La ópera, un género que atraviesa todos los tiempos
La ópera, un género que atraviesa todos los tiempos

La ópera, un género que atraviesa todos los tiempos

Infancias
La ópera independiente se hace lugar en el mundo artístico nacional. La compañía Sol Lírica nos cuenta cómo se crea una ópera al alcance todos.

Los intelectuales renacentistas del siglo XVI descubrieron que las antiguas tragedias griegas no eran habladas sino cantadas. Inspirados en esa revelación, decidieron basarse en un drama griego y escribieron la primera opera in musica, que representaron ante la corte de los Médici. Desde entonces -y con las variantes posteriores que dieron forma al género- la ópera se consolidó en Occidente como un género al que le costó salir de la corte de los Médici; se afianzó como un arte destinado a la alta alcurnia.

Más de tres siglos después -lejos de los vestidos largos de gala, de los hombres de smoking impolutos, las butacas de terciopelo y los binoculares de teatro- una nueva manera de hacer ópera busca instalarse en el mundo artístico nacional. Fresca, espontánea y con toda la potencia y emoción del género, nos cuentan historias desde estéticas musicales y teatrales actuales.


La ópera Così fan tutte en la Manzana de las Luces. Foto:Noelia Pirsic


Gabriel Vacas
y Julian Ignacio Garcés son militantes de la difusión
del género operístico. Se conocieron mientras estudiaban en el Instituto Superior de Arte del Teatro Colón. En las charlas de pasillo con sus compañeros, Gabriel se dio cuenta de que había muchísimos intérpretes, instrumentistas, músicos, directoras muy talentosos, con ganas de crear pero con pocos espacios para desarrollarse.

"Yo trabajo en el coro del Teatro Colón y veo que hay muchos compañeros muy dispuestos a hacer ópera desde la producción cooperativa. Imaginate la situación de un cantante que estudia toda su vida y ¿cuántas oportunidades tendrá de cantar profesionalmente? Es muy difícil porque no hay muchas orquestas, hay pocas producciones y si no hay una producción de obra, no se puede poner en práctica la experiencia”, cuenta Gabriel, cantante y director general y artístico de la compañía Sol Lírica".


Gabriel Vacas junto a Julián Ignacio Garcés durante un ensayo. Foto: Noelia Pirsic


En 2014, Gabriel y Ulises Maino -actual director musical- deciden formar una orquesta de jóvenes para realizar espectáculos líricos. Julián Ignacio Garcés se integra al año siguiente y en 2017 la propuesta artística de la compañía se consolida con la obra Così fan tutte.

Così fan tutte fue el gran proyecto donde nos profesionalizamos. El desafío fue pensar de qué manera podíamos abrir el juego y dar acceso a una generación nueva a un arte que es hermoso, que tiene cientos de años y que niega el ingreso porque la ópera es cara, es elitista, en un circuito cerrado. Entonces buscamos, desde la actualización de los textos, las situaciones, los espacios, la sonoridad, acercar a una nueva audiencia", cuenta Julián. 


Foto: Noelia Pirsic

-¿Qué necesitan contar las óperas actuales? ¿Cuáles son sus temáticas, sus geografías, sus conflictos?

-Gabriel: Tratamos de centrarnos en la comunidad y en lo que nos pasa a nosotros. Nuestra filosofía tiene que ver con apropiarnos del material -o sea, la composición musical y lo que sería el guion para el teatro- y contar cómo nos atraviesa nuestro contexto. Si bien hay obras que se compusieron hace tres, cuatro siglos, ¡básicamente la humanidad no resolvió ninguno de los problemas! El amor, la desigualdad, los conflictos de pareja, la pobreza, la injusticia, la espiritualidad… Entonces nos interesa arraigar el material a una visión actual de esas problemáticas.

En la ópera los materiales suelen ser sacros, se los pone arriba de un pedestal y se cree que la obra se tiene que hacer tal cual el guion escrito a principios de siglo sin tocar ni una coma. Hay casos en que la obra original dura tres horas y está llena de cuestiones que son convecciones de aquella época, entonces nosotros tratamos de quitar todas esas cosas que no son imprescindibles para contar la historia y dejar lo que todavía es actual. Es muy importante adaptar el material; Shakespeare se ha hecho de mil maneras distintas y no por eso deja de ser Shakespeare y no se ofende nadie.


Foto: Noelia Pirsic

-¿Qué estrategias utilizan para interpelar a las audiencias nuevas?

-Gabriel: nos gusta probar espacialidades no convencionales, algo que se hace mucho en el teatro independiente y que ahora se empieza a hacer en la ópera. En algunas de nuestras obras, el público fue parte del escenario y eso brinda otro tipo de experiencia a la de tener al cantante a mínimo 15, 20 metros.

