Leonardo Favio, de la balada romántica al gran cine argentino
Leonardo Favio, de la balada romántica al gran cine argentino

Leonardo Favio, de la balada romántica al gran cine argentino

Efemérides
Leonardo Favio nació el 28 de mayo de 1938. Recordamos su camino de precursor de la balada romántica latinoamericana a director cinematográfico de culto.
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Antes de convertirse en compositor, actor, cantante, director y productor de cine, Leonardo Favio atravesó una infancia y adolescencia signada por múltiples conflictos y carencias.

Nacido en Mendoza bajo el nombre de Fuad Jorge Jury Olivera, sufrió de pequeño el abandono de su padre y vivió gran parte de su infancia en un internado. De adolescente quiso ser sacerdote, mendigó en las estaciones de trenes de Buenos Aires y hasta tuvo un corto paso por la Armada Argentina, de donde fue expulsado. 

Luego de vivir en diferentes lugares y atravesar múltiples experiencias, Leonardo Favio decide regresar a Mendoza donde su madre, Laura Favio, actriz, escritora y productora de radioteatros, le consigue pequeños papeles, poco remunerados, en radioteatros melodramáticos con los que obtiene reconocimiento en su provincia y en San Juan. Su tía, la actriz Alcira Olivera Garcés, casada con el guionista Abel Santa Cruz, la abrió las puertas a participaciones en radioteatros de Radio El Mundo y su primer papel en cine: El ángel de España (1958), protagonizada por el recordado intérprete españo Pedrito Rico. Entusiasmado con su trabajo, se inicia en la televisión.

Otra vez en Buenos Aires, Favio conoce al director Leopoldo Torre Nilsson, quien se convierte en su aliado consiguiéndole su primer protagónico en El secuestrador (1958). Ese rol le posibilita trabajar con prestigiosos directores de la época como Fernando Ayala, en El jefe; Daniel Tinayre, en En la ardiente oscuridad; José Martínez Suárez, en Dar la cara; y nuevamente con Torre Nilsson, en Fin de fiesta, La mano en la trampa y La terraza. En estos años conoce a María Vaner, con quien tuvo a sus dos primeros hijos hijos. Tras el golpe cívico- militar de 1976 en Argentina, Favio se exilió en Colombia y se dedicó a dar giras por la región. Ahí conoció a su segunda esposa, Carola Leyton, con quien tuvo dos hijos: María Salomé y Nicolás Favio.

Exponente de la balada romántica

La guitarra fue su compañera desde niño, intercambiando clases por trabajo. Cantaba en reuniones familiares, entre amigos, hasta que debutó en el Museo Escenográfico La Botica del Ángel, conducido por Eduardo Bergara Leumann. Al terminar su primer concierto un productor musical le propuso firmar su contrato para grabar su primer disco. 

A fines de los años '60, la industria de la música estaba en auge con Sandro, El club del clan y Palito Ortega.  Leonardo Favio no se parecía a ninguno de ellos, su estilo estaba ligado a la canción francesa de Charles Aznavour.

Tanto como cantante y compositor fue uno de los precursores de la balada romántica latinoamericana. Su primer simple "Quiero la libertad", resultó un gran fracaso. Posteriormente grabó "Fuiste mía un verano" y "O quizás simplemente le regale una rosa"; cortes de su primer álbum, Fuiste mía un verano (1968). El disco se constituyó en el más clásico de sus repertorios. Participó en el Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar (Chile) donde consolidó su fama internacional.

"Cuando salió el long play (LP) de Fuiste mía un verano fue una sorpresa. Creo que el secreto de esa canción es que por primera vez se habla de ‘vos’ y no de ‘tú’. Se incorpora la palabra ‘piba’ a la balada, se incorpora el lenguaje argentino", explicaba Leonardo Favio.

