Hugo del Carril, sueños e ideales de un artista polifacético
Piero Bruno Hugo Fontana Bertani -su verdadero nombre- nació el 30 de noviembre de 1912 en el barrio porteño de Flores. Fue el cuarto hijo de Orsolina Bertani, nacida en Reggio Emilia, y del arquitecto Ugo Fontana, nacido en Milán. Al separarse sus padres, del Carril fue criado por sus padrinos franceses Alina y Francisco Faure.
Sus primeros pasos como cantante
Su objetivo siempre fue ser cantante de tangos. Así que comenzó a estudiar y a perfeccionarse, y lo hizo con una soprano. Más tarde, conformó un dúo junto con Roberto Acuña, quien lo bautizó con el nombre artístico de Hugo del Carril.
Cantó en los más diversos escenarios del país y del resto de América. Su voz interpretó grandes títulos como "Percal", "Tiempos viejos", "Nostalgias", "Nada más", "Pobre mi madre querida", "Sosiego en la noche", "Buenos Aires", "Tres esquinas", entre tantas otras.
Protagonista de películas inolvidables
Desde su primera película Los muchachos de antes no usaban gomina, en 1936, inició una importante carrera actoral. Así, protagonizó tantos otros films como Madreselva (1938), La vida es un tango (1939), La vida de Carlos Gardel (1939), La canción de los barrios (1941), En la luz de una estrella (1941), Cuando canta el corazón (1941), La novela de un joven pobre (1942), Amor último modelo (1942), Los dos rivales (1944), La cumparsita (1947), Pobre mi madre querida (1948), El último payador (1950), A media luz (1950).
Hugo del Carril, durante la grabación de Pobre mi madre querida.
Además de cantante y actor, Hugo del Carril incursionó en la dirección. Así, dirigió las películas Historia del 900 (1949), en la que debutó como director, y le siguieron Surcos de sangre (1950), El negro que tenía el alma blanca (1953), La quintrala (1955), Mas allá del olvido (1956) y la famosa Las aguas bajan turbias (1952), que marcó su compromiso social y político. El film relata la vida y explotación a la que eran sometidos los trabajadores de los yerbatales de la Mesopotamia y señalaba la lucha sindical.
En los años '60 y '70 protagonizó Che, Buenos Aires o Buenos Aires, Buenos Aires (1960), El día que me quieras (1969), Viva la vida (1969), Amalio Reyes, un hombre (1970), La mala vida (1972), Siempre fuimos compañeros (1973) y El canto cuenta su historia (1976).
La Marcha Peronista, un hito en su militancia
Hugo del Carril conoció a María Eva Duarte en la filmación de la película La cabalgata del circo. Tenían en común la preocupación por los más humildes.
Hugo del Carril y María Eva Duarte, en La cabalgata del circo.
De origen socialista, ante la irrupción del peronismo, Hugo del Carril se adhirió al movimiento porque sostenía que el peronismo era la versión nacional de aquel mismo socialismo.
En 1949 grabó, por pedido expreso de Juan Domingo Perón, la primera y más popular versión de la “Marcha peronista”, hecho que marcó su carrera y su vida.
"Grabé centenares de tangos, pero hasta que me muera, me van a recordar por la marcha peronista", Hugo del Carril.
Al producirse la Revolución Libertadora fue detenido durante más de cuarenta días. Sus películas fueron prohibidas. Recuperó la libertad, por falta de cargos, y decidió exiliarse en México.
La televisión, luego del exilio
En 1962 participó en la miniserie La Calesita (Canal 9). El 1963 fue figura principal de El show de CAP (Canal 7). Protagonizó El conventillo de la Paloma (Canal 9) y participó en el programa El tango del millón (Canal 11), producido por los hermanos Sofovich. En 1976, integró Grandes Valores del Tango y, con el Golpe de Estado, decidió dejar la televisión. En 1989, ya con el regreso de la democracia, Hugo del Carril falleció el 13 de agosto en Buenos Aires, a causa de una descompensación cardíaca, a los 76 años.
Testimonios de sus amigos
Los cantantes Hugo Marcel y Néstor Fabián fueron compañeros de escenarios, de militancia y amigos de Hugo del Carril. En este aniversario de su nacimiento, recuerdan su personalidad, los momentos compartidos y lo que significó su versión de la "Marcha Peronista".
