El fotoperiodismo para visualizar el acontecimiento
El fotoperiodismo para visualizar el acontecimiento

El fotoperiodismo para visualizar el acontecimiento

Historia
Fotografía
Tito La Penna es un fotoperiodista argentino cuyas imágenes constituyen un recorrido testimonial de algunos de los momentos más difíciles de nuestra historia. En esta nota, conocemos algunas de sus obras como fuente de diversos acontecimientos tanto del país como del exterior.

Era 1970. Quiso comprar su primera cámara de fotos, pero costaba una fortuna. Entonces, recurrió a un amigo de su padre, quien le consiguió trabajo en un barco pesquero. Así, Tito La Penna, nacido en Mar del Plata en 1947, se embarcó mar adentro durante tres meses. No resistió más, pero consiguió lo que quería: una Nikormat con lente 35 mm.

Jorge Luis Borges con el poeta Enrique Martí (1973)

Con cámara en mano, viajó a Buenos Aires en busca de trabajo. En 1974, ya formaba parte del equipo de Noticias, el diario de los montoneros. Luego fue socio fundador de la agencia SIGLA; colaboró en el diario Crónica de 1975 a 1978 y, más tarde, integró el grupo de fotógrafos de Editorial Atlántida. Allí publicó para las revistas Gente, El Gráfico y Para Ti

En plena dictadura militar, años turbulentos de la Argentina, Tito La Penna se sumergió rápidamente en el rol del periodista gráfico, convirtiéndose en “cazador” de imágenes, pero siempre con la intención de pasar desapercibido. Tomó imágenes del dictador Rafael Videla y estuvo presente con su cámara en el levantamiento de los carapintadas de Campo de Mayo, con Aldo Rico. Cuando viajó a Chile, también hizo lo suyo: fotografió a Augusto Pinochet. “La posición del fotoperiodista es muy riesgosa. Lo mío era pura necesidad. Yo siempre me la jugaba y siempre estaba con el corazón en la boca. Cuando trabajaba en Editorial Atlántida, en plena dictadura militar, ideológicamente yo hacía mis fotos con una doble intención. Porque pensaba y quería que un día se pudieran visualizar lo que en ese momento nos prohibían mostrar”, comparte La Penna.

Marcha por los derechos humanos (1983)

Campo de Mayo (1987)

En 1982, junto con tres grandes fotógrafos -Silvio Zucheri, Eduardo Bottaro y Rafael Wollman-, creó una agencia de noticias independiente: Agencia ILA (Imagen Latinoamericana): ellos eran los corresponsales de América del Sur para distintas agencias internacionales. Así, cubrieron importantes momentos de la historia de esta parte de región, como la Guerra de Malvinas. Ese mismo año se abrió paso de manera independiente, pero continuó como corresponsal de la agencia francesa Sipa Press, y las revistas Cambio 16 (de España) y Humor. Diez años después, trabajó para Editorial Perfil hasta la crisis de 2001. En 2006 entró en la Agencia Télam, donde llegó a ocupar el cargo de Jefe de Fotografía. Allí se jubiló en 2015. 

Tito La Penna en Irak (1980)

Sus fotografías fueron el medio de expresión y de denuncia. Las imágenes en las calles, de los militares con los fusiles y tantas otras fueron documentos que ayudaron a que el mundo conociera el drama que vivía la Argentina. El encuadre y la composición de sus fotografías cuentan una historia, y la sensibilidad de este reportero gráfico impregna la imagen de las desigualdades e injusticias de tiempos y espacios, que ahora permanecen gráficos.

Golpe de Estado

Cubrió la Guerra de Irak en 1980. En la ciudad de Marbella, realizó un retrato histórico a Monzer Al- Kassar para la revista Caras. También viajó a Paraguay para llevar adelante un reportaje al General Somoza, justo diez días antes de su asesinato. Además, logró fotografiar a distintas personalidades, como al Papa Francisco, cuando todavía era obispo en Buenos Aires.

Raúl Alfonsín (1991)

En 2019 realizó la exhibición “Retratos”, en la que presentó “con encuadres clásicos y precisos, una serie de personajes de la vida cultural y política. Retratos serenos y profundos”, como explicó su amigo y colega, Eduardo Grossman, en el texto curatorial de la muestra. Allí, exhibió a diferentes personalidades. Entre ellas, Ricardo Alfonsín, Carlos Paez Vilaró, Juan Gelman, Susana Rinaldi, Abelardo Castillo, Sábato, Tato Bores, Tato Pavlovsky, Pappo, María Elena Walsh, Raúl Carnota, El Pity, Germán Abdala, Fernando Birri, Norma Aleandro, Aída Bortnik, y hasta se dio el lujo de retratar a Fogwill, en el bar La Paz de la avenida Corrientes, y al mismísimo Juan Domingo Perón.

El escritor Rodolfo Fogwill (1983)

Una parada obligada de Tito La Penna, antes o después de terminar su jornada laboral, es el Bar Británico. Allí, muchas veces repasaba las fotos que había sacado a diario en su San Telmo querido; a los que duermen en Parque Lezama, a los que toman un café, a los que se aman, a los solitarios lectores, a los turistas, a los laburantes, a los transeúntes bajo la niebla, la lluvia o el calor intenso.

La Penna disfruta tomando estas “fotos de afano”, como se dice en la jerga periodística. Luego, las comparte en sus redes sociales, para que sus seguidores puedan ser testigos de todo eso que vio y lo movilizó. Casi como si estuviéramos tomando un café con él. Pero lo cierto es que las fotografías de Tito La Penna hablan por sí solas, casi no es necesario un epígrafe descriptivo. Sus fotografías combinan de manera armónica la parte estética con la documental.

El beso. Bar británico

Foto de portada: Juan Mabromata (AFP).