 

El éxito de sus canciones provocó que se sumara a la moda de las películas protagonizadas por cantantes: Fuiste mía un verano (Eduardo Calcagno, 1969), en la que interpreta, junto a Susana Giménez, la vida de un joven artista desde su infancia hasta su triunfo, y Simplemente una rosa (Emilio Vieyra, 1971), acompañado por Erika Wallner y Ricardo Bauleo, con exteriores filmados en Santiago de Chile, Valparaíso y Viña del Mar.  

Entre sus canciones más populares recordamos también "Ding dong estas cosas del amor" (Con Carola, su mujer ), "Ella ya me olvidó", "Quiero aprender de memoria", "Mi tristeza es mía y nada más", "Para saber cómo es la soledad" (de Luis Alberto Spinetta), "Mi amante niña mi compañera", "Ni el clavel ni la rosa", "La foto de carnet", "No juegues más, Chiquillada" (de José Carbajal) y "La cita". Sus canciones han sido versionadas en más de catorce idiomas. 

Su carrera musical fue breve pero recordada a lo largo de los años. En pleno éxito y luego de grabar su segundo álbum, Leonardo Favio (1969) dejó los escenarios para dedicarse por completo al cine, su mayor pasión.

Sus películas

Como director de cine logró el reconocimiento de la crítica y de la industria cinematográfica y obtuvo  varios premios, nacionales e internacionales. Reconocido como director de culto, fue parte del grupo de directores que renovaron el cine argentino.

"Ese es nuestro oficio: testimoniar el llanto, testimoniar la historia, ser memoria".

Previamente a su primer largometraje realizó dos cortos: El señor Fernández (1958) y El amigo (1959). Debutó en la pantalla grande con Crónica de un niño solo, dedicada a su padrino Leopoldo Torre Nilsson. En ella retrata algunas vivencias personales acerca de la vida en un reformatorio.

Crónica de un niño solo (1965) es considerada una de las mejores películas del cine nacional. Es la que inicia la trilogía de Favio basada en cuentos de su hermano, Jorge Zuhair. La película fue ganadora del Premio de la Federación Internacional de la Prensa Cinematográfica y Mejor Película en el Festival Internacional de Mar del Plata.

El romance del Aniceto y la Francisca (1966)

Rodada en Mendoza, fue protagonizada por María Vaner, Federico Luppi y Elsa Daniel. Ganó el Cóndor de Plata a la mejor película en 1968. Está inspirada en un cuento del hermano del director, Jorge Zuhair Jury. La película busca reflejar la vida de los pequeños pueblos de la Argentina antes de la llegada de la televisión.

El dependiente (1969)

Protagonizada por Graciela Borges, Nora Cullen y Fernando Iglesias, finaliza la trilogía basada en los cuentos de Jorge Zuhair. El argumento cuenta que en un pequeño pueblo, Fernández, el protagonista, está empleado en un negocio de venta de artículos de ferretería y sueña lo que sería cuando su patrón muera, pues no olvida que una vez le prometió, al pasar, que algún día el negocio sería suyo. Enamorado de la señorita Plasini (Graciela Borges), solo espera que ese día llegue. El Dependiente se consagró como ganadora en el Festival de Cartagena a Mejor Película.

Juan Moreira (1973)

Favio destaca la épica de este personaje histórico que se convirtió en una leyenda popular. A comienzos de 1870, el gaucho Juan Moreira es encarcelado por reclamar lo que le correspondía y al ser liberado toma justicia por mano propia. La novela apareció como folletín escrito por Eduardo Gutiérrez en 1879 para el diario La Patria Argentina y refleja la vida del gaucho argentino, injustamente perseguido por las autoridades.

Protagonizada por Rodolfo Bebán, esta película es una de las grandes obras de Favio que llegó a convocar a 3 millones de espectadores.

Nazareno Cruz y el lobo (1975)

Es una de las películas más taquilleras del cine argentino. Basada en una historia de radioteatro homónimo de Juan Carlos Chiappe, Favio construye un relato popular con tintes de fantasía. La historia, escrita por Favio y su hermano Jorge Zuhair Jury , protagonizada por Juan José Camero, Marina Magalí y Alfredo Alcón, adapta y explora el mito clásico del lobizón, uno de los monstruos legendarios de la mitología guaraní.

