La Novena Sinfonía de Beethoven celebra 196 años
La Novena Sinfonía de Beethoven celebra 196 años

La Novena Sinfonía de Beethoven celebra 196 años

Música
Efemérides
La pieza -fuente de inspiración de poetas, escritores y artistas visuales- es una oda a la alegría y fraternidad. En esta nota el Maestro Guillermo Scarabino explica el por qué de su trascendencia universal

Un 7 de mayo de 1824 se estrena, en el Kärntnertortheater de Viena, la Novena  Sinfonía, considerada una de las obras más importantes de Ludwig van Beethoven y la última sinfonía completa del compositor alemán.

La Sinfonía n.º 9 en re menor, op. 125, conocida también como “Coral”, por la presencia, por primera vez, de un coro en este género, sorprende con un final, convertido en un símbolo de la libertad, como es el “Himno a la Alegría”.

La creación

Por encargo de la Sociedad Filarmónica de Londres,  Beethoven comenzó a componer la obra en 1818 finalizándola a principios de 1824.

Desde los 22 años el compositor tuvo la intención de musicalizar el poema “Oda a la Alegría” de Schiller conocido luego como “Himno a la Alegría”, el cuarto movimiento y final de la Novena Sinfonía, que incluye una selección del texto de Schiller, las palabras introductorias de Beethoven y la música.

El estreno

La idea de Beethoven era estrenar la obra en Berlín porque consideraba que el gusto musical en Viena estaba dominado por compositores italianos, pero sus amigos lo motivaron para estrenarlo en Viena.

El estreno fue a sala llena. Esta fue la última aparición, en público, del compositor alemán. Los siguientes años se recluyó en su casa, enfermo, hasta su muerte.  

Por su problema auditivo, Beethoven no pudo oír el estreno pero lo siguió en una copia de la partitura. En su mente imaginaba los sonidos. Finalizada la ejecución, no oía los aplausos. Uno de los solistas le tocó el brazo y pudo ver las manos que aplaudían y los pañuelos que se agitaban en el aire. Entonces se inclinó y saludó al público. 

Análisis de la obra por el Maestro Guillermo Scarabino

Guillermo Scarabino fue titular de las orquestas de Mar del Plata y de la Universidad Nacional de Cuyo (Mendoza). Actuó como director huésped en América y Europa y, al frente de la Orquesta Académica del Teatro Colón. Realizó presentaciones en el Festival Internacional de Canterbury (Inglaterra) y en la Exposición Mundial de Hannover (Alemania).  

El director musical analiza la composición de Beethoven y el significado de sus movimientos.

 “En el género de la sinfonía, Beethoven fue un innovador, tuvo el gesto desusado de empezar la primera sinfonía con un acorde disonante, cosa que nadie había hecho hasta ese momento. Después de ahí hubo muchas innovaciones. La novena tiene la gran innovación, desde el punto de vista del género, que incorpora un texto con voces solistas y coro”.

“El texto que eligió Beethoven para poner en la Novena Sinfonía es la “Oda a la Alegría”, un poema de Schiller, escrito en 1785. Es un poema anterior a la Revolución Francesa que tiene un mensaje muy concreto de referencia a la alegría, como un trazo de unión entre los hombres, y a la fraternidad, Una apologia a algunos de los temas que impulsaron la Revolución Francesa: libertad, igualdad y fraternidad”.

“Beethoven agregó un texto suyo, el primero que se oye cuando entra el barítono. Una especie de fanfarria empieza con una disonancia tremenda y la voz del baritono expresando las palabras de Beethoven: “Oh amigos no mas de estos sonidos y no permitan más, sino permítanos cantar sonidos más agradables y llenos de alegría”. Después, inmediatamente, comienza el texto de Schiller”.

Interpretación de la Sinfonía N° 9 Op 125 (Coral) de Ludwig van Beethoven por la Orquesta Académica del Instituto Superior de Arte del Teatro Colón y el Coro Lagun Onak (dirigido por Miguél Angel Pesce). Dirección Mtro Guillermo Scarabino con la participación de las y los solistas Montserrat Maldonado (soprano), Trinidad Goyeneche (mezzosoprano), Gastón Olivera Weckesser (tenor) y Luis Alberto Loaysa- Isler (baritono).

Movimiento I

Movimiento II

Movimientos III y IV

La trascendencia mundial de la Novena Sinfonía

Guillermo Scarabino explica por qué la Novena Sinfonía es reconocida mundialmente:

“El segundo tema que tiene el final de la Novena Sinfonía es el de la fraternidad. Empieza musicalizando las palabras “abrácense millones, permanezcan unidos, sean unidos, abrácense”. Después de desarrollar esa idea, Beethoven junta los dos temas en un procedimiento que, técnicamente seria una doble fuga. El superpone el tema de la alegría con el tema de la fraternidad. Es el símbolo más grande, más conmovedor que nos transmite la Novena Sinfonía. La union de la fraternidad con la alegría, ahí se concentra el mensaje del por qué esta obra ha tenido tanta trascendencia, más allá de lo que significó desde el punto de vista musical”.

El Himno de Europa

“Después de las dos guerras mundiales, en el siglo XX, se empezó a buscar, desesperadamente, algo que asegurara la paz en Europa”, explica Scarabino.

“Se planteó el tema de un himno para la Unión Europea, el himno de Europa. Después de estudiar muchas alternativas se llegó a la conclusion, por consenso de todos los países, que la Novena Sinfonía de Beethoven era la mejor solución, para el himno europeo. Se votó y se eligió, apelando exclusivamente a la música, para tener una representación simbólica de Europa.

Conociendo y sabiendo cuales fueron las intenciones de Beethoven, conociendo y sabiendo lo que fue el texto de Schiller, que apelaba a la alegría y a la fraternidad, se entiende que el símbolo de Europa tienda a la fraternidad.

"Ahí está el gran secreto del por qué todavía la Novena Sinfonía mantiene su vigencia”, concluyó Scarabino.    

Herencia espiritual de la humanidad

La Novena Sinfonía fue fuente de inspiración de poetas, escritores y artistas visuales, impulsando también análisis y debates estéticos y filosóficos.

Compositores de la talla de Schubert, Berlioz, Brahms, Wagner, Bruckner, Mahler, fueron influenciados por ella.

En el año 2001, la partitura original de la sinfonía se inscribió en el Registro de la Memoria del Mundo de la UNESCO, donde forma parte, junto con otros sobresalientes monumentos, de la herencia espiritual de la humanidad.

Una partitura autografiada se conserva, casi en su totalidad, en el Departamento de Música de la Biblioteca Estatal de Berlín - Fundación Patrimonio Cultural Prusiano. Algunas hojas que fueron eliminadas en el siglo XIX se conservan en la Beethoven-Haus, en Bonn, y en la Biblioteca Nacional de Francia, en París.

La partitura se puede conocer mediante este link Partitura autografiada