La figura de la mujer en la escultura argentina
La figura de la mujer en la escultura argentina

La figura de la mujer en la escultura argentina

Arte
Descubrimos y compartimos obras destacadas, presentes en todo el país, donde la mujer es protagonista

La figura femenina fue históricamente protagonista indiscutida del arte de la escultura. Diosas de la mitología europea, damas ilustres, educadoras de rasgos europeos, etnias americanas, fueron esculpidas a lo largo de los años.

En nuestro país se destacan importantes monumentos y esculturas con figuras de mujer. Sobre los orígenes y las particularidades de esas obras habló el Lic. Raúl Aleson en el Museo Histórico Sarmiento, en conmemoración del Mes de la Mujer.

Raúl Áleson es docente e investigador universitario. Su formación incluye los títulos de Maestro Nacional de Artes Visuales, escenógrafo, profesor nacional de Dibujo y Escultura, profesor superior de Escultura y licenciado en Artes Visuales, con orientación en Escultura. Participó en tareas de educación y restauración de obras de artes en los museos más importantes del país (Centro Cultural Recoleta, Museo Isaac Fernández Blanco y Museo Nacional de Bellas Artes)

"Me interesa ayudar a la gente a descubrir esculturas en el espacio público", comparte Raúl.

Los materiales

"Las esculturas que se encuentran en los lugares públicos, en los parques, son mayoritariamente de mármol o bronce. En los cementerios hay mucho mármol pero en lugares públicos predomina el bronce porque resiste el vandalismo. El mármol tiene el problema que la luz de Buenos Aires es muy fuerte y muy distinta a la Roma, Florencia, Venecia, Viena, Paris. Molesta, por lo que se usa más el travertino que es más poroso y hace que se pueda ver bien. Los escultores argentinos utilizaron mucha piedra nacional o piedra francesa".

Las esculturas

  1. "Las tres gracias" de Antonio Canova (ubicada frente al Museo Histórico Sarmiento)

    Del padre de la escultura occidental, maestro en la talla de mármol. Canova arma el neoclasisismo y es un referente de todos los maestros argentinos. Tiene todo el lenguaje de antes de Rodin, el mismo que tienen Perlotti y Fioravanti. Creada para la emperatriz francesa Josefina, resume las ideas de Canova sobre la feminidad y su virtuosismo en el tratamiento del cuerpo femenino en movimiento, es una de sus creaciones más famosas.

  2. "Mujer con libro" de José Fioravanti (en el Museo Nacional de Bellas Artes)



    Fioravanti creó piezas emblemáticas como el Lobo Marino en Mar del Plata y colaboró, entre otras, con el Monumento a La Bandera de Rosario. El autor, autodidacta, muestra una mujer clásica adaptada a la modernidad, es una mujer casi egipcia, atemporal. Su inspiración siempre fue Ludmila, su mujer rusa. Realizada en piedra de Francia, en talla directa, esta figura sedente con sus piernas cruzadas cual antiguo escriba fue identificada como la esposa del artista.

  3. "Flor Indígena", de Gonzalo Leguizamón Pondal. (En el jardín Botánico de Buenos Aires y el Museo de Bellas Artes de Corrientes)

    Se trata de un desnudo en actitud de devoción. La versión del Museo de Bellas Artes de Corrientes es de Bronce, y la del Jardín Botánico, de piedra arenisca.

  4. "Venus Criolla" de Pedro Zonza Briano, Museo Benito Quinquela martín.
    En esta obra se puede ver como toma un argentino a una mujer en la mitología. Otra característica que se destaca en la escultura es el drapeado. "Todos los escultores tienen desnudos y drapeados. Los maestros de escenografía y de modan iban a los Museos a ver las esculturas antiguas, porque en la escultura antigua está el drapeado y no se pone porque si, hay que ver cómo se sitúa, cómo cae la ropa, qué representa", comenta Alesón.

  5. "Flor de Juventud", de Pedro Zonza Briano (en el Rosedal de Palermo)

    Sobre un pedestal realizada en marmol negro de Suecia pulido, figura femenina de una adolescente en actitud reclinada. Realizada en bronce patinado, expresa juventúd, belleza y placidez de ensueño. Lo sensual es anulado por la expresión espiritual de la obra. Adquirida por Carlos Thays, se emplazó en el templete del rosedal en 1928.