El recuerdo de Hugo Marcel
"Conocí a Hugo, siendo niño. Para mí, fue un gran ejemplo de integridad moral, coraje y lealtad a sus ideales. Siempre fue un espejo en el que me miré. Quise imitar sus acciones, sus formas, me pareció que era un hombre al que valía la pena imitar en todas sus manifestaciones de vida. Lo idealicé de tal manera, que la suerte hizo que, cuando yo estaba haciendo el servicio militar y comenzaba a cantar con Mariano Mores, me tocó actuar junto con Hugo. Hugo del Carril y Mariano Mores eran un binomio inseparable, además de Tita Merello, Virginia Luque, Tito Lusiardo, con quienes tuve el honor de comenzar a cantar. Hugo del Carril no era solo mi ídolo, en función de mi peronismo, desde pequeño, sino también lo era como cantante. Cantar al lado de Hugo fue tocar el cielo con las manos.
Hugo del Carril y Mariano Mores.
Hugo era casi intocable. Yo lo saludaba con mucho respeto y solía llamarme para tocarme la cabeza porque decía que le traía suerte, cosa de hombre mayor hacia un pibe que empezaba. Me reía mucho con esas ocurrencias de Hugo. Hugo fue siempre mi referente.
En una oportunidad decidí hacer el Carnaval Peronista, en Mataderos, con la orquesta de Osvaldo Fresedo. Me animé a reunir a los músicos. Hugo del Carril se enojó conmigo y en el programa de Juan Carlos Mareco, habló de unos atrevidos que habían tomado su nombre y que lo usaron para cartelera. Nos peleamos feo. En otro programa aclaré que no era una responsabilidad mía y que extrañaba que Hugo no hubiera indagado sobre quién estaba detrás. Quedamos, por meses, distanciados. Luego del regreso de Perón, el 20 de junio del 73 se intervienen los canales. Juan Carlos Mareco asumía en el 11 y yo voy de invitado. Era casi obligado que estuviera tanto Hugo del Carril como yo y allí nos reencontramos con Hugo. Lo veo venir caminando en silencio, se acerca a mí y en voz alta y firme me dijo: “Y, compañero, ¿hasta cuándo vamos a estar enfrentados? Venga un abrazo”. Tuvo la humildad, se bajó del caballo y me dio ese ejemplo de humildad. Nos dimos un abrazo peronista ante el aplauso de todos y, a partir de allí, sellamos una amistad indisoluble.
Hemos cantado la 'Marcha Peronista', en distintas oportunidades, juntos. Tuve el honor de cantar al lado de Hugo, no solo de trabajar en distintos lugares, sino de cantar esa marcha inolvidable. Acudí al Teatro Alvear cuando el Intendente radical, Julio César Saguier, lo nombró Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires. Estaba con una profunda tristeza porque, hacía muy poquito que había sufrido la pérdida de Violeta, su mujer, la mamá de sus cuatro hijos. Eso seguramente fue una caricia para el alma. En esa oportunidad, Pacho O’Donnell, entonces Secretario de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, dijo algo que compartimos todos: Hugo del Carril actor, galán, director inigualable y que no olvidaremos jamás, cuya mejor versión, la mejor canción que ha cantado jamás un cantor como él es la "Marcha Peronista".
Tuve la triste misión de ser orador, por los artistas y amigos, en el momento que Hugo descansaba definitivamente. Mi admiración por Hugo sigue intacta. Sigue siendo el gran ejemplo de un hombre con un gran sentido de lo moral, un gran peronista, un espejo donde me miré y seguiré mirando hasta el último día de mi vida. Fue un honor ser su amigo en el final de su vida y ser su discípulo y un admirador hasta el final".
Hugo del Carril, por Néstor Fabián
"Yo nací un 30 de noviembre, igual que Hugo del Carril y tuve la dicha, la suerte, la alegría de compartir escenarios con ese gran director, artista, en Buenas Noches Buenos Aires, en el programa Show de Cap (Canal 13). He hecho presentaciones en varios teatros del país, con Mariano Mores y Hugo del Carril. Por supuesto, yo era una figura en segunda línea porque nadie puede ni podía superarlos.
Ha sido una persona que llevó la bandera peronista por siempre. Le causó varias dificultades para sostenerse y sostener a la familia porque padecieron los problemas que pueden padecer aquellos que son elegidos e inclaudicables. Tienen una postura y la siguen durante toda la vida. Hugo fue un ser maravilloso. En una oportunidad, estuvimos cantando, en un homenaje a Hugo del Carril, Hugo, el recordado Hernán Salinas y yo, los tres nacimos un 30 de noviembre".
