Fanny Mikey, la reina de las tablas
Fanny Mikey, la reina de las tablas

Fanny Mikey, la reina de las tablas

Teatro
De cara a la 16° edición del Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá (FITB), que tiene a Argentina como país invitado de honor, recordamos a su fundadora fallecida en 2008: la argento-colombiana que cambió la historia del teatro latinoamericano
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Elisa Fanny Mikey Orlanszky nació en el Buenos Aires de 1930. Sus padres, Camilo Mikey y Mónica Orlansky, de origen lituano, tenían planes para su hija: querían que fuera abogada o contadora pública. Ella misma contó que a los siete años, su papá la obligaba a hacer las cuentas del negocio familiar: una fábrica de tejidos. Ese aprendizaje “forzado” terminaría siendo, años más tarde, la puerta de entrada para administrar la industria teatral en la que se movió. Cuando Camilo Mikey se enteró de que Fanny quería hacer teatro le pegó una paliza. Así fue como a los 16 años se escapó de su casa.

En su huída pasó por diferentes trabajos y oficios para sobrevivir. Fue contadora para una empresa de juguetes y consiguió una participación breve en un programa televisivo de ejercicios: aquel fue el puntapié para que empezara a incursionar en la actuación. Se formó como actriz en la Sociedad Hebraica Argentina y a partir de entonces conoció al actor Pedro Martínez y al dramaturgo colombiano Enrique Buenaventura.

En esa época estaba casada, pero su primer matrimonio duró solo tres años: al enterarse que había asistido a una audición, su marido también la golpeó. Fanny huyó de su casa por segunda vez. Se fue a Colombia, en 1958, detrás de Pedro Martínez, de quien estaba enamorada y a quien definiría como “el amor de su vida”. Él había llegado al país cafetero interesado en participar en el naciente mundo de la televisión. “Cuando llegamos me quise volver enseguida, pero ahí estaba Pedro y viví con él ocho años en Cali”, confesó Mikey a la prensa.

Por ese entonces, Fanny empezó a trabajar con Enrique Buenaventura, quien estaba intentando impulsar la escena teatral con el Teatro Escuela de Cali. Allí descubrió su aptitud y su amor por la organización y producción de eventos teatrales, y en poco tiempo se volvió una persona necesaria para armar los festivales que se hacían. Decía de sí misma que era “una bestia del teatro: desde barrer el piso hasta vender boleta por boleta”.

Su pareja con Martínez, ocho años después, también terminó, y Fanny regresó a la Argentina. Pero su corazón ya era colombiano, y poco tiempo después volvió para quedarse. Esta vez se instaló en Bogotá para ser parte del recién fundado Teatro Popular, donde participó en decenas de espectáculos grupales y unipersonales y creó La Gata Caliente, el primer café concert de Bogotá. Y, paso a paso, la actriz comenzó a hacer historia en el teatro colombiano.

Con el Teatro Popular de Bogotá, del cual fue la directora ejecutiva, Fanny hizo giras por el país y viajó muchas veces a la Argentina para mostrar algunos de sus espectáculos. Su vida era el teatro y nada más. Hasta que 12 años después de su última ruptura, conoció a Luis Enrique Álvarez, con quien convivió y adoptó a Daniel Álvarez Mikey.

Luego quiso su propia sala y creó el Teatro Nacional de Colombia. Como el crecimiento de la demanda superó tan ampliamente la capacidad de la sala, que era pequeña, nació luego el teatro La Castellana.

Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá

En 1988, con motivo de la celebración de los 450 años de la fundación de Bogotá, Fanny Mikey y Ramiro Osorio, un gestor cultural que años más tarde sería el primer ministro de Cultura de Colombia, crearon el Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá (FITB). La primera edición se realizó el 25 de marzo de ese año bajo el lema "Un acto de fe en Colombia". Empezó en las calles, aunque terminaría por convertirse en el festival de teatro más grande del mundo con más de 800 funciones de 100 compañías internacionales y 170 compañías colombianas, reuniendo a las compañías de teatro más importantes del globo y de los cinco continentes. Desde aquella inauguración, se realizaría bienalmente en la ciudad de Bogotá.

El festival nació con el objetivo de integrar a los países latinoamericanos y mostrar la diversidad y la pluralidad de los diferentes géneros y tendencias de las artes escénicas en el mundo, confrontando las distintas expresiones culturales.

Luego de quince ediciones, ha contribuido al entendimiento, tolerancia y participación de diferentes culturas, además de haber generado un gran crecimiento y desarrollo artístico en Colombia. Desde su creación, el FITB se ha convertido en el evento cultural de mayor trascendencia de ese país y en uno de los festivales de teatro más importantes del mundo.

Más de 2 millones y medio de espectadores se reúnen en cada una de las ediciones del festival para disfrutar de cientos de funciones y espectáculos callejeros durante las dos semanas que dura el encuentro. Danza, circo, performance, pantomima, conciertos, talleres especializados y conferencias tienen lugar en las jornadas a pura cultura.

Este festival, sumado a las más de dos mil academias teatrales registradas en la ciudad de Bogotá –la mayor cantidad del mundo en un mismo territorio urbano– le valieron a Colombia el mote de "capital mundial del teatro".

El FITB fue dirigido y producido por su creadora Fanny Mikey hasta su muerte, en agosto de 2008, un hecho que golpeó duramente a la comunidad teatral mundial, hecho que se vio reflejado en los grandes medios.

La Nación:

“Sería mucho más fácil imaginar una ficción, por ella protagonizada, que girara en torno a la noticia de su muerte. Eso permitiría hablar de la pasión y la garra que le puso a la vida, a su inagotable alma teatrera, a su carácter fuerte y omnipotente que equilibraba con grandes dosis de dulzura y carisma, sin tener que sortear la enorme pena que podría provocar su ausencia. Pero lamentablemente no se puede jugar con la imaginación: la noticia del fallecimiento de la actriz argentino-colombiana Fanny Mikey es concreta, tangible y sumamente dolorosa para quienes la frecuentaron”.

Diario El País:

“Una fiesta. Eso era ella y su teatro. Y lo trasladaba a Bogotá en el festival, tras recorrer todo el mundo viendo e invitando obras y directores para mantener renovada su programación. Lo mejor del teatro contemporáneo ha pasado por allí. Una labor que ha permitido fortalecer la tradición teatral de Colombia y servido de escaparate para tantas compañías. Y, sobre todo, consiguió que la gente quisiera al teatro, y lo esperara; y que el teatro cumpliera su sueño: convivir con la gente”.

Fanny Mikey actuó en más de sesenta obras de teatro, trabajó en cine y televisión, participó de café-concerts, y dirigió media docena de piezas. Por eso la apodaron la “reina de las tablas”.

*Foto: vibra.fm/vibra-fm