Hace 127 años nacía "La Vanguardia", el periódico más destacado del socialismo argentino
Hace 127 años nacía "La Vanguardia", el periódico más destacado del socialismo argentino

Hace 127 años nacía "La Vanguardia", el periódico más destacado del socialismo argentino

Efemérides
Juan B. Justo y un grupo de militantes creaban el mayor órgano de difusión del Partido Socialista Obrero Argentino.
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El sábado 7 de abril de 1894 apareció en Buenos Aires el primer número de La Vanguardia. periódico socialista científico. Defensor de la clase trabajadora. Su primera editorial, escrita por el médico Juan B.Justo, sentaba las bases de un periodismo militante.

 

"Venimos a representar en la prosa al proletariado inteligente y sensato".

"Venimos a promover todas las reformas tendientes a mejorar la situación de la clase trabajadora: la jornada legal de ocho horas, la supresión de los impuestos indirectos, el amparo de las mujeres y de los niños contra la explotación capitalista, y demás partes del programa mínimo del partido internacionalista obrero".

"Venimos a fomentar la acción política del elemento trabajador argentino y extranjero como único medio de obtener esas reformas".

"Venimos a combatir todos los privilegios, todas las leyes que hechas por los ricos en provecho de ellos mismos, no son más que medios de explotar a los trabajadores, que no las han hecho".

"Venimos a difundir las doctrinas económicas creadas por Adam Smith, Ricardo y Marx, a presentar las cosas como son, y a preparar enrre nosotros la gran transformación social que se acerca".

Los militantes socialistas conocían el rol estratégico que tenían los periódicos. La Nación y La Prensa eran los matutinos más leídos en Buenos Aires y llevaban la agenda de la vida política nacional. La creación de La Vanguardia era clave para poder dar a conocer las ideas del Partido e interpelar a los sectores medios y a las clases populares que se encontraban por fuera de las fábricas.

Si bien en sus inicios el periódico no se nombró como el vocero oficial del Partido Socialista -que todavia no estaba formado como tal- tuvo un rol clave a la hora de impulsar la organización partidaria. Dos años después, tras el Congreso Constituyente de 1896, sí se convirtió en el órgano oficial de prensa del partido recién creado: el Partido Socialista Obrero Argentino. La Vanguardia también cambió su lema: el "Periódico Socialista Científico" fue reemplazado por el "Órgano Central del Partido Socialista Obrero".

Periódico Obrero

Con ese título, el 2 de agosto de 1893 el diario La Prensa publica una breve nota en la que

"Se invita a los presidentes de todas las asociaciones obreras a concurrir a la conferencia que se celebrará a las 7.30 p.m. en el Café Francés, calle Esmeralda 318, para cambiar ideas sobre la fundación de una Federación y la creación de un periódico que defienda los intereses de la clase trabajadora".

La convocatoria fue organizada por los militantes obreros Augusto Kuhn, Esteban Jiménez, Isidro Salomó y Víctor Fernández, los únicos cuatro que asistieron. Cuando daban por perdida la reunión, apareció Juan B.Justo, un joven médico de 28 años convencido de llevar adelante la misión.

Augusto Kuhn donó 300 pesos y Juan B. Justo vendió el auto que utilizaba para hacer las visitas médicas para montar la redacción que funcionaría en la pieza de pensión de Khun. El periódico salió a las calles ocho meses después. Los primeros socialistas que escribieron La Vanguardia eran, además de redactores, quienes doblaban las cuatro hojas del periódico, oficiaban de tipógrafos, embalaban y llevaban los paquetes a los puntos de distribución.

Foto: diario Acción
 

La Vanguardia no fue el primer periódico socialista redactado en español. Entre 1890 y 1892 se publicó El Obrero, impulsado por el club socialista alemán Vorwärts. En marzo de 1892 nació El Socialista, con la firme misión de convocar a la fundación de un Partido Socialista Obrero. Los anarquistas también tuvieron sus publicaciones como El Descamisado, el primer periódico anarquista, y El Perseguido. Estas experiencias no perduraron en el tiempo porque la militancia no pudo mantener los costos de su publicación. En el caso de los primeros años de La Vanguardia los aportes económicos de Juan B.Justo fueron imprescindibles para garantizar la continuidad del periódico.

Juan B.Justo y Antonio de Tomasso en la movilización de un 1º de mayo. Foto: diario Acción


La Vanguardia
, tal como el diario La Prensa o La Nación, deseaba ocupar un lugar central en las discusiones políticas de los y las argentinas. Para tal fin, además de expresar las ideas, acciones y propuestas del Partido, comenzó a incorporar artículos sobre aspectos sociales y culturales. Debatió sobre la defensa de la educación laica, la reforma universitaria, e incorporó ilustraciones humorísticas a sus páginas. También sumó anuncios de médicos, abogados, profesores que ofrecían sus servicios, y propagandas poco compatibles con las ideas socialistas: Esso, Shell, Loma Negra, Bagley, Terrabusi, Nestlé, fueron algunas de las empresas que publicitaron permitiendo -junto con las suscripciones de lectores-, garantizar la continuidad del periódico.

