El diseñador Gonzalo Villa y su concepto de "moda sin género"
La moda no tiene género, dicen los que saben y los que están detrás de ella buscando permanentemente tendencias, investigando, trabajando y produciendo para lograr una moda más accesible, inclusiva y fácil de llevar. Gonzalo Villa es un diseñador y emprendedor tucumano que dejó hace un par de años su Yerba Buena natal -a pocos kilómetros de San Miguel de Tucumán- para emigrar hacia nuevos horizontes. El destino elegido, o el destino que lo eligió, fue Valencia, al sur de España. Allí se trasladó con su marca, Villamax, con la que elabora ropa "para todos y todas", ropa sin género, concepto que ahora se puso de moda pero que Gonzalo viene incorporando en sus prendas desde hace tiempo.
En el moderno barrio de Ruzafa de la capital valenciana, el joven diseñador -que participó activamente de los Mercados de Industrias Culturales Argentinas, MICSUR y MICA Produce Noa, entre otros espacios- comparte su visión de la moda, de esta nueva tendencia de la ropa “sin género” y algunos aspectos más de una profesión que lo apasiona y lo encuentra siempre en permanente renovación.
-¿Qué es la moda sin género? ¿En que se diferencia de lo que conocemos como unisex?
-La moda sin género busca que cada persona pueda vestirse de la manera que quiera y con lo que se sienta cómoda, eligiendo cualquier prenda sin que esto lo defina como masculino o femenino. Este cambio no solo se da en la vestimenta o en la moda, es un cambio social, que busca más diversidad y libertad.
Para mí sin género es justamente sacar el sexo (masculino o femenino) que tiene la palabra "unisex"; hay mucha más diversidad como para encasillarnos ahí.
-¿Cuándo sentiste que la moda iba más por este lado?
-Esto es un cambio social, y yo no estoy ajeno a ello, tampoco pensé si iba por ahí o no, fue más una necesidad de mostrar ese cambio que siento y que está sucediendo. Y la moda siempre fue parte de los cambios.
- ¿Como eran tus diseños antes y cómo los adaptaste a este nuevo formato llamado "sin género"?
-Podríamos decir que mis diseños siempre vienen del mismo lugar, lo que me inspira siempre es mi entorno; me inspiran mis amigos, las películas, los libros, y por eso mismo siempre fueron como mutando de manera gradual hasta llegar a lo que hago hoy en día. Donde sí hubo adaptación fue en la parte de patronaje o moldería, fue un ir descubriendo y pensando y armando cada prototipo hasta llegar al resultado deseado.
-¿Cómo recibieron tus clientes este cambio?
-Muchos entendieron este cambio y lo celebran. También hay clientes a quienes el discurso no les parece importante, les gusta la prenda y la compran. Dentro de la colección sin género también hay estampas reinterpretadas por mí de pueblos originarios, me sigo abasteciendo de mi entorno, quiere decir que las prendas hablan de un montón de cosas.
-¿Qué significó en tu carrera participar de los Mercados de Industrias Culturales Argentinas?
-Significó mucho. Mi primera participación fue en el desfile de cierre del PRE-MICA NOA en año 2012 y a partir de ahí participe en todos MICA incluidos los MICSUR. Para mí haber participado en cada uno de ellos fueron momentos de gran crecimiento y aprendizaje. Conocí pares y gente increíblemente talentosa de Argentina toda y de muchísimos lugares de Latinoamérica y del mundo que todavía aún mantengo contacto. El MICA me dio visibilidad a nivel federal e internacional.
-Diste un salto importante en tu vida al mudarte de Tucumán a Valencia, ¿tuviste que adaptar tus estilos y modas?
-Tuve que adaptarme y aprender en muchos aspectos, solo conocía la ciudad por haber estado unos días en el 2017; fue en ese viaje que tomé la decisión de mudarme. La ciudad me encantó por su tamaño; es una ciudad pequeña (las grandes urbes me abruman para vivir), tiene un clima similar al de Tucumán y, al igual que Tucumán, está llena de naranjos que hacen que, en primavera, toda la ciudad huela a azahar. Todo fue y es nuevo para mí, estoy empezando de cero, pero con el conocimiento adquirido en estos diez años de trabajo. En cuanto a la moda, tengo un concepto muy claro de lo que quiero mostrar y decir con mis prendas y eso es parte de mi marca. La forma de trabajo también es otra característica. Se podría decir que la adaptación es más personal que laboral.
-¿Hay más libertad y licencias allá a la hora de crear?
-Tener un producto diferencial es lo que me da las licencias y libertades a la hora de crear, no sé si hay más o menos libertades, lo que yo trato es de ser lo más auténtico y fiel a lo que pienso y creo. Se podría decir que la gente es un poco más desprejuiciada en algunos aspectos.
-¿Cómo definirías a Villamax, tu marca?
-Villamax es como un reflejo de mi forma de ver, pensar, creer, decir y sentir. Así concibo una propuesta de indumentaria basado en formas constructivas puras y líneas simples, atemporal y elegante.
-¿Cómo ven al diseño argentino en el exterior?
-El diseño argentino es muy bien visto en el mundo y acá no es la excepción. He tenido la posibilidad de mostrar mi trabajo en diferentes partes del mundo, como en Tokio, Bogotá, Cartagena, Milán, Santiago de Chile, Londres. En todos los sitios siempre hablan de la calidad del diseño y el uso de materias primas; tenemos una impronta en la forma de pensar el diseño y de involucrar nuestra cultura.