También buscamos generar una comunicación tanto gráfica como audiovisual que busque restarle peso al prejuicio, usar subtítulos si la obra no es en castellano y tratar de realizar espectáculos gratuitos, algo fundamental para acercar al público.


Hansel y Gretel. Foto: Carlos Furman 

La última producción de la compañía es el clásico de los hermanos Grimm Hansel y Gretel. En esta versión, la familia de los niños no produce escobas sino que trabaja en un taller clandestino; la bruja vieja y mala es una señora que come niños porque es la última moda en Europa; Hansel y Gretel deambulan entre la Villa 31 y la Avenida del Libertador sin atravesar ningún bosque alemán y en vez de mazapán prefieren el flan con dulce de leche.

“Hicimos una traducción nueva de la ópera, la que estaba vigente era de 1960, que es muy buena pero tiene otros códigos y otra visión de mundo. La traducción fue una excusa para traerla al Buenos Aires del hoy. Usamos la pantalla como elemento escenográfico y, como en nuestra obra no hay duendes ni brujas como en el siglo XIX, nos metimos en el universo de los chicos desde el videojuego porque entendemos que su concepción de lo fantástico está mediatizada por la tecnología", describe Julián.


Foto: Noelia Pirsic

-¿Qué elementos se ponen en juego al momento de crear ópera para los públicos infantiles?

-Julián: si el protagonista es un niño tienen que ser reconocido como un niño del hoy, que habla un lenguaje del hoy, sin aniñarlo ni reforzar estereotipos. Los niños tienen que tener esa identificación primaria pero también es necesario dar lugar a la fantasía porque les permite ejercitar el músculo de la creatividad, y a través de ese ejercicio fantasear con un mundo distinto, porque el planteo de la obra es complejo, pero al ser un infantil no te podés poner hipersociólogico. La obra muestra un contexto actual: los niños trabajan, escuchan música electrónica y las pantallas los hacen caer en la trampa.

Para nosotros es muy importante que los niños puedan entrar al arte desde ellos mismos. Nuestro rol como adultos, como artistas, es generar un contexto donde el ejercicio de la fantasía sea posible, brindar un espacio seguro donde sientan que cualquier delirio es válido, porque si le das forma, lo condicionás, como lo hace la industria. Nuestro trabajo es brindarles ese marco de contención que los haga sentir que sus fantasías pueden ser reales… Y después, más adelante, vemos qué pasa.  

La ópera independiente

Al contrario de lo que nos indicaría el sentido común, la mayor parte de las producciones operísticas que se realizaron durante el 2019 en la Argentina fueron producto del circuito independiente. Solo el 39% de las óperas dependió de instituciones oficiales. Las obras cooperativas, autogestionadas, realizadas en salas de teatro under, en bares, escuelas, museos, fueron protagonistas.

"Tenemos dificultades para producir, para contar con financiamiento, pero eso es normal en el proceso cultural teniendo en cuenta que es un sector muy joven, que no está afianzado, que no tiene trayectoria; pero hay muchísimos artistas con inmensas capacidades y convencidos de que queremos hacer ópera y que vamos a hacerla. Es un proceso que llevará su tiempo pero esa es la tarea.

Disfrutamos mucho de la ópera, del cantar, del teatro lírico en todas sus manifestaciones y sentimos que el próximo paso es componer nuestras propias obras para hacer obras modernas directamente. Si es obra para niños, poder trabajar con libretos de autores latinoamericanos que te vayan anclando en el territorio, en el hoy. En vez de elegir música ya compuesta, pedirle a un joven compositor e ir fabricando los materiales que hablen de lo que nos interesa contar", comenta Vacas.

La compañia Sol Lírica confía plenamente en la profesionalidad de los jóvenes. En su orquesta, la mayoría de sus integrantes son menores de 27 años, constituyéndose como la única orquesta juvenil dedicada al repertorio operístico en Latinoamérica.


La orquesta SL completa. Foto: Alejandra Adler

Para los integrantes de Sol Lírica, la ópera no deja de ser una de las expresiones emotivas más acabadas que ha tenido occidente:

"Si bien hay otras formas artísticas que unen al teatro, a la literatura, a las artes visuales, a la música, lo que tiene la ópera es toda esa unión bajo el ala de una potencia musical sobredimensionada. Esa hipertrofia musical es algo que no pasó muchas veces en el siglo XX y es hermoso volver a conectar con un arte que está tan relacionado con el sentir la emoción con todas las células del cuerpo”, concluyen los directores.

 

La ópera Hansel y Gretel se puede disfrutar online hasta el 2 de agosto, con entrada virtual a la gorra. Para ver en familia, cuando prefieras y cuantas veces quieras, registrate ACÁ

 

Foto de portada: Noelia Pirsic/Fuente:operaargentina.com