Contando con una solvencia económica, hacia el fin de la última década del siglo XIX los socialistas contaron con un local propio en la calle México 2070, su Casa del Pueblo. El investigador Claudio Panella describe que allí funcionaba la redacción y la administración de La Vanguardia, el Centro Socialista Obrero, el Comité Ejecutivo del Partido, el Centro Socialista de Estudios, la oficina de la Asociación Obrera de Socorros Mutuos, la Cooperativa Obrera de Consumos y la sede de numerosas sociedades de resistencia. Además, contaban con una librería, un café, una biblioteca, un salón de conferencias y reuniones, un consultorio médico de atención gratuita y un centro de asesoramiento para todos aquellos que desearan adquirir la carta de ciudadanía gratuita. Ernesto de la Cárcova, Roberto Payró, José Ingenieros y Carlos Mauli formaban parte de los círculos de discusión política que se promovían desde estos espacios.

Foto: diario Acción


Interrupciones y continuidades

Así como por momentos se publicó a diario y por otros momentos semanalmente los sábados, La Vanguardia atravesó las inclemencias de las transformaciones políticas del país: fue censurado, clausurado, incendiado, sus miembros fueron encarcelados, y aún así, con mayores o menores pausas temporales, se continúa editando hasta nuestros días.

Durante la presidencia de Julio A Roca y en el marco de grandes huelgas obreras La Vanguardia tuvo su primera clausura. Le siguieron cinco más hasta 1905. En 1909, con motivo del asesinato del jefe de Policía, Ramón Falcón, y tras la furiosa represión a la manifestación obrera del 1º de mayo, fue nuevamente clausurado. Para el Centenario de la Revolución de Mayo, jóvenes nacionalistas incendiaron la imprenta de La Vanguardia.

Durante los gobiernos radicales el diario circuló con normalidad pese a las duras críticas que le dedicaban en sus páginas a Hipólito Irigoyen. Sin embargo, jamás apoyaron el golpe encabezado por el Gral. José F. Uriburu. Luego comenzó la Década Infame y debió interrumpir sus tareas.

"La intrusión del gobierno en todas las manifestaciones activas y órganos de la civilidad restringe de tal modo el cumplimiento de nuestros deberes periodísticos que hemos resuelto decir al país que nos es imposible continuar la obra esclarecedora, publicaron y pararon las rotativas". Editorial: "Imposibilitada de cumplir libremente su deber social, deja de aparecer", 6 de enero de 1944.

En enero de 1945 volvió a salir como semanario, convirtiéndose en el medio más crítico del gobierno de Farrel, tarea que continuará con Juan Domingo Perón, a quien calificaban de fascista y demagogo. Perón les respondía que lo combatían porque les había restado "clientes". Y desde La Vanguardia retrucaban:

"…Nunca hemos tomado a la clase trabajadora como 'clientela', concepto mercantil y materialista que el sólo enunciarlo pone en descubierto el verdadero espíritu con que algunos se acercan al pueblo. Busque el coronel Perón toda la 'clientela' que encuentre, y que hallará en aquella masa lista para recibir prebendas, asado con cuero, brebaje de comité, mates vacíos y pañuelitos de algodón. Que en cuanto a nosotros nos entenderemos con el pueblo, e iremos a él con pensamientos e ideales en busca de comprensión afectiva y mental". Editorial: "¿Mates vacíos o cabezas limpias?", 13 de marzo de 1945.

Hasta 1958 la circulación del periódico no tuvo demasiadas pausas, pero ese año el Partido Socialista sufrió una gran ruptura. Nacieron entonces el Partido Socialista Argentino (Alfredo Palacios, Alicia Moreau de Justo, José Luis Romero, entre otros) y el Partido Socialista Democrático (Nicolás Repetto, Juan A. Solari, entre otros). La Vanguardia quedó bajo el mando de Palacios y Moreau de Justo, militante feminista y esposa de Juan B. Justo, por el lado del Partido Socialista Argentino. Mientras que el Partido Socialista Democrático comenzó a editar el periódico Nuevas Bases, dirigido por Américo Ghioldi, acompañado por Repetto y Solari. En 2002 el Partido se volvió a unificar. Durante todo ese tiempo La Vanguardia acompañó los avatares de la historia.

 

 

Fuente: Buonuome, Juan (2017) Periodismo y militancia socialista en Buenos Aires a fines del siglo XIX/Panella, Claudio. (2004) La Vanguardia y el surgimiento del peronismo (1943-1945).