La librería Libracos de Neuquén fue declarada de Interés Cultural
El ministro de Cultura, Tristán Bauer, visitó la Provincia de Neuquén
Llevó adelante una importante agenda institucional y mantuvo encuentros con autoridades provinciales y referentes culturales.Editoriales independientes como laboratorios de libros
Cuatro pequeñas casas editoras de distintos puntos del país comparten sus catálogos diversos, sus proyectos sustentables y la forma que cada una encontró para hacer frente al contexto de pandemia actual.El Ministerio de Cultura de la Nación declaró de “Interés Cultural” a la histórica librería neuquina Libracos. La resolución fue entregada el martes 16 en persona por el ministro Tristán Bauer, acompañado por la diputada nacional Lorena Parrilli, una de las impulsoras de la medida junto con el diputado nacional Alberto Vivero.
La Resolución MC 269/21 explica que se trata de una librería situada en la Ciudad de Neuquén “desde hace ya 47 años; siendo punto de encuentro de escritores, artistas y la comunidad neuquina” y agrega que su tarea respondió al “requerimiento y necesidades de tres generaciones de lectores neuquinos, respetando la diversidad y pluralidad tanto de autores como de temáticas”.
“Para los neuquinos y las neuquinas fue un momento muy emotivo cuando el ministro Bauer se acercó a Libracos porque esta librería durante la Dictadura Militar fue un espacio de resistencia. A lo largo de su historia ha permitido que en ese espacio se convoquen artistas y escritores, contribuyendo sin lugar a dudas a la construcción de nuestra identidad”, señaló Parrilli.
Libracos fue fundada en octubre de 1973 por Marta Echeverría en la esquina de Perito Moreno y Corrientes, Neuquén. En 1975 una bomba destruyó la fachada de la librería y el atentado se adjudicó al accionar de la Triple A, lo que obligó al exilio de Echeverría. Desde entonces, la librería paso a manos de Néstor Rivas y Genoveva “Beba” Jaramillo que continuaron con la enorme tarea de llevar la pluralidad cultural al mundo de los libros.
A principios de este año Libracos corrió el peligro de cerrarse. “Toda la comunidad de la ciudad de Neuquén en forma espontánea se acercó a comprar un libro – relató Parrilli- con colas interminables y al rayo del sol. Cada uno de nosotros se acercó para salvarla porque ayudar a Libracos implicaba recuperar nuestra historia”.