uno de los cinco humoristas gráficos más importantes de la década.

 

Continuará, ciclo de Historietas argentinas, conducido por Juan Sasturain en Canal Encuentro, dedicado a Palacio y Divito:

 

Un trágico final

Lino Palacio y su esposa fallecieron en Buenos Aires el 14 de septiembre de 1984 tras ser asaltados en su departamento. Al cumplirse 25 años de su trágica desaparición, la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires le realizó un homenaje con una pequeña muestra de sus obras con la participación del Museo del Dibujo y la Ilustración. Contó con la presencia de destacados colegas, como Miguel Felipe Dobal y Miguel Rep, su hija Cecilia Palacio y numerosos familiares y amigos.

En 2013 se emplazó una reproducción de Don Fulgencio entre las calles Balcarce y Venezuela, en el Paseo de la Historieta, a modo de homenaje. 


Don Fulgencio, el hombre que no tuvo infancia en el Paseo de la Historieta del barrio de San Telmo.

 

Agradecimientos: José María Gutierrez, Archivo Nacional de la Historieta de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno.
Fuentes consultadas: Zinerama, Revista Kamandi, Tebeosfera, Archivo de Ilustración Argentina (FADU), Historieteca, Sonrisas argentinas, Imaginaria, Top Comics blog, Mandorla blog, Billiken 100 blog, Universal medios.
Crédito foto de portada: Archivo de Historieta de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno.