La fotografía deportiva y el valor del instante
La fotografía deportiva y el valor del instante

La fotografía deportiva y el valor del instante

Fotografía
Alejandro Del Bosco lleva más de cuarenta años con la fotografía y su trayectoria y experiencia lo han ubicado como uno de los fotógrafos deportivos más reconocidos de la Argentina.

Alejandro Del Bosco nació y vive en Ituzaingó, provincia de Buenos Aires. Tiene 65 años y desde muy pequeño ya retrataba a sus hermanos jugando con la cámara fotográfica de su papá. “Empecé de muy chico a hacer fotografías, usaba una vieja cámara que tenía mi viejo, una Beacon, y cuando sobraban fotogramas en el rollo los usaba para tomar mis propias fotos”, cuenta.

Niño curioso con las cámaras y las imágenes, Del Bosco recuerda que ya a los nueve años recibía la revista El Gráfico en la casa; se la traía su papá y se quedaba mirando las fotografías. Así, desde chico y de a poco, le empezó a tomar el gustito a las fotos de deportes.

El camino a ser reportero gráfico 

En los años 1978/1979 Alejandro viajaba casi a diario de Ituzaingó a la Ciudad de Buenos Aires buscando trabajo. Lo hacía cámara en mano. Empezó “yirando por las redacciones, intentaba hacerme conocer, llamaba al teléfono de línea de las redacciones y preguntaba si había algo, algún trabajo; me fascinaba eso”, comparte. Así logró su primera colaboración en el viejo diario La Opinión, luego empezó a colaborar en La Nación Revista, La Semana, de Editorial Perfil, y a hacer alguna cosa en el Teatro San Martín. Todavía eran pocos trabajos, pocas notas, no era fácil ingresar a un medio de comunicación, pero le sirvió para tomar experiencia y aprender el oficio.

En el ‘82 fue contratado por el diario Tiempo Argentino. Y entonces, credencial en mano, pudo empezar a vivir el fotoperiodismo como había anhelado. 

Fotografiar deportes no es tarea fácil. Hay que lograr detener la acción, la velocidad de las jugadas, y captar los rostros ante una derrota o un triunfo. Pero, sobre todo, hay que tener la habilidad para captar el momento justo para que esas imágenes acompañen e impriman vida a los textos. Alejandro Del Bosco fue creciendo como profesional logrando estos objetivos.

Y un día se cumplió su sueño, ser parte de El Gráfico, la legendaria revista deportiva, nacida como publicación semanal en mayo de 1919, y que 2002 pasó a ser mensual.

En el año ‘89 el “Tano Forte”, jefe y editor de El Gráfico, le dio la posibilidad de empezar a colaborar. “¡Imagínate! Estaba entrando a la Editorial Atlántida, estaba haciendo fotos para El Gráfico, la revista que yo miraba a los 9 años”, relata, emocionado, Del Bosco. Se cumplía su “sueño” de ser parte de El Gráfico y conocer de cerca el mundo del fotoperiodismo, especialmente el deportivo.

Alejandro empezó a foguearse con las coberturas que cubría la revista, y tuvo la oportunidad de fotografiar grandes figuras nacionales e internacionales del deporte. “Me gusta cubrir todos los deportes porque tiene algo muy fascinante, que es la ‘inmediatez de la imagen’. Esta profesión tiene algo muy grato y muy ingrato a la vez: lo grato, cuando tenés la foto; lo ingrato, cuando te la perdiste”, confiesa.

 

 

Para Del Bosco, “estar en El Gráfico eran palabras mayores, y hacerse un lugar y que te asignen una ‘posición’ en el corner de un Boca-River costaba porque había reporteros gráficos muy buenos arriba mío, grandes maestros de la fotografía, a los que admiraba, observaba, e incluso de quienes aprendía”. Y los nombra para “homenajearlos a todos esos ‘monstruos’: Eduardo Forte, Gerardo Horowitz, Fabian Mauri Norberto y Oscar Mosteirin, Marcelo Figueras, Ricardo Alfieri padre e Hijo, Antonio Legarreta, ¡y un montón más!”.

