"Cada vez que voy a la Argentina me pego una vuelta por la quinta de San Vicente", por Pedro Saborido
"Cada vez que voy a la Argentina me pego una vuelta por la quinta de San Vicente", por Pedro Saborido

"Cada vez que voy a la Argentina me pego una vuelta por la quinta de San Vicente", por Pedro Saborido

Un texto exclusivo del guionista para recordar los 46 años de la muerte de Perón.

"Cada vez que voy a la Argentina me pego una vuelta por la quinta de San Vicente. Cuando todavía estaba en Chacharita también fui. Siempre que voy me pasa lo mismo. Llego y me pongo a mirar el cajón: no puedo creer que Perón esté ahí adentro. ¿Toda esa vida y toda esa historia están ahí? Entonces es tanto que no puedo creerlo, que lloro. Lloro de no poder creer. Como cuando me enteré ese primero de julio del '74. No era Perón que se moría. Se moría todo.  

-Vos siempre te sentiste identificado de alguna manera con Perón…

-Eso decían los muchachos… que yo me sentía Perón… Obvio que sabía quién era el que empezaba con eso. Entonces lo agarraba y le decía: 'Yo tengo que ser Perón porque vos sos muy Evita'. Y él me contestaba con un 'Por supuesto'. 

-O sea, él se veía más impulsivo, emocional…

-Sí. Y revolucionario. O sea, él sabía a dónde quería ir. Pero yo hacía posible el viaje... ¿Me explico?

-Claro. Lo impulsivo. Está claro por ejemplo en esta letra, que es de una canción que es más de él, aunque la firmen los dos:

"In the Strawberry Fields

You choose the blood and not the time,

because time will never give you a certainty"

(En el Campo de Frutillas

Se elije la sangre y no el tiempo,

porque el tiempo nunca te dará una certeza).

-Claro, él prefería las certezas en el acto. Resolver y ya. Era drástico. Sgt. Peppers es un concepto mío, tu sabes, pero él metió versos clave en el primer tema:

"The Sgt. Peppers Lonely Hearts Club Band

will be revolutionary or it will not be.

Because the band will march

with the Sgt. Peppers at the head

Or with the head of the Sgt. Peppers"

(La Banda del Club de los Corazones Solitarios del Sgto. Peppers

será revolucionaria o no será.

Porque la banda marchará 

con el Sgto. Peppers a la cabeza,

o con la cabeza del Sgto. Peppers)

-Eso deja claro la dureza de sus posturas. En cambio vos en "Hey Jude" trabajás otra cosa en la letra. 

-Exacto. Yo digo:

"Hey Jude, you know that better than saying is doing

And better than promising is making

But everything in its measure and harmoniously

(Hey Jude, tu sabes que mejor que decir es hacer

Y mejor que prometer es realizar

Pero todo en su medida y armoniosamente)

Es decir, le doy tiempo a la construcción de los hechos. Es una noción muy Clausewitz. Yo uso siempre Clausewitz. Tomé estructuras del quinto capítulo de "De la guerra" para escribir "Yesterday". Lo mismo que para los arreglos de cuerdas de Eleanor Rigby.

-Fuiste acusado siempre de ser el dialoguista de los Beatles…

-Obvio que dialogaba. Pero también peleaba…

-Lo has dicho claramente en uno de los más lindos temas que canta Ringo:

"Can I fight for a parity?

Yes.

If what I do is hitting and negotiating.

Hitting and negotiating…

with a little help from my friends"

(Puedo pelear por una paritaria?

Sí.

Si lo que hago es golpear y negociar,

Golpear y negociar…

con una ayudita de mis amigos)

-Sí…. Puede verse un poco Vandor eso. Pero hay que asumir todos los aspectos del movimiento… La amplitud.

-George lo expresa mejor en "Here comes the UOM" (Aquí llega la UOM).

-Sí. Es que la amplitud del movimiento hace que los matices parezcan contradicciones. Los Beatles tenían una estructura similar. Éramos un frente musical de individualidades. Perón lo observa cuando a fines del '69 ve que estamos en crisis y nos manda una carta donde nos dice: 'Los hay Lennons, los hay McCartneys… Hay Starrs y hay Harrisons. Y hasta hay Georges Martins... Pero son todos buenos muchachos y trabajan para los Beatles. Recuerden: la unidad por sobre todo. Y guarda con la japonesa'. Yo le pedí más consejos en otra carta. Pero después se armó lío en el correo y empecé a recibir cartas de Paladino, de Rucci y de Vaca Narvaja.    