  6. "Estatua de la libertad", Lola Mora (Plaza Independencia, Tucumán) y en el Monumento a la Bandera Nacional (Rosario, Santa Fe)
    Es una alegoría a la independencia encargada por el entonces presidente Julio Argentino Roca. Es una figura femenina que representa "La Independencia" o "La Libertad", realizada en marmol blanco de carrrara.
    También en el Pasaje Juramento-Monumento a la Bandera Nacional en Rosario se encuentra un conjunto de esculturas de Lola Mora, entre las que se destaca la Estatua de la Libertad o la República de la Gloria
         
    Estatua de la Libertad o República de la Gloria (Monumento a la Bandera-Rosario)

  7. "La cautiva", de Lucio Correa Morales (frente a la facultad de derecho UBA)

    Desde una mirada nacional a la vez que romántica, el interés por la temática indígena por parte de Lucio Correa Morales -según cuenta el crítico de arte Julio A. Payró - se vio impulsada por la amistad que el escultor mantuvo con los intelectuales, naturalistas y etnógrafos Juan Bautista Ambrosetti, Florentino Ameghino,  Eduardo Ladislao Holmberg y Francisco P. Moreno. La Cautiva muestra a una aborigen cautiva de los blancos junto a sus hijos. Mira fijamente al frente, anhelando sus tierra y su gente. Es una obra en mármol que se encuentra frente a la Facultad de Derecho de la UBA. Contaba Correa Morales que, de muy joven, tenía en su casa a una cautiva. Ella un día se abrazó a unos de los niños "blancos" de la casa y dijo "yo tenía mis hijos que eran parecidos a estos", de allí la obra, cuenta Alesón.

  8. "Obra en el acceso a la capilla de la bóveda de la Familia López Lecoube", de Lola Mora. (en el Cementerio de la Recoleta)

    La escultora Lola Mora tiene en su haber otras esculturas destacadas, al margen de la conocida "Fuentes de las Nereidas" . Esta obra se compone dedos dos figuras realizadas en mármol, en actitud meditabunda una y mirando al infinito la otra. Una de las figuras tiene uno de los sostenes del vestido caido dejando su hombro descubierto. Las señoras de la época presentaron reclamos al director del cementerio solicitando el retiro de esa estatua porque la consideraban "obscena" para un lugar sagrado.

  9. "Escultura de Paula Albarracín", de Luis Perlotti (Museo Casa Natal de Sarmiento, San Juan)
     
    Estatua sedente de Doña Paula Albarracín de Sarmiento, madre de Domingo Faustino Sarmiento, en actitud contemplativa junto al telar donde trabajara. Realizada en bronce sobre base de travertino sin pulir, sus medidas son 2,20 mts de alto, 0,90 mts de ancho y 0,75 mts de largo. Esta escultura fue colocada en 1939, en el lugar que ocupara una obra de composición pétrea, en ocasión de cumplirse el cincuentenario de la muerte de Sarmiento, a pedido de la Asociación de Maestros de Escuelas Lainezen.
     
  10. "La Taragüí” de Amado Higinio Puyau (Frente al río Paraná- Corrientes)

    De frente al río Paraná, sobre la costanera correntina, se yergue la réplica en bronce de la obra de Amado Higinio Puyau, denominada la “Taragüí” y que simboliza a la mujer guaraní.
    Se ignora el nombre de la mujer que modeló para el artista. Su original está en el Museo de Bellas Artes (San Juan al 600, Corrientes). Fue hecha en yeso y ganó el primer premio en el Salón Nacional de Escultura del año 1936. En 1938 fue donada al gobierno provincial.

  11. "Despertar" de Lucio Fontana (Av. 9 de Julio y Güemes-Resistencia, Chaco)
    Una de las más destacadas obras que integran el museo a cielo abierto. Una escultura en bronce, de una mujer desnuda, creada por Lucio Fontana (1899-1968). Tiene dos metros de alto. El emplazamiento de esta escultura, hace cincuenta años, provocó, el rechazo de los pudorosos vecinos quienes empezaron a vestir a la estatua con corpiños, corset de yeso, delantales. Una forma de intervención.

  12. "Dolores Díaz- La Tigra" obra del escultor Juan García Guzmán (Paseo de la Mujer Federal-La Rioja)

    Dolores “La Tigra” Díaz fue  una riojana que luchó junto a los caudillos, en la batalla del Pozo de Vargas (10 de abril de 1867), para defender los valores del federalismo riojano. La obra reivindica la lucha de la mujer contra las fuerzas unitarias.