Laberinto Masticable: “La pandemia nos obligó a reinventarnos”
Laberinto Masticable: “La pandemia nos obligó a reinventarnos”

Laberinto Masticable: “La pandemia nos obligó a reinventarnos”

Infancias
Entrevistas
El grupo de humor infantil se reencontró con el público presencial con un show en Tecnópolis. En este entrevista, los integrantes de Laberinto Masticable comparten esa experiencia y cuentan cómo vivieron, desde lo laboral, el atípico 2020.
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Apenas empezó la pandemia, los integrantes de Laberinto Masticable probaron hacer un vivo de Instagram, casi como un juego. Lunes, miércoles y viernes a las 5 de la tarde. Cada vez los seguía más gente; empezaron a hacer zoompleaños -llegaron a hacer 65 en junio- y funciones para empresas. Se convirtieron en una sensación virtual.

Además, crearon los zoompamentos -campamentos virtuales con carpas en las casas- y para la edición de Halloween llegaron a vender 1.250 entradas (en dos ediciones porque Zoom tiene un límite de mil conexiones). De esas 1.250, el grupo calcula que en promedio habría tres personas por pantalla, así que el número de espectadores sería mucho mayor. En 2020 con todos sus propuestas virtuales, vendieron 7.000 tickets, “mucho más que en toda la era no virtual”.

Y la semana pasada Gabriel Wiznia, Gustavo Nilsson y Mauro Vuoto -con sus personajes de Gabichu, Seba y la maestra Nélida Furtherier- se presentaron frente al público en los Atardeceres en Tecnópolis.

Todo comenzó hace unos 12 años: Gabriel Wisznia -cantante de la banda de rock infantil Los raviolis- animaba fiestas infantiles con otras personas pero entonces se sumó Gustavo Nilsson y además de los cumpleaños, llegó el teatro: obras en el Chacarerean, donde hicieron ocho temporadas. El público aplaudía y el espectáculo funcionaba muy bien. Un tiempo después se sumó el actor Mauro Vuoto, primero como sonidista, y el año pasado, en la obra Todos contra mí, para personificar a la señorita Nélida. Y así, Laberinto Masticable se convirtió en un trío. Un grupo que hace humor infantil, humor destinado a niños y niñas, pero no naif, básico, sino incluyéndolos: hablándoles de igual a igual. Pero que también convoca a los adultos, porque -explican- hay dos líneas de humor y mensajes paralelos. Además del contenido para chicos, hay otro para los grandes: pequeños gags, que hacen que los adultos también se rían, se enganchen, disfruten con lo que esté pasando.

Y hasta usando algunas malas palabras. Cuentan que una vez vieron el discurso en el que el escritor argentino Roberto Fontanarrosa reivindicaba el uso de las malas palabras (en el Congreso de la Lengua, en 2004, en la ciudad de Rosario) y partir de ahí decidieron incorporar algunas en los shows. Deciden mostrar un monstruo llamado “Caca”, que es malo, muerde y pega, porque “eso existen en la humanidad”.

-El año 2020 fue atípico en muchos sentidos. ¿Cómo los afectó la pandemia y qué hicieron para revertir esa situación?

Gustavo Nilsson: Laboralmente, nosotros dependíamos de los eventos infantiles y empresariales. En marzo, cuando se decretó la pandemia, dijimos: “chau, no trabajamos más”. Y en esa desesperación, mientras pensábamos qué hacer, a Gaby (Wisznia) lo invitaron para que tocara unas canciones en un cumpleaños por Zoom. Gratis era. Lo hizo y la pasaron bien. Y nos contó y nos quedamos pensando y se le ocurrió que podíamos hacer nuestros números readaptados. Pensamos en hacer un cumpleaños gratis, para ver si funcionaba. Entonces nos pusimos a pensar cómo modificar el show: con power point, con sonidos e imágenes.

Mauro Vuoto: Y el cumpleaños salió espectacular.

GN: La gente no podía creer que cada chico en su casa, se divertía, cantaba las canciones, saltaba, como si estuviésemos en vivo. Y dijimos, esto está buenísimo. Nos parecía bárbaro.

MV: Eso fue en marzo. Y de repente en abril tuvimos 40 zoomples, al mes siguiente tuvimos 50 y en junio llegamos a hacer 65. Explotamos de trabajo.

GN: Nos reinventamos. La pandemia nos obligó a reinventarnos y, en ese mismo acto, nos dio una posibilidad de trabajo mucho más grande que la que teníamos.

MV: Hicimos cumpleaños y eventos en España, México, Chile y hasta en Emiratos Árabes, cosa que antes no podíamos por obvias razones.

GN: Y luego en julio, apareció lo de los zoompamentos. Había mucha gente que nos seguía y aparecieron empresas que nos dijeron que les gustaba la idea del zoompamento y nos empezaron a contratar.

-¿Qué son los zoompamentos y cómo surgieron?

MV: Cuando empezó la pandemia, todos los días a las cinco de la tarde hacíamos vivos en Instagram. Pero los viernes hacíamos uno que era “noche de terror”: con cuentos de terror y en los que los chicos y las chicas se disfrazaban de zombies, de Drácula, de brujas, de monstruos. Y esa noche tenía cierta complicidad porque también se sumaban los padres. Pensamos: ¿Por qué no hacer un show con esto? Y lo hicimos. El zoompamento es un campamento en tu casa. Es: armate una carpa en el living y tomá tu espacio como lugar de campamento. No podemos viajar por la pandemia: aprovechemos el lugar que tenemos. Y el zoompamento terminó siendo una experiencia más que un show. Porque empezaba un día a las 21.30, terminaba a las 23 y los chicos estaban en su comedor con su carpa, su linterna y su comida. Y al día siguiente, seguíamos desde las 10.30 de la mañana hasta las 11.30. Y a la mañana no sólo estaban los pibes sino los padres, los hermanos, todos. Entonces, con una entrada, disfrutaba toda la familia.

-Laberinto Masticable ya había tocado en Tecnópolis. Pero, ¿cómo fue la experiencia en este contexto de pandemia?

Gabriel Wisznia: Fue muy lindo volver a reencontrarnos con el público. Era un playón muy grande, con la gente separada. Muy bien armado y cuidado. Pero a la vez, esta distancia a la que nos obliga la pandemia es algo a lo que no estamos acostumbrados. Incluso, es una distancia que no sentimos en el Zoom. Porque podemos ver las caras, las casas, las reacciones. Y acá, estaban lejos. Las repercusiones fueron buenas, así que quedamos contentos.

-¿Qué proyectos tienen para este año?

GV: Queremos volver con los vivos de Instagram. Y también volver con los zoompamentos: quizás en febrero. La incertidumbre de la pandemia hace que uno no pueda planificar mucho, porque no sabemos qué va a pasar de acá a un mes. Pero vamos a seguir sosteniendo el humor en la pandemia.

GW: Estamos empezando a armar una sitcom: un proyecto que tenemos desde hace bastante tiempo. Estamos escribiendo los guiones y armando los capítulos para mostrar y empezar a producir. Sentimos que hay muchas miradas puestas sobre Laberinto Masticable y puede ser un buen momento para hacerlo.