Soñar, soñar (1976)

Protagonizada por Carlos Monzón, fue estrenada después del golpe militar del '76 y es considerada su película maldita, aunque la rescata como su preferida. Posteriormente, la crítica la reivindicó. Con guión escrito por Leonardo Favio, en colaboración con Jorge Zuhair Jury y protagonizado por Carlos Monzón, Gian Franco Pagliaro y Nora Cullen, cuenta la historia de un joven del interior que sueña con ser artista y conoce la ciudad de Buenos Aires junto a un artista trashumante.

Fue la última película que dirigió Favio antes de iniciar un período autoimpuesto de 17 años sin filmar, viviendo de la músic y exiliado en México y Colombia. En 1987, es convocado para dirigir Gatica, el mono , estrenada en 1993.

Gatica, el mono (1993)

Representa la vuelta de Favio a nuestro país en esta película biográfica, en la que se habla del acercamiento de este personaje al General Perón.

Escrita por Favio y Zuhair Jury, protagonizada por Edgardo Nieva, Horacio Taicher y Virginia Innocenti, narra la vida del boxeador argentino José María Gatica, desde sus años de infancia hasta su trágico fallecimiento en Buenos Aires en 1963. Fue ganadora del Premio Goya a la Mejor Película Iberoamericana.

Perón, sinfonía del sentimiento (1999)

Leonardo Favio mantuvo un compromiso leal y de cercanía con el movimiento peronista, impulsado por su propia experiencia vivida durante su niñez durante los dos primeros gobiernos del presidente Juan D. Perón (1946-1952; 1952-1955). Sus películas expresaban su ideario político y reflejaban la relación cultural del peronismo con la sociedad argentina.

En 1994 comenzó a realizar el documental Perón, sinfonía del sentimiento, que relata en cinco horas y cuarenta y cinco minutos la situación de Argentina entre la Primera Guerra Mundial (1914-1918) y la muerte de Juan Domingo Perón (1974), con material inédito del bombardeo de Plaza de Mayo (1955).

El film está dividido en dos partes. Comienza en 1916 narrando el contexto de la elección de Hipólito Yrigoyen en la Argentina, la Primera Guerra Mundial y la Revolución Rusa. Luego, el crecimiento político de Juan D. Perón como Secretario de Trabajo y Previsión (1943) y su rol durante sus dos gobiernos como presidente (1946-1952 y 1952-1955). La primera parte termina cuando Eva Duarte de Perón renuncia a la vicepresidencia, en 1951, en medio de fuertes presiones militares.

La segunda parte comienza con los últimos años del segundo gobierno de Perón y su violento derrocamiento en 1955. Luego, sus años de exilio en España, las luchas sociales en Argentina para conseguir el regreso y la legalidad del peronismo (proscripto desde 1955). La película finaliza con Perón elegido como presidente en 1973, poco antes de morir el 1 de julio de 1974.

Aniceto (2008)

Se trata de la reversión de El romance del Aniceto y la Francisca. Es un drama musical con cuadros de danza, protagonizada por Hernán Piquín, Natalia Pelayo, Alejandra Baldoni y con la colaboración, en la coreografía, de Margarita Fernández y Laura Roatta.

El guión fue escrito por Favio junto con Rodolfo Mórtola y Verónica Muriel. Fue la última película dirigida por Leonardo Favio antes de su muerte.

Dos años después de Aniceto, dirigió el corto Gente querible (2010) que forma parte de la Serie 25 Miradas, 200 Minutos, realizada en el marco de los festejos Bicentenario.

Leonardo Favio grabó dieciséis discos, dirigió trece películas y actuó en veintiséis films. Falleció el 5 de noviembre de 2012. Sus restos fueron despedidos en el Salón de los Pasos Perdidos del Honorable Congreso de la Nación.