 

De a poco fue adquiriendo experiencia. Su carrera profesional en la revista fue en ascenso. Durante el Mundial de Fútbol de 1998 le tocó estar como editor de la revista, recibiendo el material que se generaba en Francia: “no fue tarea fácil, todo el material era en película, yo recibía lo que me transmitían y miles de rollos para revelar. Luego tenía que elegir las fotos para publicar”. De esta manera comenzó a hacerse un espacio como editor fotográfico de la revista deportiva más grande de la Argentina.

 

Hincha del equipo que hace el gol y que va hacia él a festejarlo

"Soy hincha de Boca pero cuando voy a la cancha a trabajar, soy hincha del equipo que hace el gol en el arco que estoy yo, y vienen hacia mí a festejar”, admite Alejandro. 

 

La Tecnología en la fotografía de deportes

Alejandro comenzó a trabajar como reportero haciendo fotografías de deportes en la era analógica, usando película byn y una cámara Nikkormat sin motor, todo manual, después pasó a la diapositiva color, luego llegó el negativo color hasta que los avances tecnológicos llegaron a la fotografía profesional: “¡fue fabuloso! Dejamos de llevar laboratorio para revelar rápidamente los negativos, todo pasó a ser un equipamiento más reducido. La tecnología es maravillosa, vos hoy estás transmitiendo la jugada desde el mismo lugar que ocurrió y a los minutos la estás enviando, todo eso es fabuloso. La fotografía digital tiene muchas ventajas, yo me sumo a todos los cambios tecnológicos, ¡son para bien!”

 

El privilegio de fotografiar a “El Diez”

De las grandes glorias del fútbol argentino Del Bosco tuvo el privilegio de fotografiar a muchísimos deportistas argentinos, pero hubo uno especial: Diego Maradona: “varias veces le tomé fotos, no solo en la cancha. Maradona es fascinante; cuando lo tengo delante de mi cámara solo trato de resolver la nota. Tengo muchas anécdotas, cuando Maradona está suelto y predispuesto para hacer las fotos es un tipo bárbaro, te quedás charlando, es muy interesante”, dice Alejandro.

 

Una anécdota con Maradona

“Cuando Maradona viene al país para hacer la “Noche del 10”, en tres ocasiones lo esperé en distintos lugares, con un mini estudio, todo armado. Las tres veces me dijo: ‘no, hoy fotos no, solo entrevista”. Una de esas ocasiones fue en el Aeropuerto de Ezeiza, en el lugar de inmigraciones me permitieron armar el estudio. Cuando llegó me dijo, de nuevo: “fotos hoy no, yo te voy a avisar”. Y así fue: un día me llamó y se vino a la redacción de El Gráfico a hacer las fotos. Fue tapa”.

 

Fotógrafo Mundial 

De mundiales de fútbol Alejandro cubrió del Sub-20, de mayores, y una cantidad de torneos de Copa América.

“El que más me gustó fue el de Brasil, me acuerdo que cuando me senté en mi posición, ya tenía todo preparado… Y ahí me di cuenta que estaba en una final del mundo y que ¡jugaba Argentina!”.

 

La revista cerró su edición en papel el 18 de enero de 2018.

Alejandro Del Bosco continúa trabajando y editando las imágenes dentro del Grupo Editorial de Torneos, y en tiempos de cuarentena está a cargo de editar las imágenes de los partidos de fútbol de la UEFA para las redes sociales y la web de El Gráfico. Además, armó un estudio de fotografía en su casa.

Cuando se le pregunta qué recuerda de entre aquello que le enseñaron, o qué quisiera compartir con los colegas que empiezan, no duda: “me gustaría hacer hincapié en algo que me enseñaron a mí, que aprendí y que transmito a todos los nuevos reporteros gráficos: que valoricen y defiendan esta profesión de reporteros gráficos, en todos los campos que elijan trabajar”.

 

 

IG Alejandro Del Bosco: https://www.instagram.com/adbringo/