Foto:Unión Obrera Metalurgica, San Martín


-¿Fue Yoko el Ezeiza de Los Beatles?

-A veces los equilibrios se rompen. Lo importante es mantener las diferencias sin romper. Recuerda esta letra: 

"If someone criticizes,

It is not necessarily a traitor

Let it be, let it be

If you don't take your feet off the plate

Let it be"

(Si alguien critica,

No necesariamente es un traidor

Déjalo ser, déjalo ser

Si no saca los pies del plato

Déjalo ser)

-Muchos se sienten los comisarios de la doctrina… 

-¿Dónde está la regla? … ¿Cuáles son los Beatles? ¿Los flequilludos de "Please, please me" o los barbudos de "Abbey Road"? Los Beatles y el peronismo cambiaron constantemente. La comparación con el pasado debe ser una guía, no una exigencia.   

-Por eso siempre te critican tu poder de adaptación, tus cambios de estética, de discurso…

-Lo que pasa es que John murió joven como Evita. Entonces queda como "oh si, él era el fuego sagrado, la transgresión, el revolucionario". Y yo quedo como Perón. ¡Es que quedamos vivos!  Tuvimos que seguir viviendo. Y seguir viviendo es la posibilidad de seguir pecando. Errando. Negociando con la realidad. Los otros, los que mueren jóvenes, se quedan con la santidad.

 

-A Fidel le pasaba…

-Obvio. Por eso nos llevábamos bien. Siempre me decía: 'Mira Paul… Te entiendo. El Che es mi John. Mientras yo me quedaba gobernando Cuba, el otro se la pasaba pelotudeando por Angola y Bolivia. Yo era el burócrata y él era el romántico. La cuestión es que Cuba siguió porque yo me quede ahí. Gobernando. Pero resulta que las remeras las hacen con la cara de él… Entiendo, ¡tiene esa foto! Y eso es porque se la pasaba como posando para la posteridad. Si veía una cámara cerca, ya ponía esa cara, buscando su destino de poster. ¡Y lo logró! En la foto más famosa de él, en realidad se estaba haciendo un omelette. Es un plano corto y no se ve la sartén. El asunto es que todo el tiempo estaba poniendo esa cara de trascendencia, aunque estuviera meando en una ligustrina. A veces siento que es injusto. Como Maradona. Yo lo recibí, le di tratamiento, incluso le presté dos jogginetas y un buzo porque no había traído. ¿Y que hizo? Se tatuó al Che. ¿Qué te dio el pendejo ese? ¡Ponte un 'pin' mío aunque sea! Está claro: en el casting de la posteridad morir joven paga más. Y si morís asesinado, un poco más todavía…'  Se ponía re loco Fidel cuando me decía eso. A veces los líderes tienen celos de la eternidad.

-¿Hablaste de eso con Perón alguna vez?

-Fuimos con Ringo tres veces a Puerta de Hierro y hablábamos de todo. Una vez Ringo le pisó un caniche y Perón se calentó mucho, le pegó un coscorrón, y de los nervios casi se desmaya. Estaba Cámpora, que le hizo un té de tilo y entonces bajó un poco. Nos asustamos mucho al verlo así. Ahí fue que empezamos a hablar de salud y salió el tema de la muerte. 

-General, ¿no tiene miedo que algún día se termine todo?- le pregunté.

-Ya se terminó todo una vez cuando se murió Eva. Así que todo puede volver a terminar mil veces.

Nos fuimos. En el aeropuerto tuve un problema porque por confusión me llevé puesto un saco de cuero de Galimberti y tuve que explicar qué hacía con una 9 mm y 500 grs. de trotyl en el bolsillo. Con el tiempo tuvimos charlas telefónicas, pero cuando ya vivía en Buenos Aires la que me atendía era Isabel y me decía Perón estaba con Balbín. Siempre estaba con Balbín. Cuando se murió ya hacía cuatro años que nosotros estábamos separados. Ese día me llamó John:

-'Ahora sí el sueño terminó', me dijo. Y melancólico me recordó la letra de "Hey Bulldog":

"Dead the dog,

the rabies is gone" 

(Muerto el perro

Se acabó la rabia)

Y yo le dije: 'Se mueren los perros. La rabia nunca termina. Descépalo diría: A Perón lo van a mantener vivo quienes lo aman, pero también quienes lo odian'. A John, que era más Evita, le gustó la frase".

 

Foto portada: Pinélides Fusco