El Evangelio de Miroslav: historia de un manuscrito
6 talleres gratuitos para realizar en la Biblioteca Nacional en el 2019
Se desarrollarán durante la primera mitad del año y son abiertos a la comunidad, anotateLos libros y la noche
Muestra, organizada por la Biblioteca Nacional Mariano Moreno, con entrada libre y gratuitaEl galope de los caballos se escuchaba cada vez más fuerte. Los gritos del ejército otomano se alzaban para fortalecer el espíritu de la guerra y así solo visualizar la victoria. Habían decidido invadir el Reino de Serbia. El sonido desafinado de las espadas y las herraduras, la sangre y la destrucción de algunas construcciones también arrasaban la esperanza de los habitantes del pueblo. Mientras tanto, en el Monasterio de Hilandar, en el Monte Athos, dos monjes escondían uno de los grandes manuscritos de la humanidad, para salvarlo de su desaparición. Se perdieron miles de vidas, pero el texto permaneció allí durante más de quinientos años. De esta manera, una parte invaluable de la cultura balcánica quedó protegida; el texto sagrado, denominado como el Evangelio de Miroslav, se transformó en un símbolo nacional para la futura y moderna República de Serbia.
Historia del manuscrito
Se trata de una de las obras litúrgicas más importantes de Serbia. Se dice que fue escrito alrededor del año 1180, a pedido del duque Miroslav, hermano del príncipe Stefan Nemanja, fundador de la gran dinastía que lleva su apellido, y junto con su hijo Rastko, padre de la Iglesia Ortodoxa Serbia.
(Hasta el 28 de marzo se puede visitar en la Biblioteca Nacional Mariano Moreno una versión facsímil, cedida por la Embajada de Serbia en Argentina).
Redactado con caracteres cirílicos sobre pergamino, posee 181 folios de 41,8 por 28,4 cm. Sus miniaturas e ilustraciones son de las más exquisitas y bellas que llegaron hasta nosotros. El códice cuenta con unas 300, pintadas y decoradas con oro, las cuales representan la iconografía religiosa de la época. Además, el libro tiene anexado una cinta de cuero que, según los expertos, no es la original, sino que fue tomada de otro códice e incorporada aproximadamente en el siglo XIV.
A continuación, la embajadora Jela Bacovic nos cuenta más sobre la importancia de este manuscrito.
-¿Cuál es la importancia de presentar y exhibir este manuscrito?
-Se trata del Evangelio de Miroslav, escrito en antiguo idioma eslavo, redactado en serbio y con ortografía raska. Es un libro litúrgico que contiene partes de los cuatro evangelios, una obra considerada como la más importante y hermosa de los libros serbios manuscritos, de finales del siglo XII. Además, es el primer libro que se hizo con caracteres cirílicos y con el que la lengua serbia comenzó a desarrollarse, con base del antiguo eslavo. Creo que hay dos aspectos que hacen muy importantes las presentación de este texto. En primer lugar, porque se hizo en un momento bastante complejo a nivel histórico en la zona de los Balcanes: el manuscrito se llevó a cabo a pocos años de la formación del Reino de Serbia y había mucha presión del Imperio Otomano, el cual finalmente conquistó la región en 1459. También tiene una gran importancia estética y artística, porque el manuscrito demuestra una gran influencia de las artes aplicadas de la cultura italiana. Sobre todo, de la florentina. Las miniaturas e iluminaciones que están hechas con oro influyeron, luego, en las futuras producciones de códices de la zona. Es decir, con la composición de este evangelio, se trata de un antes y un después, ya que es la primera vez que se aplicaron los caracteres cirílicos en idioma serbio y las artes aplicadas marcaron una barra muy alta a la hora de escribir e iluminar este tipo de textos.
-¿Qué es lo que más llama la atención de estas miniaturas e iluminaciones?
-Este libro contiene 300 ilustraciones que son tan minuciosas y delicadas, con una clara influencia de la escuela italiana, florentina, que lo que más llama la atención -y lo que a mí me parece más importante y revelador- es el intercambio cultural que ya existía en la zona. Nos da una señal profunda de una Europa interconectada, incluso en el siglo XII. Por eso creo que este libro une, une culturas, regiones, pueblos. Además, una de las cosas más interesantes de este evangelio es que se sigue usando y pronunciando de la misma manera que entonces, por la Iglesia Ortodoxa Serbia.
-¿Qué otros procesos culturales se empezaron a dar, a partir de la escritura de este códice?
-Como este tipo de libro, nunca se había visto algo parecido en la región. Y una de las cuestiones que comenzaron a darse a partir de la composición de este manuscrito fue cierta alfabetización serbia y la aplicación de las artes aplicadas. En este caso, el arte de la miniatura, la iluminación, la ilustración. Estos son los primeros pasos de las artes aplicadas en el idioma serbio. Es algo que marcó una gran influencia en todos los otros libros posteriores que se fueron componiendo. Como mencionaba, una barra muy alta que se puso a partir de su escritura.
-Hoy, el códice original están en el Museo Nacional de Belgrado. ¿Cómo llegó a estar en manos del Estado?
-El libro, originalmente, permaneció en el Monasterio de Hilandar, en el Monte Athos. Sin embargo, en un momento, este Monasterio estuvo muy endeudado, porque estaba en tierras griegas y existía un contrato con la Iglesia Ortodoxa Serbia que no pudo solventar. Y estuvieron a punto de perder ese derecho de permanecer allí. Pero el rey de Serbia, Aleksandar Karađorđević, fue quien pagó toda la deuda. Entonces, en reconocimiento, los monjes decidieron regalarle este códice tan importante, como un libro sagrado del Estado serbio. Con el tiempo, llegó al Museo Nacional de Belgrado donde hoy se encuentra para todo el público visitante.
-¿Cuántas copias existen del original?
-Se hicieron dos series facsímiles: una, justo después de la Segunda Guerra Mundial, y luego una edición de 300 ejemplares en las bibliotecas más importantes del mundo. Uno de ellos, hoy, aquí exhibido en la Biblioteca Nacional Mariano Moreno de Buenos Aires. A partir de su estudio y difusión, en 2005, el Evangelio de Miroslav fue incluido en el registro de la Memoria del Mundo de la UNESCO.
El facsímil del manuscrito se puede visitar en la Biblioteca Nacional Mariano Moreno (Sala Juan L. Ortiz de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno, Agüero 2502, CABA), hasta el jueves 28 de marzo, con entrada libre y gratuita.